La espléndida exposición dedicada a Yoshitoshi y su escuela, el arte del grabado ukiyo-e, que nuestro admirado Blas Sierra, director del Museo Oriental de Valladolid nos mostró en Bilbao, constituye el punto de partida de esta entrada.
El ukiyo-e, o pinturas del mundo flotante, se desarrolla durante el período Edo, a finales del siglo XVII y durante los siguientes doscientos años produjo algunas de las obras más bellas de la creación artística japonesa. Sus orígenes, como indica Blas Sierra en el Catálogo VIII del Museo se vinculan al mundo espiritual:
".... Ukiyo, fue un término budista que significaba este mundo de miseria, en alusión a la naturaleza transitoria de la vida humana en este mundo de sufrimiento."
El catálogo nos introduce en el arte del ukiyo-e comenzando por la necesaria aproximación al período histórico, para continuar con el origen del término, las diversas temáticas y las diferentes técnicas, aunque su parte esencial está dedicada al gran maestro Yoshitoshi, y su escuela, representada por Toshihide, Toshikata, Kogyo, Toshinobu y Toshikage, analizando las obras que el museo posee, un total de 129.
La exposición recoge 58 obras, y algunas de ellas nos conectan directamente con una expresión cultural fascinante: el Teatro Noh, que probablemente es, junto al Kyogen el producto más original del teatro japonés del medievo. Muchas de las imagenes que tomamos durante la exposición, las hemos incorporado en El Cortador de Bambú, uno de los más famosos cuentos de la literatura japonesa, que además os podéis descargar.
Muchos aspectos de la cultura japonesa nos resultan totalmente ajenos e incomprensibles, atractivos, sugerentes y llenos de misterio. Si además tenemos en cuenta que el Noh que podemos ver hoy día no ha variado mucho del que se representaba en el siglo XV, tenemos los ingredientes adecuados para dedicarle la parte principal de esta entrada.
El Noh es, junto al Bugaku, Kyogen, Buraku y Kabuki, uno de los cinco géneros tradicionales del teatro japonés. Nace en una época de transición cultural, marcada por la asimilación de las doctrinas del budismo de Kamakura, el cual encontraría en el Zen una modalidad estética y una forma de espiritualidad que arraigarán fuertemente entre la aristocracia militar de los Ashikaga, los grandes patronos del género.
La raíz budista del Noh podemos encontrarla ya en el siglo VI, con la popularización de un género de espectáculo de origen chino, el sangaku: amalgama de canciones, danza, acrobacia y títeres en la que pronto predominó lo cómico y pasó a denominarse sarugaku, del que surgiría el Noh gracias a Kan’ami. Fue él quien estableció la representación “realista” de los personajes, la expresión sutil y misteriosa de la belleza, la interacción quietud-movimiento y la comunión con el público.
Esto es, los pilares del Noh, que se definen asi:
Monomane, imitación, un realismo sublimado que plasma el actor mediante sus movimientos, el lenguaje poético, las máscaras, la música... Sugerir en lugar de representar.
Hana, la comprensión por parte del público de la belleza que se desarrolla en la representación; una belleza que sería superficial si no estuviera cargada de un trasfondo, o Yu Gen, un poder oscuro y oculto, que debe impregnar la actuación.
Ma, se define con la idea de que el sonido solo puede existir junto a la vitalidad del silencio. Los movimientos estilizados del Noh solo tienen sentido en relación con la quietud. Por eso la “actividad inmóvil” es el modo consumado de actuar. La peculiar síntesis que ofrece el Noh de sonido-música-movimiento se basa en la inactividad y el silencio. El Noh está profundamente influido por el budismo, que considera la realidad de los hechos como ilusoria, y busca vislumbrar una realidad superior mediante técnicas escénicas que acentúan las imágenes, las metáforas y el simbolismo.
La otra gran influencia que recoge el Noh se encuentra en el sintoismo, debido a su objeto primoridial de interés, el mundo viviente, que es la antítesis necesaria del mundo de ultratumba en el que se desarrolla la ceremonia Noh.
Kan’ami puso en relieve el acompañamiento rítmico y marcó la estructura haciendo que el actor en declamador, cantante y danzante a un tiempo. Al morir, su hijo Zeami establecerá los principios interpretativos, que recoge en ensayos escritos entre 1400 y 1436. Sus ideas constituyen el canon del actual Noh.
El actor debe saber realizar correctamente los diferentes movimientos y posturas simbólicas que exige el espíritu de las diferentes categorías de Noh, evitando a toda costa cualquier aportación propia.
Existen unos doscientos movimientos, kata, en el Noh. Así, en el kata de llorar, el cuerpo no se mueve; la cabeza se ladea ligeramente y la mano izquierda se lleva lentamente a la frente.
Las máscaras se agrupan en siete categorías: anciano, dios, demonio, mujer, hombre, monje y espíritu. Emoción poderosa, que se encuentra acompañado por el waki (persona de al lado), que actua como delegado del público, para plantear las preguntas que un espectador pudiera hacer.
Una vez cumplida su misión, se retira a un rincón del escenario y permanece allí, inmovil, mirando al público. No tiene personalidad, y a menudo ni siquiera nombre. Es el lado pasivo, negativo, el yin, frente, al shite, el positivo, activo, brillante, el yang.
Además del waki, puede haber o no varios tsure, acompañantes; los kyogen o actores que narran con lenguaje sencillo lo acontecido en la escena, dando tiempo al shite para cambiarse de ropa. Los ayudantes, koren, visibles en escena, pero inexistentes teatralmente completan el censo.
Los guiones suelen ser cortos, y su mayor parte es poesía que alterna versos de 7 y 5 sílabas declamados por el actor o el coro, con versos de 12 sílabas, adecuados al ritmo de ocho tiempos de los músicos. Estos textos son auténticas obras maestras, llenos de ambiguedades, alusiones y juegos de palabras, difíciles incluso para un japonés culto.
Las obras que se representan actualmente se clasifican en cinco categorías:
- Obras de dioses: kamimono
- Obras de guerreros: shura-mono
- Obras de espíritus de mujeres, kazura-mono, obsesionadas por un gran amor.
- Obras “realistas” o “actuales”, zatshu-noh
- Obras de demonios, kiri-noh
Sobre el escenario desnudo aparecen los músicos, coro, y el waki, que anuncia la razón de su llegada. De entre las tinieblas, y por el pasillo del escenario surge el shite que puede encarnar varias formas, humanas o no, vivas o muertas. El shite canta aludiendo a su pasado y habla con el waki; el tiempo y el espacio se crean y destruyen mediante el ritmo, la música, la voz y el movimiento. Entonces el shite se retira y el actor kyogen narra lo acontecido.
En lo que para nosotros sería el segundo acto, el shite conversa con el waki con la esperanza de obtener su intercesión, algo que consigue finalmente.
El noh conserva sus orígenes rituales. Los hieráticos actores desempeñan sus antiguos papeles de intermediarios entre el mundo de los dioses y el de los hombres, algo que el público asimila en un ejercicio de aceptación de la vida y la muerte.
Por último, os dejamos un interesante video.
Desde que publicamos Made in Japan I, han sido varias las entradas que los amigos nos habéis dejado sobre la cultura japonesa:
Mi Vecino Totoro, de xGaztelu, y Vero.
Botchan, de Vero.
La fórmula preferida del profesor de xGaztelu.
El maestro de Go, de Homo Libris.
La especial versión de la cultura japonesa que ofrece Amelie Nothomb, reseñada por Ale y Carmina Cosmética del Enemigo y Estupor y Temblores.
Siento, como sabéis una especial atracción por todo lo referente a la culutra japonesa, así que podéis imaginar la ilusión que me hace esta 3ª entrega.
ResponderEliminarGenial entrada.
Besos y abrazos a los dos¡¡¡
A Salto De Mata
Viajeros Sin Límite
Hola chicos
ResponderEliminarme encanta todo lo referente ala cultura japonesa, sus carpas, samurais y cerezos, es algo que me ha cautivado desde equeño.
Tanto es asi que mi proximo tattoo sera sobre algo japones seguro
genial y completa entrada
un fuerte abrazo y esperamos made in japan III
Una entrada que invita a la reflexión. ¡¡¡ Cuanto tenemos que aprender!!!
ResponderEliminarBella entrada, y creo que ya voy solucionando lo de tu página, no la veré como todo el mundo, pero al menos, no me la pierdo.
ResponderEliminarLa leo en Blogline, donde guardo mis feeds y aquí solo se me abren los títulos de las fotos, pero hoy me di cuenta que también se abría la sección de los comentarios, bueno, pues me lo leo allá y comento aquí, jeje. El asunto es que no me pierda estos paseos que solo ustedes saben dar. Un abrazo a ambos, los quiero.
AD.
He de reconocer que tenía ganas de que publicarais esta entrega, anunciada hace algún tiempo. Y que sepáis que responde a las expectativas: güenísima! La expo con la que arrancáis tiene –o tuvo- un pinta sensacional, a juzgar por las imágenes. Y toda la descripción de teatro noh, tan detallada, es muy interesante. Me han llamado la atención algunas cosas: cuando habláis del Monomane, eso de “sugerir en lugar de representar” me parece fascinante, y me trae a la cabeza todo lo que ya hemos comentado del elogio de la sombra, del matiz frente a la obviedad. Cuando habláis de Ma, otro aparente contrasentido lleno de interés: el sonido junto a la vitalidad del silencio; los movimientos solo tienen sentido en relación con la quietud; sonido-música-movimiento basados en la inactividad y el silencio. En este caso me trae a la cabeza aquello de que la sombra es la que hace resaltar la luz y da volumen a las formas. Y todavía otra idea, que anoto a pesar de que quizá no sepa explicarla o pueda ser malinterpretada: “el actor debe saber realizar correctamente los diferentes movimientos y posturas simbólicas que exige el espíritu de las diferentes categorías de Noh, evitando a toda costa cualquier aportación propia.” Cuántos son incapaces de entender eso: que en determinados entornos no sólo no es buena la “creatividad” –falsa creatividad, libertad mal entendida, absurda espontaneidad- sino que es todo lo contrario a lo debido, estropea y deforma aquello que se hace ... ¿afán de protagonismo? El vídeo, muy ilustrativo para entender toda la explicación. Y el cuento lo he descargado pero todavía no lo he leído, lo reconozco.
ResponderEliminarxG
Mira que yo aprendo con ustedes,es una maravilla..
ResponderEliminarPero la exposición era de ilustraciones o también vísteis una obra de estas??
ResponderEliminarNo conocía nada de lo que habéis dicho, pero supongo que me quedaría en ascuas si viera algo así: habrá que saber de antemano que el movimiento de llorar (por ejemplo) es como describes, y así con todo, porque si no, no te enteras de qué está haciendo el actor,no??
Y lo del hombre que va relatando y haciendo preguntas a los personajes es una idea fantástica; eso de no ser sólo narrador.
En fin, ´qué cosas más raras esas "actividades inmóviles" jejeje
Poco puedo decir, excepto que es una de esas entradas que deben ser leídas y releídas con calma y con las que aprendemos un montón.
ResponderEliminarNo tiene mucho que ver pero la semana pasada estuve en Lisboa viendo algunos biombos japoneses. Tengo pendiente la visita al museo de arte oriental en mi próximo viaje.
Lo que dice xGaztelu me recuerda a una cita del libro de Benévolo que precisamente habla de eso.
Miguel , no te imaginas la ilusión que nos hace a nosotros subirla, jajaja, y pensar que algún dia... :)
ResponderEliminarSaludos!
Bleid ya me imaginaba que te gustaría la cultura japonesa, con todo lo que te mueves por oriente... La tercera parte, ufff, habrá que esperar, jejeje.
ResponderEliminarUn abrzo!
Bueno, M.Eugenia o al sueño, jajajaja, según se mire; pero si, es algo tan diferente que nos deja descolocados.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias Ade , sé te supone mucho esfuerzo poder leer todo esto, y nos ilusiona mucho que puedas hacerlo. Estamos trabajando en un diseño nuevo, que esperamos cargue mucho más rápido, pero se nos resiste, jajaja.
ResponderEliminarUn gran abrazo (que si no, no llega tan lejos...)
Muy buenas, xGaztelu . La expo, no se por donde andará ahora, pero si tienes ocasión no lo dudes.
ResponderEliminarEsa conexión con Tanizaki, la esperaba, es clara y lo has visto rápido. Es tan, tan diferente, con unos valores que nada tienen que ver con los nuestros que dudo de si seríamos capaces de poder entender algo viendo una representación real.
Tu reflexión final da que pensar, en el sentido de no todo vale siempre, que parece es lo que se lleva...
Un abrazo!
Muchas gracias, Maggie ! Me alegra mucho que puedas pasar de vez en cuando.
ResponderEliminarUn fuerte, fuerte, abrazo!
Efectivamente Isi para este tipo de manifestaciones artísticas, el Noh, o la Opera China, por ejemplo, nos falta el código, la comprensión del lenguaje que se utiliza, totalmente ajeno al nuestro.
ResponderEliminarNo vimos Noh, ya nos hubiera gustado, pero los grabados compensan. Son increíbles.
Saludos!!
Cierto que hay mucho en que pensar, Lammermoor , porque son tantos matices que cuesta asimilarlos.
ResponderEliminarSupongo que te refieres al libro de "Historia de la Arquitectura Moderna", pero con tanto como tiene escrito el amigo Leonardo, me dejas con el runrun...
Un abrazo!
A ese libro me refiero. Estaba buscando la cita pero no la encuentro; creía que la había copiado.
ResponderEliminarTengo que mirar en el ordenador del trabajo o volver a consultar el libro porque me apetecía ponerla. :(
Guisantes:
ResponderEliminarya lo dijeron antes pero repito: ¡que manera de aprender! si esta es una entrada maravillosa.
El video me encantó pero por más que miro y remiro no veo dónde dar click para ir al cuento...
Un beso grande,
Ale
Lammermoor espero que la encuentres, porque también a mi me apetece ver como ligas lo que dicen los arquitectos :D
ResponderEliminarSaludos!
Ale! que bien que pases a visitarnos. No como yo... que estoy que no estoy.
ResponderEliminarMe alegra que te guste la entrada. El cuento, te explico:
El párrafo anterior a la segunda foto de la entrada termina así: "Muchas de las imagenes que tomamos durante la exposición, las hemos incorporado en El Cortador de Bambú, uno de los más famosos cuentos de la literatura japonesa. Lo encontraréis en nuestra web, haciendo click, aquí."
Haces click donde pone aquí, y se te abrirá una ventana nueva en el navegador, que te lleva a otra página nuestra, donde tenemos cosas diferentes del blog, aunque lleva el mismo título: El Guisante Verde Project.
Abajo verás: Yoshitoshi y su Escuela. Grabados Ukiyo-E, y en la parte de la derecha, en rojo pone "El Cortador de Bambú". Sigue leyendo y verás Download File, haces click y te descargas la versión en Word del cuento.
Espero que te guste!
Un abrazo!!
No sé qué decir, había oído decir que era un teatro "simbólico" pero hasta hoy nadie me había explicado que eso significa, por ejemplo, que cada acción y sentimiento está previamente codificado, lo que supongo que hace que sea casi imposible disfrutar una obra de estas características, sino tienes conocimientos previos de los símbolos empleados.
ResponderEliminarEn fin, que me ha fascinado la entrada, de verdad, enhorabuena.
Ah, yo también admiro (como sabéis) el Museo de Arte Oriental de Valladolid y por extensión a su director.
A mi también me encanta la cultura Japonesa es muy interesante y su arte es realmente hermoso!
ResponderEliminarLoque , que ganas de leer la crónica del viaje! Nos alegra mucho que te haya gustado, que los hayas pasado genial, y claro, que te acordarás de nosotros, jajajaja.
ResponderEliminarEs muy difícil, sin conocer la base, poder entender algo de este arte japonés, pero bueno, todo es empezar!
Un abrazo!
Y fascinante, María , cuanto más conocemos vas increíble nos resulta.
ResponderEliminarSaludos!
Roberto, efectivamente tenía la cita de Benévolo en el ordenador del trabajo.Al leerla me puse a divagar y terminé por dedicarle una entrada. De todas formas, aquí está la cita:
ResponderEliminarLoos (…) contrapone la modestia y la discreción al culto a la originalidad (“Guárdate de ser orginal; a esto te lleva fácilmente el diseño. Hay que hacer a menudo un gran esfuerzo, cuando se dibuja, para alejar todas las ideas originales. Para alejar esta tentación con buen remedio es el siguiente razonamiento: ¿Cómo vivirán dentro de cincuenta años, en esta casa, o en este ambiente, las gentes para quienes trabajo?”), contrapone también al valor de lo nuevo, la valoración desapasionada de la conveniencia (“Se puede hacer algo nuevo, sólo si se puede hacer mejor. Sólo los nuevos inventos –luz eléctrica, cubiertas de madera y cemento, etc- pueden transformar la tradición”) y llega a contraponer claramente arte y utilidad, colocando a la arquitectura en el ámbito de la mera utilidad (“La arquitectura no es un arte… cualquier cosa que tenga una finalidad concreta está excluida de la esfera del arte”)
(Benévolo, Leonardo: Historia de la arquitectura moderna)
Bien por haberla recuperado, Lammermoor , nos obligas a estrujarnos la cabeza, reflexionando sobre esos conceptos, y viendo la conexión con la entrada y con ese final del comentario de nuestro amigo xGaztelu . Lo dicho, un gustazo. Y además se puede tirar del hilo, como has hecho en tu entrada.
ResponderEliminarSaludos!
Interesante el arte japones y el uso de esos colores y esas lineas de expresion tan poco comunes y unicas!
ResponderEliminarEl arte japonés, en concreto este del ukiyo-e siempre ha llamado nuestra atención, y cuanto más conocemos, más queremos. Un saludo, Jon!
EliminarApasionante recorrido por la cultura japonesa. Me fascinan su detalles, sus tonalidades y su simbolismo. Gracias
ResponderEliminarEn un país asombroso María Eugenia Martínez Garcés, tal vez nunca lleguemos a comprenderlo totalmente, pero no importa. Seguiremos intentándolo. Saludos!
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