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Anduze, Francia, puerta de las Cévennes Viajamos hacia una zona de Occitania, Francia, que aun no conocemos. Desde el cielo, los brillantes reflejos del sol sobre las tranquilas ...

marzo 16, 2021

Anduze, Francia, puerta de las Cévennes

Torre del Reloj, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Viajamos hacia una zona de Occitania, Francia, que aun no conocemos. Desde el cielo, los brillantes reflejos del sol sobre las tranquilas aguas del Mediterráneo nos hacen entrecerrar los ojos a medida que viramos y descendemos preparando el aterrizaje. El avión se posa con suavidad en la pista de aeropuerto de Montpellier, tras un tranquilo vuelo desde París. Nada más descender, la brisa nos trae el olor a sal y el calor húmedo del mar. No tenemos, sin embargo, mucho tiempo para disfrutar de esas primeras sensaciones. Partimos hacia Anduze, la Puerta de las montañas Cévennes, un espacio natural protegido como Parque Nacional de Cévennes y Reserva de la Biosfera de la UNESCO.

Este es el inicio de nuestro viaje, que nos llevará por Gard y Lozère, los dos departamentos más orientales de la región francesa de Occitania, hasta la ciudad de Vichy, en la región de Auvernia Ródano Alpes. Un recorrido que en buena parte transcurre por el Parque Nacional de Cévennes y que nos ha permitido conocer lugares, hasta este momento inexplorados por nosotros, de nuestro vecino francés. Nombres y topónimos sugerentes que encienden nuestra imaginación. ¿Qué nos espera en esta parte de Occitania, en Cévennes?

Anduze, puerta de Cévennes - Francia, por El Guisante Verde Project

Las carreteras son un punto a tener en cuenta en esta primera parte del viaje: son vías secundarias, estrechas, con bastantes curvas y realmente bonitas, que permiten, salvo al conductor, disfrutar de un paisaje de gran belleza.

Anduze, nuestra primera parada y objeto de esta entrada, es una pequeña ciudad llena de encanto, gracias a su patrimonio repartido por sus pintorescas callejuelas, estrechas y sinuosas, que conservan su aspecto medieval, y al paisaje que la rodea. Debido a su ubicación estratégica, la zona ha sido habitada desde hace milenios, como atestiguan los dólmenes y otros restos descubiertos en los alrededores. También encontramos huellas de un oppidum galo y un castrum romano en la roca de Sain-Julien, junto a la actual villa.

Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Plan de Brie, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Plan de Brie, Anduze, rue Perol - Francia, por El Guisante Verde Project
Calles de  Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Anduze, desde la torre del reloj - Francia, por El Guisante Verde Project

Caminando por las sinuosas calles con nombres que evocan sus orígenes, Bouquerie, Notarié, llegamos a la Place Couverte. Otra de las calles que nos llevan a la plaza, en este caso desde la puerta del Castillo, es la ‘rue Droite’, lo que no deja de ser curioso porque la animada y colorida calle, donde pueden verse puestos de alfarería es todo menos derecha. Su nombre, nos indicaron, es debido a que en langue d’oc, derecha significa directo. Así que nos preparamos mentalmente para llegar directos al centro del casco urbano dando unas cuantas vueltas.

Place Couverte, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

El origen de la Place Couverte se remonta al siglo XIV, concretamente 1453, y responde a la necesidad de acoger el mercado que se celebraba allí y que, según la época del año en la que se celebrase, era de castañas, cebada o cereal. En el siglo XV fue renovada por orden del conde de Beaufort, señor de Anduze y Alais. En esta plaza, que hoy es conocida como ‘Place Couverte’ o ‘Place du Marché’ se sigue celebrando un animado mercado tradicional los jueves por la mañana. El crecimiento de la ciudad se refleja en su población, que ya superaba los 7000 habitantes en el siglo XVI y motivó la elevación en altura de los edificios y la estrechez de algunas calles para ahorrar aprovechar mejor el espacio.

Ser una ciudad estratégicamente situada llevó a Anduze a convertirse en referente en la región para el comercio de la seda y la lana durante el siglo XVI, y también en siglo XVII. Tejedores y alfareros vivieron igualmente tiempos de prosperidad, y a finales del XVIII la ciudad se especializó en la fabricación de jarrones y tinajas para el aceite.

Fuente de la Pagoda, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

La riqueza de sus habitantes se refleja alrededor de la plaza, donde podemos ver edificios señeros, con pórticos de piedra arenisca, antiguas residencias de las familias burguesas y nobles de la villa. A la entrada de la calle Notarié, llama la atención la Fuente de la Pagoda. En 1649 la ofrecieron a la ciudad los cónsules Lafarele y Latour. Este último regresó de un largo viaje por Oriente vivamente impresionado por su arquitectura y sin duda la fuente lo refleja, tanto por sus formas como por el recubrimiento de tejas de cerámica vidriada. Las únicas originales son las que recogen la fecha de construcción y el nombre de los cónsules. En origen, los cuatro pies que sostenían el techo eran de madera, aunque fueron sustituidos por los actuales, de hierro fundido.

Las fuentes son un todo un signo de identidad de Anduze, siempre tuvo fama por la calidad del suministro y por la cantidad. Había muchísimas, aunque actualmente sólo quedan ocho. Entre ellas destacan la Fontaine Notre Dame, de 1725, cuyo nombre se dice recuerda a una antigua capilla que se encontraba allí y es uno de los rincones más bonitos del casco antiguo de Anduze.

Fuente Pradier, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

La Fuente Pradier, con su columna corintia, fue realizada en mármol blanco por el escultor James Pradier en 1835. Este artista, muy famoso, trabajó en la tumba de Napoleón y en la Plaza de la Concordia de París, dejó aquí y en la región varias muestras de su trabajo. Lamentablemente, el material de la fuente de Anduze era de baja calidad, lo que ha provocado que su decoración se haya visto muy dañada por las inclemencias del tiempo.

La fuente más reciente, de 1989, es la Fuente del Bicentenario, construida para conmemorar el bicentenario de la Revolución. Sus dos pilares contienen elementos dóricos y jónicos, complementando así la fuente Pradier que se encuentra en el extremo opuesto del ‘Plan de Brie’.

Fuente del Bicentenario y Torre del Reloj, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Del siglo XIV es la Torre del reloj. La construcción fue Iniciada en 1320, y se prolongó unos cincuenta años. Su estructura, de tres pisos y terraza dotaron a la ciudad de una torre de vigilancia y baluarte defensivo contra los ladrones que vagaban por la región durante la época de la Guerra de los Cien Años. Inicialmente se la conocía como ‘Torre Redonda’, aunque su nombre actual deriva de la instalación de un reloj, en 1559. Esa instalación garantizó su supervivencia, al convertirse en el reloj de la ciudad.

La Rochelle - Francia, por El Guisante Verde Project

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Cuando tras el asedio a La Rochelle, una de las últimas ciudades protestantes de Francia, se produce la firma de la Paz de Alais, 1629, por la que se ponía fin a las rebeliones de los hugonotes que se habían iniciado en 1621, el Cardenal Richelieu ordenó la destrucción de las murallas de Anduze, la torre fue indultada, convirtiéndose en el único vestigio que queda de las fortificaciones.

La bóveda de cúpula, en piedra de cantería, es original, de época medieval, y en su base se ve un orificio para el cordón de la campana. La escalera de madera que da acceso a la terraza ha sido reemplaza por una metálica de caracol.

Además de las horas, el reloj señala las estaciones y los signos de Zodiaco. En uno de los salones del Ayuntamiento se expone un reloj horizontal del siglo XIX, el último mecanismo de relojería mecánico de la torre, realizado por el taller de J. Ch. Berger Cousins en Nimes.

Escalera de caracol en Torre del Reloj, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Las obras de construcción del templo de la Iglesia Reformada, uno de los mayores de Francia, se llevaron a cabo con muchas dificultades, entre 1811 y 1823, en el patio del antiguo cuartel de los dragones reales, de mediados del siglo XVIII. De esa construcción se conservan las alas adosadas al templo que acogen la oficina de turismo y el ayuntamiento. No se puede visitar, a la espera de su restauración interior.

Iglesia Reformada, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

En la fachada, cuatro columnas jónicas sostienen un frontón clásico, y el templo antiguo pervive en dos piedras insertadas en una de las paredes interiores. El interior está formado por una gran nave con los bancos dispuestos en semicírculo, orientados hacia la mesa de comunión, sostenida por dos consolas con cabeza de león procedentes de la base de una estatua de Luis XIV que se encontraba en un jardín de Montpellier, destruida durante la Revolución.

Casas Señoriales de Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Muy cerca de la coqueta Place Notre- Dame, nos encontramos con una austera torre señorial, uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Construida en el siglo XIV, la Torre Pézène, ha sufrido varias modificaciones en su estructura a lo largo del tiempo. Una entrada clásica a la que precede una gran escalinata circular permitía al señor acceder a la residencia montado a caballo. Es de propiedad privada y no puede ser visitada.

En la Place de la République se alza la Iglesia Católica de St Etienne. Un edificio levantado durante el siglo XVII, en 1685, en el espacio ocupado por el antiguo templo protestante, derruido como consecuencia de la revocación del Edicto de Nantes. El campanario es más antiguo y probablemente se levantó sobre los restos de una torre del primer castillo de los señores de Anduze, ubicado aquí.

Casco Histórico de Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Situado en el corazón de Anduze, el Parque Cordeliers, es el antiguo jardín de un convento cuya propiedad se vendió durante la Revolución y ya ha desaparecido. Desde su terraza se abre la vista al valle y al Castillo de Tornac.

Acoge una gran variedad de especies, y presenta elementos destacables como el camino de bambú, los grandes cedros, los magnolios y un viejo roble andaluz (quercus canariensis) de más de 200 años, con su tronco dividido en tres elevándose a más de 40 metros de altura.

Castillo de Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

El Château d'Anduze fue construido a principios del siglo XVIII por una familia de antiguos artesanos textiles, los Airebaudouze, que hicieron su fortuna en la fabricación y comercialización de seda. Fueron los últimos señores de Anduze. En la maciza construcción de piedra, que se integraba en las antiguas murallas, aunque sin ser realmente una fortificación, destacan las dos torres redondas. A pesar de tener una azarosa historia, siempre se ha mantenido en buen estado y es uno de los edificios más bonitos de la ciudad. En la parte trasera, un patio delimitado por las antiguas caballerizas nos conduce hasta una pequeña plaza en la que comienza la rue Droite, que lleva, como hemos indicado antes, a la Plaza Couverte.

Castillo de Tornac, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

El robusto paramento de la torre del Château de Tornac se alza hasta los 25 metros de altura, conformando tres pisos. A los pies, el aljibe. En el siglo XVI el castillo fue ampliado con un ala residencial y algunos edificios pequeños, gracias a los crecientes intercambios comerciales que se producían alrededor de Anduze. El momento de mayor apogeo del castillo llegó en el siglo XVIII, cuando sus jardines se llenaron de naranjos, cipreses, estatuas y fuentes. Las deudas de juego de los entonces propietarios, la familia Brisón, hizo inviable el mantenimiento del jardín, que fue abandonado. Mas tarde, durante la Revolución Francesa, el castillo se incendió, lo que aceleró su deterioro.

Torii del Valle del Dragón en La Bambouseraie - Cévennes, Francia, por El Guisante Verde Project

Leer 'La Bambouseraie en Cévennes, el mayor bosque de bambú de Europa'

La segunda y última parada del día la realizamos en un lugar que, probablemente, nadie espera encontrar en estas latitudes. Se trata de La Bambouseraie, un inmenso bosque de bambú, el mas grande del continente europeo; en realidad, acoge un auténtico catálogo de especies de esa planta, desde los más pequeños hasta ejemplares de 25 metros de altura. Caminar por sus senderos, donde encontraremos otras muchas especies de plantas diferentes, nos traslada de inmediato hasta el sudeste asiático y Japón, con lugares como el Valle del Dragón.

Hotel Le Pradinas, Mialet - Francia, por El Guisante Verde Project

Ha sido un primer día intenso con los vuelos, el traslado hasta Anduze, conocer a las que serían nuestras compañeras alemanas en este viaje, Sonja y Andrea, además de las visitas al casco historico de la pequeña ciudad a orillas del Gardon y de la Bambouseraie. Era el momento de deshacer las maletas en el Hotel Les Pradinas. Rodeado de bosque y montañas, con el rumor del río de fondo, esta antigua granja del siglo XVIII para la producción de seda, es el lugar ideal para recuperarnos. Nuestra habitación nos encantó nada más verla: una casita de piedra, donde el lujo era el espacio, con una gran terraza sobre la piscina. Nada más tumbarnos unos instantes, supimos que podríamos pasar allí unos cuantos días...

Hotel Le Pradinas, habitacion, Mialet - Francia, por El Guisante Verde Project
Hotel Le Pradinas, interior de habitación, Mialet - Francia, por El Guisante Verde
Hotel Le Pradinas, piscina, Mialet - Francia, por El Guisante Verde Project

El acogedor restaurante basa sus menús en recetas tradicionales de la cocina de las Cevenas y en los productos de temporada. Los platos son presentados en la mesa con mucho gusto, un desfile de colores, sabores y texturas. La familia de Antoine Plantier cuida con esmero este espacio y, sin duda, es unos de los motivos para detenerse en este espacio de desconexión en plena naturaleza. Un espectáculo gastronómico que os mostramos encantados.

Hotel Le Pradinas, restaurante, Mialet - Francia, por El Guisante Verde
Restaurante Le Pradinas, entrante, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, ensalada, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, pescado, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, magret de pato, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, postre, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, postre, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project
Restaurante Le Pradinas, tarta de manzana, Anduze - Francia, por El Guisante Verde Project

Como otras muchas ciudades y pueblos en Francia, nos llama la atención toda la Historia e historias que afloran en las construcciones de Anduze, todo el trabajo realizado para que perduren, para informar al visitante, para situarnos y ofrecer un contexto atractivo en unas calles que, sobre el papel, no eran sino una parada en nuestro camino. Nos dejamos sorprender por todos esos detalles, porque detenernos a observar es, para nosotros, la mejor forma de disfrutar del viaje.

Abandonamos Anduze, conscientes de que guarda rincones, senderos y paisajes que requieren más tiempo. Será en otra ocasión, ahora nos espera el coqueto Mialet, y la Grotte du Trabuc, con su ejército de 100.000 soldados, protagonistas de un próximo artículo, aunque esta será otra nueva historia.

Hotel Le Pradinas, edificios, Mialet - Francia, por El Guisante Verde Project

Agradecimientos

Este viaje ha sido posible gracias a la colaboración de la Oficina de Turismo de Francia y de la Oficina de Turismo de Gard.
El Guisante Verde Project mantiene todo el control editorial del contenido publicado.


Más información sobre Occitania-Sur de Francia: Occitania-Sur de Francia

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