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septiembre 08, 2023

Marrakech: Tumbas Saadíes, el Mausoleo de al-Mansur

Mausoleo de al-Mansur, Sala de las Doce Columnas - Marrakech, por El Guisante Verde Project

Las Tumbas Saadíes, con la famosa Cámara de las Doce Columnas, la tumba de Ahmad al-Mansur, como elemento más atractivo de esta necrópolis real, son el mejor ejemplo de la arquitectura marroquí del período Saadí. Se encuentran junto a la Mezquita de la Kasbah y, actualmente, son uno de los lugares más visitados de Marrakech, la ciudad roja.

Vamos a caminar por la Kasbah, uno de los barrios de la Medina, donde nos esperan muchos de los lugares más interesantes de la ciudad: la Mezquita, el Palacio Badi, el Palacio de la Bahía, Dar Si Said o los callejones del mellah, el antiguo barrio judío. También aquí se levanta el mausoleo de la dinastía Saadí, las Tumbas Saadíes, y, un poco más apartado, el café Clock, donde, si tenemos suerte, tomaremos contacto con la cultura bereber.

La necrópolis de las Tumbas Saadíes es, en realidad, un jardín-cementerio amurallado, en parte por el muro de la qibla (el que marca la dirección de la oración), de la Mezquita de la Kasbah. En su interior veremos dos construcciones principales rodeadas de jardines por donde se reparten tumbas decoradas con azulejos de colores. Aunque la mayor parte de lo que podemos contemplar en la actualidad pertenece al período Saadí, existen algunas lagunas, también en cuanto a los personajes enterrados entre sus muros. Las bellas decoraciones en madera y mármol, los arabescos, azulejos, mocárabes y caligrafía son suficiente motivo para dedicarles una visita atenta y pausada.

Los orígenes del conjunto de tumbas no son bien conocidos. Hay que remontarse a finales del siglo XII, época almohade, aunque ninguna figura importante de esta dinastía se encuentra aquí enterrada. En el siglo XIV, sin embargo, la necrópolis sí acogió, aunque de forma temporal, a un ilustre personaje: el sultán Abu al-Hasan. El monarca falleció cerca de Marrakech y debido a la premura con que la tradición islámica obliga a realizar el entierro, su cuerpo se depositó en la ciudad, hasta su traslado definitivo cerca de Rabat. Una lápida en la Cámara de los Tres Nichos, recuerda ese enterramiento.

De las dos estructuras que componen el conjunto, la primera en construirse, rodeada de jardines, fue la que limita con la mezquita de la Kasbah. Es el hoy día conocido como qubba (mausoleo con cúpula) de Lalla Mas’uda. El elemento principal es una cámara central cuadrada, la parte más antigua de la necrópolis y, a pesar de que se la conoce como la Cámara de Lalla Mas’uda, acoger los restos de esta esposa del sultán no fue su propósito inicial.

Se construyó por orden de Abdallah al Ghalib, que gobernó entre 1557 y 1574, como lugar de reposo de su padre, Muhammad al-Shaykh. Las dimensiones de la cámara son modestas, un cuadrado de 4 metros de largo, y está cubierta por una bóveda de mocárabes cuyo estucado conserva parte de la policromía, destacando el azul y el oro. Las paredes superiores también están cubiertas de por decoración en estuco de motivos arabescos y geométricos, mientras que la parte inferior se cubre con mosaicos de azulejos, zelljj, que forman motivos geométricos de estrellas.

Ambas partes, superior e inferior, se encuentran separadas por bandas con inscripciones. Un nicho cubierto por dosel de mocárabes alberga la tumba de Lalla Mas’uda, además de un panel de mármol blanco tallado con una dedicatoria a la difunta. Es el mejor de los conservados en la necrópolis.

Bajo el reinado de Ahmad al-Mansur, hijo también de Muhammad al-Shaykh, los trabajos en la necrópolis recibieron un impulso decisivo. Al-Mansur fue el sultán más poderoso de la dinastía saadí. Cuando su madre, Lalla Mas’uda, falleció, 1591, al-Mansur decidió enterrarla en la misma cámara donde reposaba su padre, y la convirtió en la protagonista de ese espacio.

Para ello, modificó la decoración, añadió dos pequeñas salas rectangulares abiertas a los jardines y otra, la Gran Cámara, mucho mayor, puede que pensando en sí mismo para ocuparla como última morada.

Tumbas Saadies, Gran Cámara - Marrakech, por El Guisante Verde Project

La Cámara de Lalla Masu'da esta conectada con la Gran Cámara, un espacio rectangular de 10 por 6 metros, a través de una puerta rematada por un arco con mocárabes en el intradós y flanqueado por varias tallas. Las paredes inferiores están cubiertas de azulejos que presentan estrellas de 16 lados, mientras que el techo muestra una estructura de madera con decoración geométrica, llamado berchla.

Nota: esta es una información para los suscriptores y los que lleguéis aquí desde otro artículo o la web principal. Lo que habéis leído en los párrafos anteriores forma parte de nuestro próximo artículo sobre las Tumbas Saadíes de Marrakech.

Desde comienzos del verano de 2023, por motivos que desconocemos y sin que hasta el momento tengamos una explicación o una solución, Google ha pasado de indexar nuestros nuevos artículos en la hora siguiente a su publicación a tardar alrededor de dos meses. Nuestro artículo anterior, sobre la retrospectiva de Yayoi Kusama en el Museo Guggenheim de Bilbao, sigue sin estar indexado en Google. Probablemente terminará la exposición sin que aparezca en los resultados de búsqueda. Sin embargo, las entradas aparecen correctamente en el resto de buscadores. Esto es algo sorprendente, ya que, la práctica totalidad de ellos toma sus datos de Google.

No es asumible para nosotros, al menos mientras Google siga siendo el buscador hegemónico del mercado, esperar dos meses, o quien sabe cuánto tiempo, para que se indexen las nuevas entradas. Por ese motivo, iremos publicando un "avance" de las nuevas entradas, en las fechas que tengamos planificadas. De esa forma, esperamos que en el momento de su publicación completa y cuando la compartamos en redes sociales, ya se encuentre indexada la url, o al menos, su indexación esté más próxima.

Esperamos que esta situación sea temporal y poder volver a la normalidad pronto.

julio 22, 2023

Yayoi Kusama, un icono cultural en el Museo Guggenheim Bilbao

Kusama, 'Autoretrato', 2012, por El Guisante Verde Project

Yayoi Kusama una pionera, convertida en icono cultural, tiñe de color las salas del Museo Guggenheim Bilbao. Ha influido a generaciones de artistas, desde Andy Warhol a Claes Oldenburg. Ambos se "inspiraron", en un sentido demasiado literal, en algunas de sus obras, obteniendo mayor reconocimiento que la creadora japonesa. Kusama lleva siete décadas creando una estética propia que, si bien fluye a través de infinidad de movimientos artísticos es, sobre todo, un reflejo de su filosofía de vida, sus problemas mentales y sus intentos de suicidio. Su biografía es apasionante, una sala de espejos del infinito que tanto le obsesionan.

Yayoi Kusama, Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project

Nuestro último contacto con la obra de Kusama lo tuvimos, hace un par de años, en el singular Museo Kistefos, a poco más de 70 km al norte de Oslo, la capital de Noruega. Su impactante Shine of Life forma parte de la colección permanente de este museo que reparte sus obras entre los árboles del bosque que rodea su edificio principal. Una propuesta expositiva que nos pareció muy atractiva e interesante y que merecerá un artículo propio.

Yayoi Kusama, Shine of Life, por El Guisante Verde Project

La artista y escritora japonesa nació en Matsumoto, prefectura de Nagano, en 1929, y actualmente vive y trabaja en Tokio. La retrospectiva que le dedica el Museo Guggenheim Bilbao, recoge pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones y diverso material sobre sus happenings y performances, desde las primeras obras de adolescente, realizadas durante la II Guerra Mundial, hasta sus últimas instalaciones.

Kusama, 'Levantando el Telón', 1994, por El Guisante Verde Project

¿Qué nos muestra la obra de Kusama? Influencias del surrealismo, arte naif, reiteración, repetición, escándalo, provocación… En una artista tan longeva son muchos los elementos de contexto que necesitamos para no juzgar a la ligera: su formación en Japón, con profesores que enseñaban arte considerado "occidental", hasta que llegó la obligación de sustituirlos por otros más “tradicionales”. La creación, en Estados Unidos, de campos de trabajo para los japoneses, tras el ataque a Pearl Harbour, y su experiencia en una fábrica, donde Kusama cosía paracaídas.

Kusama, 'Nido de Mariposas', 2004, por El Guisante Verde Project

Acontecimientos como la guerra de Vietnam, la catástrofe de Chernobil, la de Fukushima, y más recientes como la Covid 19, se van a ver reflejados en su arte, junto a una constante, el refugio en las formas de las plantas, de las flores, las semillas, una referencia a su infancia. ¿Es su estancia en Estados Unidos lo que marca su carrera, o son los movimientos artísticos en Japón lo que hace que también ella influya en los artistas con los que coincide en Nueva York y que marcan el inicio del Pop Art? En sus comienzos en Japón formaba parte de un colectivo que invitaba a “hacer lo que nadie ha hecho antes” y por lo que podemos ver en su carrera ha logrado identificar aquello que podía encajar con los gustos de las masas, belleza, ingenuidad, provocación...

Kusama, 'Canción de una adicta al suicidio en Manhattan', 1999, por El Guisante Verde Project

Expuesta en dos salas del museo bilbaíno, además de un particular bonus en el tercer piso, los trabajos de Kusama se organizan en torno a seis temas clave de la vida de la artista, las cuestiones existenciales que son el impulso de todas sus creaciones: Infinito, Acumulación, Conectividad Radical, Lo Biocósmico, Muerte y La Energía de la Vida.

Kusama, "Retrato", 2015, por El Guisante Verde Project

El autorretrato, al igual que la repetición y los patrones, son una constante en su obra. Y ahí, en una pequeña sala presidida por “Retrato”, comienza nuestro viaje por el universo de la japonesa. Kusama, hija de comerciantes de semillas, creció rodeada de campos de flores y viveros, elementos que se reflejan en sus creaciones, y se expresa en “Lo Biocósmico”.

Kusama, 'Flores y Autoretrato', 1973, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Verano Blanco', 'Noche 1', 'Polen', 'Flor Negra', 'Flor', por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Obsesión por el sexo' (detalle), 1992, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Flor Roja', 1980,  por El Guisante Verde Project

Sus creaciones unen lo terrenal y lo celestial, formando un todo. Sus característicos lunares, símbolos cósmicos, los compara con los cuerpos celestes. El objeto más constante en este aspecto biocósmico son sus calabazas, que ya dibujaba con diez años y que identifica con un benéfico espíritu vegetal, de caprichosas formas.

Kusama, "Calabazas", 1998 - 2000, por El Guisante Verde Project

La naturaleza, lo orgánico, y las alucinaciones que la artista sufría desde los diez años en las que veía flores que la hablaban y patrones de tela que cobraban vida y la envolvían siempre están presentes en el imaginario de Kusama. Las “Redes de Infinito” están tomadas directamente de sus visiones. Lienzos completamente trabajados, patrones de redes y puntos, interconexiones que envuelven al espectador y al universo entero. Su arte es el refugio al que la artista acudía para luchar contra las visiones y para escapar de una vida familiar sombría.

Kusama, 'Redes de Infinito (OQABT), 2007, por El Guisante Verde Project

De esa forma de entender el mundo vegetal como un elemento benefactor, sedante, curativo, nos viene a la memoria El viaje de Chihiro. La obra “amable” de creadores japoneses como el cineasta Miyazaky o la de Takashi Murakami, cuya muestra en el museo bilbaíno fue un gran éxito de público en 2009, están en nuestro imaginario al acercarnos a Kusama.

Kusama "Transmigración", 2011, por El Guisante Verde Project
Kusama "Redes de Infinito", 2, por El Guisante Verde Project
Kusama 'Acumulación de polvo de estrellas', 2001 y 'Germinando', 1992, por El Guisante Verde Project

Después de Infinito llega “Acumulación”, collages donde objetos cotidianos, como sillas o zapatos, se transforman por acumulación de materiales reciclados hasta convertirse en algo diferente. Esculturas blandas cosidas, como el sofá cubierto de protuberancias cosidas en forma de falo que presentó en junio de 1963 en la Green Gallery de Nueva York. Se llevó los mayores reconocimientos de una exposición en la participaban, entre otros, Claes Oldeburg. Apenas 3 meses más tarde, Oldenburg, que nunca había realizado antes ese tipo de escultura, presentó varias obras blandas cosidas que lo catapultaron a la fama internacional.

Kusama, 'Acumulación de manos', 1980, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'El momento de la regeneración', 2004, por El Guisante Verde Project

Kusama sufrió otra decepción poco después. Presentó un bote de pintura cubierto por una escultura blanda y todo el espacio expositivo tapizado de fotografías del bote, atrayendo nuevamente la atención de la crítica. Warhol, que visitó la instalación, cubrió más tarde las paredes de una exposición con fotografías de una vaca, lo demás es historia...

Kusama, 'Muchacha fálica', 1967, por El Guisante Verde Project

El feminismo, los derechos civiles, la revolución mediante el arte, la denuncia de los estereotipos de raza y género, o la política exterior estadounidense, en especial, su intervención en Vietnam, espolean el espíritu creativo de Kusama, que vivía desde 1958 en Estados Unidos. A finales de los sesenta la artista se centra en la provocación a través de los performances, o sus happenings de cuerpos desnudos cubiertos de lunares.

Kusama "Auto-obliteración", 1966 - 1974, por El Guisante Verde Project

La provocación y la denuncia formaban parte de las intervenciones de Kusama, como la invitación a “despertar a los muertos” del Moma de New York junto a 8 modelos desnudas, que al dia siguiente todas las portadas recogen. Las fotografías de la bella Kusama ataviada solo con lunares, en su sofá hecho de guantes, o, montando a caballo por la ciudad, comienzan a ser conocidas.

Son actos de auto-obliteración, un concepto fundamental en la filosofía de Yayoi Kusama. La anulación o eliminación del yo, una liberación en realidad, como forma de regeneración de la humanidad, buscando nuevas conexiones entre las personas, en especial con aquellas que viven en los márgenes de la sociedad. Es la "Conectividad Radical" de la exposición.

Kusama, auto-obliteración por El Guisante Verde Project

¿Dónde termina la denuncia y comienza el negocio? ¿Cuándo cambió de bando? Kusama consideraba que el arte en Estados Unidos estaba orientado al consumo. Pero lo cierto es que además de su faceta de artista y escritora, Kusama creó empresas de todo tipo, de muebles, de decoración. Llegó a vender esferas de acero que reflejaban a los visitantes en la bienal de Venecia, al ver el éxito de una de sus obras con las que el público interactuaba. Inevitable comparar y acordarnos de la Puerta de la Nube de Anish Kapoor en Chicago y salir al exterior del Museo Guggenheim Bilbao con El gran árbol y el ojo, también del artista indio. Este verano los lunares de Kusama se reflejan en las esferas de Kapoor, también los artistas dialogan de formas insospechadas a través de sus obras.

Kusama y Kapoor en el Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Sin título' túnicas y vestido, 1968, por El Guisante Verde Project

La delicada frontera entre la vida y la "Muerte" es territorio donde la obra de Kusama se mueve a menudo. La Segunda Guerra Mundial y las muertes que la marcaron especialmente, como la de su padre, la llevan a considerar el fin biológico como una fase más de la existencia, que no acaba, un paso más hace la eternidad.

Kusama, "Muerte de un Nervio", 1976, por El Guisante Verde Project

En la sala 301 del museo se encuentra una de las famosas Salas de Espejos del Infinito, estructuras luminosas donde lo imposible, lo mágico y lo galáctico se reúnen y nos permiten una inmersión completa en un espacio único. La instalación que se expone en el Museo Guggenheim Bilbao tiene la particularidad de que es la primera vez que se exhibe fuera del museo dedicado a la artista en Japón. Para disfrutarla es necesario utilizar un QR que nos dará el turno de entrada.

Kusama, 'Mujer con la sombra de un pájaro', 1978; 'Sin título', 1970; 'Mujer detrás de las hojas', 1978 y 'Mujer de pie en el bosque', 1978, por El Guisante Verde Project

En 1973 Kusama se trasladó a Japón. Su país natal no la acogió con los brazos abiertos, eran demasiados los “escándalos” que había protagonizado en Estados Unidos. Su salida de Nueva York la condenó al olvido. Desde 1977 reside, por voluntad propia, en un hospital psiquiátrico.

Kusama, 'Autorretrato', 1972, por El Guisante Verde Project

Sin embargo, la artista japonesa no dejó de trabajar, reinventándose, partiendo casi desde cero, un renacer, una nueva existencia. Un trabajo que se presenta en la retrospectiva como 'La Energía de la Vida'. En 1989 una retrospectiva organizada por el CICA de Nueva York fue el punto de inflexión que la obra de Kusama necesitaba. El pabellón japonés para la Bienal de Venecia de 1993, la gigantesca calabaza del muelle de Naoshima o las versiones de las instalaciones llamadas Jardines de Narcisos surgidas en varias ciudades desde Nueva York a París colocaron de nuevo a Yayoi Kusama en el lugar que la historia del arte tenía reservado para ella.

Kusama, 'Acabemos con la guerra', 2015, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Vayamos a ver las flores que brotan en el cielo. Con ellas hablé de amor', 2021 (central), por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Entre el cielo y la tierra', por El Guisante Verde Project
Kusama, 'El esplendor de cómo se muestran muchas figuras creativas desde el fondo del corazón', 2019, (frente espectadora), por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Ruego todos los días por el amor' (detalle), 2022, por El Guisante Verde Project

En 2017, el Museo Yayoi Kusama abre sus puertas en Tokio. Desde entonces, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Estados Unidos, Australia, Singapur, India, China, Canadá, Reino Unido, Japón... Las exposiciones, como la del Museo Guggenheim Bilbao, se suceden por medio mundo.

Kusama, 'Descubriendo el amor en el corazón', 2022 (derecha), por El Guisante Verde Project

¿Es una casualidad, o una tendencia, que varias de las últimas exposiciones en el Museo Guggenheim Bilbao tengan a una creadora por protagonista? Bourgeois, Vasconcelos, Lee Krasner, Alice Neel, o la propia Kusama. Las retrospectivas de Claus Oldenburg y sobre todo la de Warhol cosecharon grandes éxitos en el museo bilbaíno, este verano la “musa Kusama” compite con su colorida y perturbadora obra.

Kusama, 'Dias de sombra verde', 1979, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Flor negra', 1986, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'En el dolor extremo...' (título poema),  2021, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Recuerdos de un apasionante amor', (detalle), 2016, por El Guisante Verde Project

Tendremos que esperar al final de la muestra para conocer su aceptación, si la artista japonesa logra tocar al público con esa insistente búsqueda de un mundo propio. Es un regalo poder seguir tantos años de la producción de un artista, inicios, referentes, obsesiones, materiales, y también poder compararla con la de otros artistas contemporáneos.

Kusama, 'Mariposa', 1994, por El Guisante Verde Project

Aunque Kusama se refugia en Tokio desde los ochenta, se diría que parte de su proceso creativo sigue en Estados Unidos, y puede que nos resulte más fácil a nosotros admirar sus piezas que a sus compatriotas. Que Tokio le dedique un museo tal vez es un logro mayor que el hecho de que el mundo occidental, tan necesitado de destacar ahora las obras de mujeres, coleccione sus obras.

Kusama, 'La puerta del prisionero, 1994 y 'Tedio', 1976, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Hojas muertas de maíz', 1945, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Mujeres que se fueron de turismo por el universo', 2017, por El Guisante Verde Project
Kusama, 'Conversaciones en el cielo', 2004, por El Guisante Verde Project
Kusama, sala 'La Fuerza de la Vida' - Museo Guggenheim Bilbao, por El Guisante Verde Project

El verano parece un buen momento para entrar en el universo de Yayoi Kusama. Hemos vuelto de nuevo a visitar la exposición para revisar el catálogo y algunas fechas de realización. ¿Evoluciona Yayoi Kusama o reitera propuestas cambiando los materiales y soportes? Podemos quedarnos con una mirada entre ingenua y esperanzadora que Kusuma nos ofrece, especialmente en sus obras desde 2020, tras la pandemia, hay una celebración de la vida, un repaso, una reiteración de sus obsesiones, ¿una vuelta a la niñez?, y los títulos, algunos casi un poema, dan muestra de ello. Volveremos a visitar a Kusama una tercera vez, con el aliciente de ver la muestra dedicada a Lynette Yiadom-Boakye y sus retratos. Viajamos a través del arte y los colores.

Kusama, 'He aquí la figura de quien sobrevivió maravillosamiente al aislamiento', 2020, por El Guisante Verde Project

junio 21, 2023

Territorio Artlanza, la escultura más grande del mundo está en Burgos

Territorio Artlanza, 9, por El Guisante Verde Project

En el corazón de la comarca del Arlanza se encuentra el pueblo de Quintanilla del Agua (Burgos), junto al Camino del Cid. Allí nació Félix Yañez, el ceramista que ha creado la escultura más grande del mundo, como a él le gusta llamar a su obra, el Territorio Artlanza.

Un proyecto insólito, que se mantiene vivo, en constante crecimiento desde hace 15 años; el sueño de un escultor, que se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más peculiares de la provincia. Otro de los lugares curiosos de la comarca del Arlanza que merecen una visita, es el reconstruido cementerio de Sad Hill, del mítico western “El bueno, el feo y el malo”, situado a menos de 40 km de Quintanilla.

Burgos, Cementerio de Sad Hill, por El Guisante Verde Project

Félix Yañez se inició muy joven en el oficio de ceramista, trabajando en su taller y vendiendo sus creaciones en las ferias de artesanía. Sin embargo, la crisis financiera de 2008 desbarató su modo de vida; muchos talleres desaparecieron a consecuencia de la drástica caída de las ventas.

Burgos, Territorio Artlanza, callejón y arco, por El Guisante Verde Project

Félix, unido de manera indeleble a su pueblo, se reinventó. Decidió decorar los alrededores de su taller construyendo una típica plaza castellana, una idea que, como él mismo señala, era un brindis al Sol. Su idea era crear un espacio para uso y disfrute de la familia, que también se puso manos a la obra. Sus hermanos, su padre, con 80 años, e incluso su suegro, al que de salida no le hizo mucha gracia la “expropiación” de una pequeña parcela del viñedo, apenas 400 m², le acompañaron en la aventura.

Territorio Artlanza, Barbería, por El Guisante Verde Project

Una vez terminada la Plaza San Pedro, el lugar suscitó a la atención de un número, cada vez mayor, de personas, que se acercaban a conocerlo. Después de la plaza Félix decide hacer un soportal, que es lo típico de los pueblos del Valle del Arlanza. En ese momento, la vida de Félix Yañez, de su familia y la de Quintanilla del Agua, estaba a punto de sufrir, de nuevo, un vuelco. En la cabeza de Félix tomaba forma la recreación de un pueblo medieval de la zona, también del pueblo donde pasó su niñez.

Territorio Artlanza, 5, por El Guisante Verde Project

No tenía un plano, las construcciones van surgiendo sobre la marcha. Es difícil planificar porque nunca sabe lo que se va a encontrar en las viejas casas derribadas y en las escombreras de dónde saca la mayor parte de la materia prima para su obra, adobes, palos de enebro, cantos rodados…, los materiales de construcción típicos de la zona. Para él es una escultura, a lo grande.

junio 15, 2023

Roma, 30 Visitas Imprescindibles en la Ciudad Eterna (II)

Foro Romano, desde el Palatino - Roma, por El Guisante Verde Project

Vamos con la segunda parte de nuestras 30 visitas imprescindibles en Roma. Si, Roma es caos, ruido, tráfico, multitudes, arcos de seguridad, colas y esperas, pero, a veces, en horas tempranas, en la hora azul, de noche, entre semana o fuera de temporada, vuelve a ser ese lugar que encandiló a los románticos, a los viajeros del Grand Tour. Se convierte un lugar alegre, bullicioso, en el que se come muy bien y donde nuestra atención se ve constantemente alterada por encontrarnos con “viejos conocidos” que han saltado de nuestros libros de arte a la calle.

PIazza Navona, Fuente de Neptuno - Roma, por El Guisante Verde Project

Nuestro viaje es deliberadamente nostálgico (algunas de las fotos lo ilustran muy bien). No hablamos de los futuristas, del diseño, o del arte contemporáneo. Ya sabemos que los arquitectos actuales tienen presencia allí, pero nuestro foco sigue siendo la Roma que asimilaba las culturas de los lugares conquistados, la Roma que, emulando y compitiendo con Florencia, recuperó el Mundo Clásico en el Renacimiento, la Roma que con sus excesos extendió el Barroco y comenzó a crear fachadas curvas y teatrales interiores. La Roma cuyas esculturas en mármol cobran vida, y los personajes de la calle se convierten en santos y mártires en los cuadros; la Roma del Trastevere, la Roma de las más de 900 iglesias; la Roma del Vaticano, de los excesos papales, de las colecciones y los museos inabarcables.

Fuente de Moisés - Roma, por El Guisante Verde Project

La Roma en la que Caravaggio, Borromini, Canova, Miguel Ángel o Bernini, compiten con el fantasma de Nerón, la Boca de la Verdad, los cuernos del Moisés o con una piña gigante. Una Roma donde detenerse para admirar los mosaicos, los cosmati o el culto a Mitra supone un enorme esfuerzo de atención. Leer y viajar, mirar el conjunto y admirar el detalle.

Completamos nuestra propuesta con estos nuevos 15 lugares que se suman al artículo anterior: "Roma, 30 visitas imprescindibles en la Ciudad Eterna". A veces, en lugar de sumar, multiplicamos, con algunos extras entre líneas... ¿Nos acompañas?

16. Piazza del Popolo. Monumental entrada norte a la ciudad, tres iglesias y un obelisco que dejan claro el poderío de Roma a los recién llegados. Una historia de fantasmas da origen a Santa María del Popolo, iglesia que guarda dos excepcionales trabajos de Caravaggio. Las vistas desde la colina del Pincio nos explican por qué esta zona se llama Tridente.

Piazza del Popolo, desde Pincio - Roma, por El Guisante Verde Project

17. Piazza di Spagna. La escalinata más famosa de Roma fue desprovista por decreto de aquello que le dio fama: las multitudes sentadas en sus escalones. Sigue siendo punto de encuentro para locales y foráneos. La rivalidad hispano-francesa de la época se inclinó del lado español a la hora de poner nombre a este lugar. No deja de ser curioso teniendo en cuenta quien pagó su construcción.


18. Jardines y Galería Borghese, cuando el coleccionista es el sobrino de un papa.

Villa Borghese, Lago y Templo de Esculapio - Roma, por El Guisante Verde Project

19. Fontana di Trevi. Las aguas de la más monumental de las fuentes romanas pueden conseguir que volvamos a Roma, y algo más...


20. Santa María della Vittoria. En esta pequeña iglesia, Bernini caminó en el filo de la delgada línea que separa lo místico de lo erótico.

Santa Maria della Vittoria, 'Extasis de Santa Teresa', Bernini - Roma, por El Guisante Verde Project