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Matarraña, Teruel, una escapada perfecta A medida que avanzamos por la pista de tierra, la nube de polvo que nos envuelve delataría nuestra presencia a kilómetros, aunque únicame...

agosto 29, 2020

Matarraña, Teruel, una escapada perfecta

Ermita y Poblado Ibero de San Antonio - Calaceite; Matarraña
A medida que avanzamos por la pista de tierra, la nube de polvo que nos envuelve delataría nuestra presencia a kilómetros, aunque únicamente son testigos de nuestro paso decenas de viejos olivos de troncos retorcidos. Sobre el cielo despejado el astro rey se muestra inclemente en julio, y el aire se llena de ese olor tan característico que desprende la madera cuando se calienta. Buscamos las huellas que los pobladores prehistóricos de estas tierras dejaron pintadas en la roca, hoy convertidas en Patrimonio de la Humanidad. El sonido de las cigarras es la banda sonora que nos acompaña y, por momentos, resulta atronador. Con razón escuchamos decir por aquí que “En julio es de gran tabarra el canto de la cigarra”. Nos movemos despacio, atentos a los cruces de caminos y a las señales, que solamente indican que estamos en la dirección correcta, sin dar una pista de la distancia o el tiempo que nos queda hasta llegar a nuestro destino, aunque realmente no es necesario. Aquí la prisa no existe. Estamos en Matarraña, Teruel, la escapada perfecta.

Pasarelas del Parrizal - Beceite, Matarraña

Por fin hemos visitado, recorrido, aspirado, nos hemos empapado de Matarraña, Matarranya, en la provincia de Teruel, un espacio fronterizo, al que le teníamos ganas, muchas ganas. Casi una semana en dedicación exclusiva para degustar, perdernos, recorrer, preguntar, escuchar, mirar sin prisas, llegar un poco tarde a todo, al desayuno, a la cena, a la foto, al baño...

Creo que os va a gustar el pueblo de mi abuela: Cretas”, nos dice Arantxa mientras preparamos las mochilas para la jornada.

Cretas - Matarraña, Teruel
Plaza Mayor - Cretas, Matarraña
Portal Capilla de San Roque - Cretas, Matarraña

Sus pueblos, un total de 18, entre los que podemos destacar Beceite, Cretas, La Fresneda, Calaceite o Valderrobres, nos observan, nos esperan desde lo alto de esos riscos naturales que propiciaban asentamientos desde hace siglos, como nos muestran los restos de los seis poblados iberos que conserva Matarraña.

Tenéis que ver el atardecer en el poblado de San Antonio”, fue una de las consignas que nos dieron en nuestros primeros días por Matarranya.

Poblado Ibérico de San Antonio - Calaceite, Matarraña

Atardeceres que otros pueblos, los iberos, ya contemplaban en el siglo V a.C., desde su puesto privilegiado en el poblado de San Antonio, junto a Calaceite, donde aún podemos ver y adivinar las calles, las habitaciones, la torre de casi 30 metros de alto, las salas que estuvieron repletas de vasijas ¿para conmemorar qué?, las piedras ordenadas nos hablan de la opulencia de sus moradores, y este es un buen lugar para ver terminar el día. Nos sorprende econtrarnos solamente con una familia disfrutando de la vista, mientras comentamos la belleza de las montañas que nos rodean, las vías verdes que recorren el paisaje, y lo extraño de un verano en el que nuestra interlocutura en ese rincón perdido de Teruel es la alpinista más famosa del mundo.

Arte Rupestre en La Fenellossa - Beceite, Matarraña

Barreras naturales, atalayas, desde las que ver llegar desde arriba a los conquistadores, a los enemigos, a los vendedores, a los viajeros. Nombres que anuncian los campos que veremos llenos de olivos, de almendros, vides, melocotoneros, de pinturas rupestres, de empinadas cuestas, de palacios y soportales, castillos, ermitas y túmulos funerarios. Salir a la caza de pinturas rupestres como las de Roca dels Moros y els Gascons en Cretas o la Fenellasa en la entrada al Parrissal de Beceite, es como participar en un juego de pistas, hay que encontrar los restos de pigmentos en la roca.

Murallas, farallones, piedras que invitan a incorporar castillos como el de Valderrobres, que se construye rodeando e integrando la roca existente, hoy visible en su patio.

Castillo de Valderrobres - Matarraña
Valderrobres - Matarraña, Teruel
Beceite - Matarraña, Teruel
Ayuntamiento de Beceite - Matarraña, Teruel
Portal de San Gregorio - Beceite, Matarraña
Plaza de España - Calaceite, Matarraña
Calaceite - Matarraña, Teruel
Siguiendo una estrecha pista de tierra, que parte de La Fresneda atravesando campos de almendros y olivos, nos adentramos en un bosque cada vez más cerrado, hasta que, de pronto, nos encontraremos en las ruinas del conjunto del siglo XVIII del monasterio de la Virgen de la Gracia. Allí el bosque y la vegetación son ahora los dueños de la antigua hospedería y de las tres naves de la iglesia, que fueron construidas aprovechando de nuevo la roca del terreno, esta es visible y aún sostiene parte de los edificios.

Monasterio de la Virgen de la Gracia - La Fresneda, Matarraña
La Fresneda - Matarraña, Teruel
Capilla del Pilar - La Fresneda, Matarraña
Recorrer con calma las carreteras hacia el sur nos lleva hasta el Santuario de la Virgen de la Fuente, junto al sonoro Peñarroya de Tastavins. Por si el bello claustro y la decorada portada de una de sus dos ermitas no fuera suficiente reclamo, degustamos los platos de la hospedería. Recién abierta, "el confinamiento nos encontró pintando el recinto", nos cuenta, entre resignado y esperanzado ante el tímido aumento de las visitas, el responsable del establecimiento; somos los únicos clientes en el comedor.

Santuario de la Virgen de la Fuente - Matarraña
Agua, agua, agua, este ha sido un año con muchas lluvias, y con una impresionante nevada, “si veis árboles partidos ha sido por culpa de la nieve”, nos dice un vecino de Valjunquera mientras nos enseña la altura, más de 70 cm, a la que llegaba la nieve en un video grabado en su móvil. Paisajes frondosos, la vegetación está pletórica, nos gusta mucho recorrer montañas forradas de verde, y desde luego parece recibirnos altiva, demostrando que, al menos este año que la hemos dejado sola, es ella, la naturaleza, la tierra, quien se impone.

Aguas Cristalinas del rio Matarraña - Teruel

Agua, agua, agua. Cercanos a Beceite, el agua es la protagonista en los espectaculares parajes naturales del Parrizal y la Pesquera, también en el Salt de Perellada, o las más modestas pozas en Torre del Compte. Agua ansiada, inimaginable mientras recorremos esos cascos históricos color de arena a más de 30 grados de temperatura, cerrados a cal y canto a las horas centrales del día, vacíos, a la espera, refugiados, protegidos, abrasados.

Paraje Natural Font de la Rabosa - Beceite, Matarraña

Los vecinos de Beceite charlan en las puertas de sus casas al caer la noche y bajar la temperatura, algunos llegan con la toalla al hombro después de haberse bañado en la cercana piscina natural de la Font de la Rabosa, que en un enfoque corto de la cámara parece aislada en mitad de la nada, aunque se encuentra en medio de las construcciones del pueblo. Semana de sofocantes calores estivales, de escapadas al agua, la pregunta es ¿dónde has ido a bañarte hoy?, ¿al pantano, a la Pesquera?

Embalse de Pena - Beceite, Matarraña
El Parrizal - Beceite, Matarraña
Ruta del Parrizal - Beceite, Matarraña
Este año la piscina natural en la entrada del Parrizal, que disfrutan los visitantes y residentes, no se ha llenado. Mientras recorremos los 6 km sobre las pasarelas, que parecen recién colocadas, es una tentación constante el agua cristalina en la que no nos podemos bañar, el baño está prohibido en toda la ruta, hay que preservar el agua de boca, que da de beber a la zona. El Parrizal es una de las bellezas por las que acudir hasta aquí, sin duda el recorrido más conocido, este año tiene menos visitantes, aunque de todas formas hay que reservar plaza y turno, de nuevo elegimos la tarde. Nos adentramos perdiendo enseguida la noción de distancia recorrida, con las muchas curvas de la garganta y sobre todo por la transparencia del agua que nos hace detenernos a observar una y otra vez. Cuando parece que hemos llegado al final y pequeñas cascadas en la pared de roca nos regalan una ducha que alivia el calor, queda todavía cruzar con atención hacia la derecha por entre las piedras para llegar a Els Estrets, una inmensa piscina natural, enmarcada por paredes de 60 metros de altura, que nos recuerdan el increíble trabajo del agua para desgastar y esculpir este paraje.

Els Estrets en el Parrizal - Matarraña

Omar nos chiva un lugar de baño sólo conocido por los del pueblo cerca de Torre del Compte. Es una suerte para nosotros encontrarle este verano en Matarraña. Desde hace años trabaja de abril a octubre en el mercado de pescado de Bergen, en Noruega, y aprovecha el resto del tiempo para viajar, salvo este año extraño en el que ha aprovechado para sembrar y disfrutar de su huerta cerca de la Fresneda.

Nos bañamos en todas las pozas vacías de La Pesquera, regulado el acceso y el aforo, ahora aún más restringido, hay que planificar la visita y comprar la entrada en la web del ayuntamiento de Beceite, la tarde y su luz nos parece la mejor opción, hay 15 zonas de parking y es fácil bañarnos solos... ¿Cómo está el agua tan caliente?. Con temperaturas que llegan a los 38ºC no parece tan extraño, aún así hay diferencia con el agua de otros ríos.

Montañas en La Pesquera - Beceite, Matarranya
La Pesquera - Beceite, Matarranya
Rio Ulldemo, la Pesquera - Beceite, Matarraña
Eli, de Turismo de Matarranya, nos explica que la temperatura del agua tiene que ver con las capas freáticas; mientras hablamos de la excepcional calidad del agua, se cuela en la conversación la incertidumbre de vecinos y comerciantes durante el confinamiento, que se agrupaban y animaban en grupos de whatsapp. Algunos se han convertido en equipos que construyen proyectos y comunidad entre diferentes.

Distancia, distancia, distancia. Aunque es una palabra demasiado repetida este verano, adquiere aquí para nosotros otro significado. Kilómetros que alejan y a la vez acercan; infancia, bicicletas, observar la ilusión adolescente de salir disparado apenas has terminado de comer para irte con amigos. Senderos y rutas para nosotros solos. La quietud en el pueblo a partir de las 12 de la noche, el cielo sin esa competencia constante de las luces de la ciudad. La corriente del rio como música de fondo.

Luz, luz, luz, una luz y espacios abiertos que echábamos mucho en falta estos meses parados, aislados, a la espera... de añadir Matarranya a nuestra lista de favoritos.

Montañas de Matarraña
Es este un territorio montañoso, con los Puertos de Beceite, las Rocas del Masmut, hablamos de alturas de menos de 1500 metros, que nos hacen sentir como en casa. Sabemos que se van a quedar muchos recorridos para una próxima visita, llegar hasta Mola de Lino, o ascender a Peñagalera o a la Caixa y observar desde allí el embalse de Pena, recorrer tramos tentadores del GR 8 y varios senderos de pequeño recorrido PR que apetece atacar en otoño, con temperaturas más bajas. Esta es una visita sin prisas, de aproximación, de exploración, así que preguntamos a todo el que se deja.

Yo sigo viviendo en el pueblo aunque mi pareja viva fuera, no renuncio a mi casa, los fines de semana viajamos para estar juntos”, es otro de los testimonios que recogemos; dicen que la medida de este aislamiento es la de los amantes separados...

Formaciones rocosas en Matarraña
Pasto para el Invierno en Matarraña
Árboles y Rocas, paisajes de Matarraña
Montañas de roca en Matarraña
Hablamos con un enamorado de esta zona, Onofre, que se trasladó aquí por su pareja, fibroso, inquieto, se ha acostumbrado a este clima, muy distinto del de su Donostia natal, y a la bicicleta. Son muchos los que vienen aquí para hacer rutas de BTT de varios días, y hemos podido comprobar que los retos que proponen son para venir, de verdad, entrenado. Nos ha sorprendido la cantidad de rutas y la abundante señalización para los ciclistas.

(...) tengo mucha hambre, estoy muy cansada. ¡He hecho 27km con la bici!” nos dice contenta una niña de 7 años que, acompañada de sus padres, ha hecho parte de la vía verde Val de Zafán. El resto de múltiples recorridos hacen las delicias de los modernos centauros con ruedas.

Antiguas Fábricas de Papel en Becetie - Matarraña
Matarraña es un territorio cuya identidad tenemos que cuidar, proteger, respetar y difundir”, nos dicen mientras adquirimos las entradas para visitar el museo y el castillo de Valderrobres. Parece que es un mensaje que ha calado entre muchos de sus pobladores, acostumbrados a ser autosuficientes, resilientes, orgullosos de su patrimonio.

Estar alojados en el hotel La Fábrica de Solfa en Beceite es hacerlo en el núcleo de lo que fueron las fábricas de papel que dieron riqueza a la zona. El agua, uno de sus recursos más valiosos, movía estos molinos. Los impuestos sobre el papel, que aumentaron su precio, hicieron el resto.

Hotel La Fábrica de Solfa - Beceite, Matarraña
Restaurante La Fábrica de Solfa, Matarranya
Risotto de Cochayuyo - La Fábrica de Solfa, Matarranya
La familia que regenta el hotel, se puso manos a la obra con la restauración de esta antigua fábrica, que ahora ofrece 8 habitaciones y un restaurante en el que todo el tiempo oímos hablar de la huerta de Pascual. Pascual ha inculcado a sus hijos “las cosas bien hechas”. La gastronomía Km0 no es aquí una pose, con materias primas como el Jamón de Teruel, la miel, las almendras, el aceite, los melocotones... y otras muchas que se trasladan a la carta del restaurante en forma de mermeladas, el ¡chutney de pimiento verde!, el timbal de bacalao, el risotto de cochayuyo y trompetilla negra con queso de oveja de Morella, las carrilleras...

"Este aperitivo con pepino, albahaca y ajo, tiene que llevar algo más". Nos sorprende el toque de alcachofa de la patata turma que acompaña al lingote de Ternasco de Aragón. Recuperar y mantener productos y sabores tradicionales con una puesta en escena original, como los fessols de beseit, servidos ahora en ensalada con bacalao marinado a la naranja y albahaca con pate de oliva Empeltre. “Que el cocinero experimente, que arriesgue”.

Fessol de Beseit - Hotel La Fábrica de Solfa, Beceite, Matarraña

Carrilleras - La Fábrica de Solfa, Matarranya
Lingote de Ternasco - La Fábrica de Solfa, Matarranya
Hablar con Javi, uno de los dueños, es hablar con un entusiasta, activo, emprendedor, “una cerilla”, y prende; no para quieto; recoloca, saluda, atiende, adorna, escucha, conecta ideas, imagina cambios, los pone en marcha, es pura acción, exigente con todos, ¡siempre un poco más! Este verano una terraza, y si las cosas van bien, seguir con la restauración de la otra mitad del edificio. Del conocimiento que Javi y su hermano Alberto tienen de estas montañas, las recorren desde pequeños, surgen proyectos en colaboración, como las rutas en bicicleta que involucran también a otros alojamientos, restaurantes, hospederías...

Olivos centenarios - Matarraña, Teruel

Campos de olivos y almendros, abrigos rupestres, fortalezas y peñascos. Castillos, ermitas, ruinas, pueblos en cascada, cuestas, rincones, palacios, plazas porticadas, atalayas, refugios. Un lugar desde el que mirar y donde cobijarse. Adormecerse con el sonido de las campanas que dan los cuartos, “es la media, si, pero, ¿de qué hora?”, nos preguntamos a menudo. Dejar que el ruido incesante de la corriente de agua que movía los molinos de las antiguas fábricas de papel se lleve nuestros pensamientos. Agua que se convertía en papel, líquido que será sólido, pensamientos escritos, memoria, recuerdo..., nombres de pueblo que invitan a inventar. Beceite 2020, Verano en Matarraña.

Paisaje de Cipreses - Matarraña, Teruel

4 comentarios :

  1. Hola . Enhorabuena por vuestro blog y por la manera de acercaros a los territorios .una sugerencia . El matarraña está muy ligado a la terra alta estaría bien que volvieseis a ese territorio en conjunto.

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    1. La cabra nómada. Anotamos tu sugerencia. Matarraña da mucho de si y en una pequeña escapada no daba tiempo a todo. Volveremos, seguro. ¡Saludos!

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  2. Hombre, te has dejado muchas cosas.

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    1. Evidentemente, es asi. En ningún momento hemos pretendido, ni afirmado, que este artículo refleje la totalidad de lugares o experiencias que ofrece Matarraña. Escribimos sobre lo que, durante nuestra corta estancia, pudimos ver y hacer. ¡Un saludo!

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