¡Estamos de Aniversario! El Guisante Verde Project cumple 14 años dando la Lata. Se muestra como un adolescente enfadado, no muy interesado en celebrar por aquí su salto a los 3 lustros. Al cumplir los 13 ya daba muestras de rebeldía y ni siquiera se presentó a su aniversario. Arranca nuestro año número 15, ¡madre mía! (la voz que suena diciendo “madre mía” es la IA de “Solaris”, el podcast de Jorge Carrión).
Un Guisante Verde en la edad del pavo, cada vez más escéptico, nos censura los textos y no nos pasa ni una. Este ha sido un año, es justo decir que casi dos, de escasas publicaciones.
¡Cuidado con lo que deseas! Siempre hablábamos de tomarnos un año sabático para poder escribir y dar salida al material recogido durante años; de museos como el Gulbenkian en Lisboa, de los numerosos y magníficos de Berlín, el de Brooklyn, el MOMA o el de Arte Asiático de San Francisco. Tiempo para hablar, por fin, después de muchas visitas, de ciudades como Salamanca, o León; tiempo de compartir nuestra pasión por el Ártico, nuestra ilusión al convertirnos en Cazadores de Auroras, emular a los exploradores polares y visitar Tromsø y las Islas Lofoten (leer: 'Invierno en las Islas Lofoten, auroras boreales y bacalao'), o el privilegio de caminar por los increíbles Parques Naturales de Noruega. Celebrar nuestra intensa visita a Marrakech (leer: 'Marrakech, la Ciudad Roja, un oásis a la sombra del Atlas'); preparar con mimo nuestra vuelta a Florencia, y, de pronto, todos los planes cambiaron, todo se detuvo, y no éramos capaces de escribir como habíamos deseado, ni siquiera sabíamos si volveríamos a planear viajes como antes.
Desde el inicio del confinamiento, las libretas se acumulan llenas de notas, apuntes y dibujos, proyectos, reflexiones, extractos de lecturas, artículos, ensayos... Páginas y páginas escritas que este Guisante Verde adolescente guarda en sus diarios, sin darnos el visto bueno para trasladarlas a esta bitácora. Se comporta como un Redactor Jefe, de los duros. Nosotros proponemos temas, pero no acertamos. Nos reta a reinventarnos, repensarnos, reordenar. Tenemos que recuperar la ilusión y el impulso viajero, entre tanta incertidumbre, tanto miedo y tanta pérdida.
¿Qué significa viajar? ¿Es necesario viajar lejos? Ha sido un tiempo para descubrir los detalles de los paisajes que tenemos más cerca. Volver a disfrutar de paraísos cercanos, de viajes por carretera como cuando éramos niños. Viajar a pie, a la montaña, por senderos solitarios. Placeres que siempre hemos tenido presentes, que, de pronto, se hicieron obligatorios. ¿Por qué teníamos que reinventarnos si esos valores ya eran los nuestros? Ver con ojos curiosos lo que tenemos más próximo. Creíamos hacerlo, pero hemos comprobado que siempre se puede profundizar. Emplear el tiempo en recorrer barrios que apenas visitamos, cambiar itinerarios, caminar y observar, deambular, convertirnos en flâneurs en nuestra propia ciudad. Como el protagonista de “Un andar solitario entre la gente” de Antonio Muñoz Molina, salir de casa y volver con trocitos de realidad en el bolsillo. Añadir detalles en el mapa, aumentar la escala, hacer zoom.
Ya hace un par de años revisábamos nuestras razones para seguir aquí dando la lata, todas ellas siguen vigentes, en especial el escribir para las personas y no para las máquinas. Para 2022 queremos resumir y agrupar todos nuestros contenidos en cinco categorías principales: Aventura y Naturaleza, Rural y Urbano, Arte y Museos, Patrimonio de la Humanidad, Libros para viajar, acompañadas por otras complementarias: Gastronomía, Hoteles, Navidad y Aniversario. ¿Recogen y reflejan todos los temas que tratamos? Tenemos este año por delante para comprobarlo. ¿Nos ayudas, echas en falta alguna sección?
Libros para viajar. Los libros nos acompañan siempre y es justo agradecer a nuestras estanterías repletas estar ahí para permitirnos, como os contábamos en nuestro artículo con un equipaje diferente (leer: 'Viajes sin Maletas'. Hay varios borradores con los libros leídos este último año, casi dos, que pueden ser un hilo conductor de nuestro estado de ánimo. Nuestros libros nos parecen cada vez más valiosos, un destino de viaje en si mismos, un espacio de consulta, de estancia, una línea de fuga. Como la investigación entre nuestros ejemplares para preparar el artículo sobre un viaje muy especial (leer: 'El viaje soñado de Van Gogh a Japón'. Crónica, ensayo, novela, arte, historia, viajes, fotografía, cocina... Diversidad de géneros, autores, artistas y países, imágenes y conceptos que nos han inspirado; líneas subrayadas en las que vemos reflejadas ideas que seguimos defendiendo hoy. No creemos en una ‘literatura de viajes’, la chispa surge en cualquier lectura.
Aventura y Naturaleza. Viajar para hacer de lo cotidiano una aventura. Si no salimos a la naturaleza nos cuesta pensar, crear. Hemos recopilado este año rincones, redescubierto caminatas de adolescencia, encontrado nuevas vías de acceso a montañas cercanas, siempre sorteando, esquivando, las más concurridas. Hemos saldado algunas deudas con recorridos y senderos que teníamos pendientes, con la cabezonería que se le supone a un adolescente, si no lo conseguimos a la primera, por la acumulación de nieve en Aranzazu, pues volvemos de nuevo, para subir a Aizkorri por las bellas campas de Urbía.
Es emocionante volver a mirar a través del Ojo de Atxular, en el Parque Natural del Gorbea, subir al Ganeko, a Arraiz, a Pikotamendi, recorrer todo el Anillo Verde de Bilbao. En un mundo en el que las fronteras han vuelto, la montaña es un ejemplo del absurdo que suponen las líneas pintadas en un mapa que señalan que estás o no dentro de un territorio, que te indican que hasta aquí puedes andar… Los intermitentes cierres perimetrales, nos han hecho, aun más, caminantes, exploradores en nuestro propio entorno.
Arte y Museos. En nuestra memoria se mezclan, estos dos últimos años, el arte urbano, con las piezas de Ibarrola, la completa retrospectiva de Kandinsky en el Guggenheim, y otras exposiciones memorables a pie de calle. Arte en la Calle, Cultura que cura, Cultura que es un bálsamo, como la muestra de fotografía de Cristina García Rodero, que vimos en Bilbao y hemos vuelto a encontrar en Mérida este último verano. Cómo nos gusta el reencuentro, volver a ver obras de Mitoraj, Juan Muñoz, Plensa..., como si nuestros artistas admirados se fueran de viaje con nosotros, a Madrid, a Portugal, a Chicago...
Magritte, primero en Bruselas y este año en Madrid, es una pequeña muestra de ello (leer: 'Magritte: Bruselas - Madrid, esto no es un viaje'). Disfrutar de Olafur Eliasson, Lee Krasner o Alice Neel es compatible con El Alfabeto del Museo de Bilbao, Ameztoy, o las obras maestras de la Colección Valdés. Nuestros artículos sobre el arte urbano en Bilbao (leer: 'Arte urbano en Bilbao, una ruta de bote en bote' y 'Arte Urbano en Bilbao, la ciudad como lienzo'), han tenido eco este año en la cadena Ser. Volver a la radio ha sido muy gratificante; no lo hacíamos desde la invitación de ‘El Galeón de Manila’ para hablar sobre la tribu de nativos americanos Lakota, a finales del año pasado, en un momento en el que hablar y escribir sobre las Grandes Llanuras (leer: 'La Tribu Lakota y las Grandes Llanuras de EEUU, mientras el río fluya y el águila vuele'), fue un auténtico respiro. ¿Os hemos dicho alguna vez que para nosotros el viaje es cultura?
“El arte y la literatura son pasadizos hacia la imaginación”, Irene Vallejo
Urbano y Rural, no es una contradicción. Disfrutamos de la concentración de estímulos y cultura, de la diversidad de oferta tanto como de la calma, el silencio, las tradiciones. Hay rincones en las ciudades que son pueblos y pueblos que encierran una gran ciudad. Hemos aprovechado para repasar la geografía más próxima, que también merece una escapada: Valdegovía, Añana, Oñati, Loiola, Zumárraga (leer: 'La Antigua de Zumarraga, una ermita catedral'), Peñacerrada, Agurain, Galarreta, Zalduondo, Hondarribia (leer: 'Hondarribia marinera y medieval, un enclave único en la costa de Gipuzkoa', o la Ruta de los Dólmenes de Rioja Alavesa. También hemos podido saldar la deuda con amigos a la que siempre prometíamos visitar y no encontrábamos el momento: Ainhoa en Merindades y los pueblos de Matarranya de los que tanto nos habían hablado Javi y Eli (leer: 'Matarraña, Teruel, una escapada perfecta'). Recrearnos en la belleza del cambio de estaciones nos levanta de la silla: la nieve, el otoño en un sorprendente bosque (leer: 'Cantabria, paseando por el mayor bosque de secuoyas de Europa'), en los Hayedos de Opakua, o en los pueblos del occidente de Asturias (leer: 'Taramundi y Oscos, el otoño en Asturias').
Hemos descubierto Plasencia y parte de la provincia de Huelva, donde hemos recorrido los pueblos del Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, maravillarnos con Riotinto, que tanto nos recuerda a Yellowstone, y terminar en Punta Umbría caminando por una playa infinita repleta de conchas que suenan como cantos de río con cada embestida de las olas.
Este año hemos vuelto a Madrid, a Mérida, a León y a Noruega (un clásico anual desde 2016), que nos ha regalado un verano radiante e inesperado, como os contamos en el artículo 'Oslo, Noruega, excursiones de sol y playa'.
La montaña, los pueblos y ciudades visitados nunca son los mismos. Este adolescente tiene mirada de halcón y se fija en diferentes detalles cada vez, nuestras cámaras registran otros enfoques. Salimos para completar nuestros archivos, para reeditar nuestra memoria, para comparar con otras visitas previas, descubrimos, reencontramos.
La acumulación de tanto material audiovisual ha generado un colapso, casi perdemos totalmente el material recopilado en 15 años de viajes y la recuperación y catalogación nos está llevando muchas horas, meses ya. Tal vez ha sido una llamada de atención, una forma de mantenernos cuerdos, aferrados a esos viajes, a esos sueños cumplidos que hoy se antojan mucho más complejos. Salir para volver a mirar, para volver a fotografiar, para detener el instante, ese tiempo que no sabíamos iba a congelarse de verdad. Este ha sido el año en el que nos hemos iniciado, tímidamente, en la Astrofotografía. El cielo nocturno nos ha vuelto a reunir con amigos. El próximo verano, ¡prepárate Vía Láctea!
Patrimonio de la Humanidad. Rodeados por una infinidad de listas, galardones y rankings de lugares a visitar, las distinciones de la UNESCO, que hablan de Bien Cultural, Natural y Mixto encajan bastante bien en nuestra búsqueda, y aunque no hay ninguna selección perfecta, la idea de proteger el patrimonio común nos convence. Tenemos pendiente hablar en el Guisante de Oviedo y su prerrománico, de Mérida y su conjunto arqueológico...
Un año, casi dos, con menos eventos y reuniones alrededor de una comida, de contención, de inventar nuevas formas de comunicar y de estar juntos. Tenemos que agradecer el gran esfuerzo desplegado y las invitaciones para conocer destinos trabajadas con responsabilidad.
Como puedes ver, tenemos mucho que celebrar. Es bueno contarle a este adolescente que todo esto es un privilegio, que merece la pena, aunque ahora esté más inseguro, menos productivo, y aunque ponernos en marcha suponga una carrera de obstáculos. Vamos a perseverar en hablar más con las personas que encontramos, conocer sus tradiciones, sus sueños, sus inquietudes, sus pasiones. Y tal vez, solo tal vez, este adolescente accederá a compartirlo por aquí. Vamos a seguir soñando con que otra forma de viajar es posible. El viaje es aprendizaje. Suena ahora mismo en la calle la melodía del “Cumpleaños Feliz” y es un bonito sueño creer que se la cantan a este pequeño Guisante. Y que pide un deseo: viajar y hacer planes de nuevo con familiares y amigos.
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