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Yayoi Kusama, Arte sin Límites Yayoi Kusama una pionera, convertida en icono cultural, ha teñido de color las salas del Museo Guggenheim Bilbao. Ha influido a generacio...

diciembre 18, 2023

Yayoi Kusama, Arte sin Límites

Kusama, 'Autoretrato', 2012, por El Guisante Verde Project

Yayoi Kusama una pionera, convertida en icono cultural, ha teñido de color las salas del Museo Guggenheim Bilbao. Ha influido a generaciones de artistas, desde Andy Warhol a Claes Oldenburg. Ambos se "inspiraron", en un sentido demasiado literal, en algunas de sus obras, obteniendo mayor reconocimiento que la creadora japonesa. Kusama lleva siete décadas construyendo una estética propia que, si bien fluye a través de infinidad de movimientos artísticos es, sobre todo, un reflejo de su filosofía de vida, sus problemas mentales y sus intentos de suicidio. Su biografía es apasionante, una de esas salas de espejos del infinito que tanto le obsesionan.

Yayoi Kusama, Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project

Nuestro último contacto con la obra de Kusama lo tuvimos, hace un par de años, en el singular Museo Kistefos, a poco más de 70 km al norte de Oslo, la capital de Noruega. Su impactante Shine of Life forma parte de la colección permanente de este museo que reparte sus obras entre los árboles del bosque que rodea su edificio principal. Una propuesta expositiva que nos pareció muy atractiva e interesante y que merecerá un artículo propio.

Yayoi Kusama, Shine of Life, por El Guisante Verde Project

La artista y escritora japonesa nació en Matsumoto, prefectura de Nagano, en 1929 y actualmente vive y trabaja en Tokio. La retrospectiva que le dedica el Museo Guggenheim Bilbao, recoge pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones y diverso material sobre sus happenings y performances, desde las primeras obras de adolescente, realizadas durante la II Guerra Mundial, hasta sus últimas instalaciones.

Kusama, 'Levantando el Telón', 1994, por El Guisante Verde Project

¿Qué nos muestra la obra de Kusama? Influencias del surrealismo, arte naif, reiteración, repetición, escándalo, provocación… En una artista tan longeva son muchos los elementos de contexto que necesitamos para no juzgar a la ligera: su formación en Japón, con profesores que enseñaban arte considerado "occidental", hasta que llegó la obligación de sustituirlos por otros más “tradicionales”. La creación en Estados Unidos de campos de trabajo para los japoneses tras el ataque a Pearl Harbour, y la experiencia en una fábrica, donde Kusama cosía paracaídas.


Kusama, 'Nido de Mariposas', 2004, por El Guisante Verde Project

Acontecimientos como la guerra de Vietnam, la catástrofe de Chernobil, la de Fukushima, y más recientes como la Covid 19, se van a ver reflejados en su arte junto a una constante, el refugio en las formas de las plantas, de las flores y las semillas, una referencia a su infancia. ¿Es su estancia en Estados Unidos lo que marca su carrera, o son los movimientos artísticos en Japón lo que hace que también ella influya en los artistas con los que coincide en Nueva York y que marcan el inicio del Pop Art? En sus comienzos en Japón formaba parte de un colectivo que invitaba a “hacer lo que nadie ha hecho antes” y, por lo que podemos ver en su carrera, ha logrado identificar aquello que podía encajar con los gustos de las masas: belleza, ingenuidad, provocación...

Kusama, 'Canción de una adicta al suicidio en Manhattan', 1999, por El Guisante Verde Project

Expuesta en dos salas del museo bilbaíno, además de un particular bonus en el tercer piso, los trabajos de Kusama se organizan en torno a seis temas clave de la vida de la artista. Las cuestiones existenciales que son el impulso de todas sus creaciones: Infinito, Acumulación, Conectividad Radical, lo Biocósmico, Muerte y la Energía de la Vida.

Kusama, "Retrato", 2015, por El Guisante Verde Project

El autorretrato, al igual que la repetición y los patrones, son una constante en su obra. Y ahí, en una pequeña sala presidida por “Retrato”, comienza nuestro viaje por el universo de la japonesa. Kusama, hija de comerciantes de semillas, creció rodeada de campos de flores y viveros, elementos que se reflejan en sus creaciones, y se expresan en “Lo Biocósmico”.

Kusama, 'Flores y Autoretrato', 1973, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Verano Blanco', 'Noche 1', 'Polen', 'Flor Negra', 'Flor', por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Obsesión por el sexo' (detalle), 1992, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Flor Roja', 1980,  por El Guisante Verde Project

Sus creaciones unen lo terrenal y lo celestial, formando un todo. Sus característicos lunares, símbolos cósmicos, los compara con los cuerpos celestes. El objeto más constante en este aspecto biocósmico son sus calabazas, que ya dibujaba con diez años y que identifica con un benéfico espíritu vegetal, de caprichosas formas.

Kusama, "Calabazas", 1998 - 2000, por El Guisante Verde Project

La naturaleza, lo orgánico, y las alucinaciones, que la artista sufría desde los diez años, en las que veía flores que la hablaban y patrones de tela que cobraban vida y la envolvían, siempre están presentes en el imaginario de Kusama. Las “Redes de Infinito” están tomadas directamente de sus visiones. Lienzos completamente trabajados, patrones de redes y puntos, interconexiones que envuelven al espectador y al universo entero. Su arte es el refugio al que la artista acudía para luchar contra las visiones y para escapar de una vida familiar sombría.

Kusama, 'Redes de Infinito (OQABT), 2007, por El Guisante Verde Project

De esa forma de entender el mundo vegetal como un elemento benefactor, sedante, curativo, nos viene a la memoria El viaje de Chihiro. La obra “amable” de creadores japoneses como el cineasta Miyazaky o la de Takashi Murakami, cuya muestra en el museo bilbaíno fue un gran éxito de público en 2009, están en nuestro imaginario al acercarnos a Kusama.

Kusama "Transmigración", 2011, por El Guisante Verde Project
Kusama "Redes de Infinito", 2, por El Guisante Verde Project
Kusama 'Acumulación de polvo de estrellas', 2001 y 'Germinando', 1992, por El Guisante Verde Project

Después de Infinito llega “Acumulación”, collages donde objetos cotidianos, como sillas o zapatos, se transforman por acumulación de materiales reciclados hasta convertirse en algo diferente. Esculturas blandas cosidas, como el sofá cubierto de protuberancias en forma de falo que presentó en junio de 1963 en la Green Gallery de Nueva York. Se llevó los mayores reconocimientos de una exposición en la participaban, entre otros, Claes Oldeburg. Apenas 3 meses más tarde, Oldenburg, que nunca antes había realizado ese tipo de escultura, presentó varias obras blandas cosidas que lo catapultaron a la fama internacional.

Kusama, 'Acumulación de manos', 1980, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'El momento de la regeneración', 2004, por El Guisante Verde Project

Kusama sufrió otra decepción poco después. Presentó un bote de pintura cubierto por una escultura blanda y todo el espacio expositivo tapizado de fotografías del bote, atrayendo nuevamente la atención de la crítica. Warhol, que visitó la instalación, cubrió más tarde las paredes de una exposición con fotografías de una vaca y lo demás es historia...

Kusama, 'Muchacha fálica', 1967, por El Guisante Verde Project

El feminismo, los derechos civiles, la revolución mediante el arte, la denuncia de los estereotipos de raza y género, o la política exterior estadounidense, en especial su intervención en Vietnam, espolean el espíritu creativo de Kusama, que vivía desde 1958 en Estados Unidos. A finales de los sesenta, la artista se centra en la provocación a través de los performances, o sus happenings de cuerpos desnudos cubiertos de lunares.

Kusama "Auto-obliteración", 1966 - 1974, por El Guisante Verde Project

La provocación y la denuncia formaban parte de las intervenciones de Kusama, como la invitación a “despertar a los muertos” del Moma de New York junto a 8 modelos desnudas, que al día siguiente todas las portadas recogen. Las fotografías de la bella Kusama ataviada solo con lunares, en su sofá hecho de guantes, o montando a caballo por la ciudad, comienzan a ser conocidas.

Son actos de auto-obliteración, un concepto fundamental en la filosofía de Yayoi Kusama. La anulación o eliminación del yo, una liberación en realidad, como forma de regeneración de la humanidad, buscando nuevas conexiones entre las personas, en especial con aquellas que viven en los márgenes de la sociedad. Es la "Conectividad Radical" de la exposición.

Kusama, auto-obliteración por El Guisante Verde Project

¿Dónde termina la denuncia y comienza el negocio? ¿Cuándo cambió de bando? Kusama consideraba que el arte en Estados Unidos estaba orientado al consumo. Pero lo cierto es que además de su faceta de artista y escritora, Kusama creó empresas de todo tipo, como las de muebles o decoración. Llegó a vender esferas de acero que reflejaban a los visitantes en la bienal de Venecia, al ver el éxito de una de sus obras con las que el público interactuaba. Inevitable comparar y acordarnos de la Puerta de la Nube de Anish Kapoor en Chicago o salir al exterior del Museo Guggenheim Bilbao para contemplar El gran árbol y el ojo, también del artista indio. Este verano los lunares de Kusama se reflejan en las esferas de Kapoor, también los artistas dialogan de formas insospechadas a través de sus obras.

Kusama y Kapoor en el Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Sin título' túnicas y vestido, 1968, por El Guisante Verde Project

La delicada frontera entre la vida y la "Muerte" es territorio donde la obra de Kusama se mueve a menudo. La Segunda Guerra Mundial y las muertes que la marcaron especialmente, como la de su padre, la llevan a considerar el fin biológico como una fase más de la existencia, que no acaba. Es un paso más hacia la eternidad.

Kusama, "Muerte de un Nervio", 1976, por El Guisante Verde Project

En la sala 301 del museo se encuentra una de las famosas Salas de Espejos del Infinito; estructuras luminosas donde lo imposible, lo mágico y lo galáctico se reúnen y nos permiten una inmersión completa en un espacio único. La instalación que se expone en el Museo Guggenheim Bilbao tiene la particularidad de que es la primera vez que se exhibe fuera del museo dedicado a la artista en Japón. Para disfrutarla es necesario utilizar un QR que nos dará el turno de entrada.

Kusama, 'Mujer con la sombra de un pájaro', 1978; 'Sin título', 1970; 'Mujer detrás de las hojas', 1978 y 'Mujer de pie en el bosque', 1978, por El Guisante Verde Project

En 1973 Kusama se trasladó a Japón. Su país natal no la acogió con los brazos abiertos, eran demasiados los “escándalos” que había protagonizado en Estados Unidos. Su salida de Nueva York la condenó al olvido. Desde 1977 reside, por voluntad propia, en un hospital psiquiátrico.

Kusama, 'Autorretrato', 1972, por El Guisante Verde Project

Sin embargo, la artista japonesa no dejó de trabajar, reinventándose, partiendo casi desde cero, un renacer, una nueva existencia. Un trabajo que se presenta como 'La Energía de la Vida'. En 1989 una retrospectiva organizada por el CICA de Nueva York fue el punto de inflexión que la obra de Kusama necesitaba. El pabellón japonés para la Bienal de Venecia de 1993, la gigantesca calabaza del muelle de Naoshima o las versiones de las instalaciones llamadas Jardines de Narcisos surgidas en varias ciudades, desde Nueva York a París, colocaron de nuevo a Yayoi Kusama en el lugar que la historia del arte tenía reservado para ella.

Kusama, 'Acabemos con la guerra', 2015, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Vayamos a ver las flores que brotan en el cielo. Con ellas hablé de amor', 2021 (central), por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Entre el cielo y la tierra', por El Guisante Verde Project
Kusama, 'El esplendor de cómo se muestran muchas figuras creativas desde el fondo del corazón', 2019, (frente espectadora), por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Ruego todos los días por el amor' (detalle), 2022, por El Guisante Verde Project

En 2017, el Museo Yayoi Kusama abre sus puertas en Tokio. Desde entonces, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Estados Unidos, Australia, Singapur, India, China, Canadá, Reino Unido, Japón... las exposiciones como la del Museo Guggenheim Bilbao, se suceden por medio mundo.

Kusama, 'Descubriendo el amor en el corazón', 2022 (derecha), por El Guisante Verde Project

¿Es una casualidad, o una tendencia, que varias de las últimas exposiciones en el Museo Guggenheim Bilbao tengan a una creadora por protagonista? Bourgeois, Vasconcelos, Lee Krasner, Alice Neel, o la propia Kusama. Las retrospectivas de Claus Oldenburg y sobre todo la de Warhol cosecharon grandes éxitos en el museo bilbaíno. Este verano la “musa Kusama” compite con su colorida y perturbadora obra.

Kusama, 'Dias de sombra verde', 1979, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Flor negra', 1986, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'En el dolor extremo...' (título poema),  2021, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Recuerdos de un apasionante amor', (detalle), 2016, por El Guisante Verde Project

Tendremos que esperar al final de la muestra para conocer su aceptación, si la artista japonesa logra tocar al público con esa insistente búsqueda de un mundo propio. Es un regalo poder seguir tantos años de la producción de un artista, inicios, referentes, obsesiones, materiales, y también poder compararla con la de otros artistas contemporáneos.

Kusama, 'Mariposa', 1994, por El Guisante Verde Project

Aunque Kusama se refugia en Tokio desde los ochenta, se diría que parte de su proceso creativo sigue en Estados Unidos, y puede que nos resulte más fácil a nosotros admirar sus piezas que a sus compatriotas. Que Tokio le dedique un museo, tal vez, es un logro mayor que el hecho de que el mundo occidental, tan necesitado de destacar ahora las obras de mujeres, coleccione sus obras.

Kusama, 'La puerta del prisionero, 1994 y 'Tedio', 1976, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Hojas muertas de maíz', 1945, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Mujeres que se fueron de turismo por el universo', 2017, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Conversaciones en el cielo', 2004, por El Guisante Verde Project
Kusama, sala 'La Fuerza de la Vida' - Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project

El verano parecía un buen momento para entrar en el universo de Yayoi Kusama. Hemos vuelto de nuevo a visitar la exposición para revisar el catálogo y algunas fechas de realización. ¿Evoluciona Yayoi Kusama o reitera propuestas cambiando los materiales y soportes? Podemos quedarnos con la mirada entre ingenua y esperanzadora que Kusuma nos ofrece, especialmente en sus obras desde 2020, tras la pandemia. Hay una celebración de la vida, un repaso, una reiteración de sus obsesiones. ¿Una vuelta a la niñez? Los títulos, algunos casi un poema, dan muestra de ello. Visitamos a Kusama una tercera vez, con el aliciente de ver la muestra dedicada a Lynette Yiadom-Boakye y sus retratos. Viajamos a través del arte y los colores.

Kusama, 'He aquí la figura de quien sobrevivió maravillosamiente al aislamiento', 2020, por El Guisante Verde Project

3 comentarios :

  1. Desde luego tiene un estilo muy peculiar. No la conocía
    Me gustan mucho más las pinturas. Gracias por mostrarlas

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    1. Es una artista muy polifacética, trabaja con muchos materiales diferentes, una experimentación constante. Con Kusama ocurre lo mismo que con un buen número de mujeres, en infinidad de campos. Son desconocidas para la mayoría, a pesar de que su trabajo sea igual o mejor que el de los hombres. Poco a poco esto irá cambiando, queda mucho por descubir. Gracias por comentar, María Grau, :)

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  2. Una gran publicación, muchas gracias! He visto a Yayoi Kusama dos veces hasta ahora. Una vez en el Centro Pompidou de Metz y más recientemente en Bilbao. Estoy particularmente impresionado por su desarrollo artístico. Muchos saludos y hasta pronto, Sonja

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