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La Cueva de Lascaux, un viaje al Arte de la Prehistoria en Dordoña-Perigord Remontamos el curso del río Vézère para continuar con nuestra aventura por el Valle del Hombre , un increíble viaje de 400.000 años por el...

junio 14, 2017

La Cueva de Lascaux, un viaje al Arte de la Prehistoria en Dordoña-Perigord

Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Remontamos el curso del río Vézère para continuar con nuestra aventura por el Valle del Hombre, un increíble viaje de 400.000 años por el Perigord, tal y como os contábamos hace unos días. Llegamos a Montignac en busca de una de las cuevas sagradas del arte rupestre y paleolítico, la cueva de Lascaux, que junto con las de Altamira y Ekain han entendido hace tiempo la necesidad de preservar sus tesoros frente a los visitantes y nos permiten acercarnos a los artistas prehistóricos en una réplica, un facsímil en tres dimensiones.

Centro Internacional de Arte Parietal - Lascaux IV

Exterior de Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Visitamos el Centro Internacional de Arte Parietal Lascaux IV, abierto a finales de 2016, un acercamiento integral a todos los detalles de la cueva. Predomina la tecnología digital e incluye una réplica completa, incluyendo las zonas inaccesibles, como el pozo, y la posibilidad de conocer los detalles del descubrimiento y la historia del arte parietal, desde la incomprensión en sus inicios a las últimas investigaciones. Es preferible optar por acercarnos entre semana, evitando las aglomeraciones.

Cueva de Lascaux - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Fue un perro llamado Robot quien dio con la entrada de Lascaux, ¿Era ese nombre premonitorio de este centro tan avanzado tecnológicamente?. En nuestra visita nos sentimos inmersos en la magia del descubrimiento, gracias a las completas explicaciones de Flavie, nuestra guía, que nos hizo olvidar que nos encontrabamos en una neo-cueva.

Pasillo Caballos en Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

La noticia del descubrimiento fortuito de la cueva llega a oídos de Henri Breuil, una autoridad de la época en arte paleolítico, que huyendo de la Francia ocupada se alojaba a unos pocos kilómetros de allí. Es el primero que estudió la decoración de Lascaux. Consciente de la importancia del hallazgo, escribe admirado a un amigo acerca de las increibles pinturas que unos adolescentes han encontrado en Montignac. Aunque estos jóvenes en busca de tesoros no querían dar cuenta de su descubrimiento, Montignac es un pueblo muy pequeño y la noticia ocupa pronto los titulares, ofreciendo además noticias esperanzadoras en un ambiente de guerra.

Interior de Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Henri Breuil ya había explorado de forma exhaustiva otros enclaves del arte parietal, en España y Francia desde el descubrimiento de Altamira en 1879, y aunque en principio consideró que las obras de Lascaux eran anteriores, hoy parece aceptarse la teoría de que los casi 2000 caballos, ciervos, uros, toros, bisontes y otras representaciones gráficas pertenecen al inicio del Magdaleniense, es decir que hace unos 22.000 o 20.000 años, artistas prehistóricos dibujaron y grabaron en este enclave.

Lascaux IV, detalles - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Como si los hombres de Lascaux estuvieran jugando a las sombras, estas figuras cobran vida sobre las rugosidades de las paredes y techos. ¿Por qué decoraron estas cuevas? Nuestros antepasados buscaban refugio, lugares de culto o enterramiento, tal vez intimidad... Y es aquí donde se revela ese deseo tan humano de perdurar, de contar historias. Como si un creativo de nuestros días se hubiera quedado aislado e imaginase un storyboard, esta cueva nos habla de animales extintos, de instantes capturados por la atenta observación del pintor, del escultor, del artista.



De forma enigmática, son los ciervos, caballos y uros, los toros y vacas los más repetidos y visibles. Sin embargo, no hay peces, aves, zorros ni vegetación, y los animales más peligrosos de su hábitat, como felinos, rinocerontes, osos, se “esconden” a la mirada en los rincones más recónditos de la cueva. Hay símbolos que aún no se han conseguido descifrar aunque se ha descubierto una pauta en la disposición de las escenas y los animales. Los uros muestran un contorno claro junto al hocico con cuernos dispares en forma de S y de C. Las crines de los caballos tienen su técnica propia, y los grabados que parecen repeticiones del animal, ofrecen la ilusión del movimiento, como si tuvieran su propio teatro de sombras o su propio cine.

La moderna tecnología usada para la creación de la réplica ha dado lugar a nuevos descubrimientos, ya que algunas de las escenas del ábside de la cueva no eran visibles anteriormente. Frente a las cuidadas representaciones de animales, los humanos apenas aparecen y lo hacen de forma simbólica, un hombre con cabeza de pájaro, ¿qué querían representar?.

Toro Rojo, Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Si cuando hoy día visitamos estas inmensas cavidades nuestro cerebro no puede evitar ver figuras en los relieves, de igual forma los artistas prehistóricos parecen haber dedicado tiempo a buscar el lienzo en piedra que mejor se adaptaba a su creación, y de esta forma la superficie ayuda a los rudimentarios pigmentos ofreciendo su volumen. Sorprende la capacidad de adaptarse a la forma de la cueva con perspectivas que cambian en función de nuestro lugar de observación.

¿Cómo no soñar con ser arqueólogo cuando uno se acerca hasta aquí?. Son tantas las incógnitas que aún hoy guardan estas creaciones que, como se observa también en el yacimiento de Atapuerca, hay trabajo para muchos, muchos años. Es inevitable para nosotros recordar la sima de los huesos y sus misterios. Y puede que por ello resulte necesario dotar de un centro de interpretación ultramoderno para albergar todos esos descubrimientos. El contraste no puede ser mayor, cuanto más lejos viajamos en nuestra historia, mayor es la tecnología, infografía, juegos interactivos que inventamos en un intento de aproximarnos a ella.

Toros de colores en Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Si la supervivencia en el Magdaleniense era el mayor reto, cuesta imaginar que les quedase tiempo para la introspección y el arte. Una ciencia, la Prehistoria, que aun permite imaginar, en la que nada es definitivo y por eso mismo, resulta apasionante.

El arte parietal parece invitarnos a tocar, a dar calor al pigmento, a emborronar las paredes; tal vez sus congéneres veían a estos artistas tan extraños como lo fueron para muchos los primeros grafiteros. Lo cierto es que las dataciones no explican cuantos individuos trabajaron en esta cueva, aunque nos invita a pensar en un taller, en la repetición y perfeccionamiento de técnicas y representaciones. ¿Serian los símbolos una firma, una saga de artistas? ¿Bocetarían en ellas mujeres y niños?.

Sala Multimedia de Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

El recorrido por Lascaux IV nos lleva tres horas, ya que la tablet que recibimos en la entrada ofrece mucha información adicional, aunque si lo preferimos podemos consultar y preguntar al personal de sala. La visita se completa con la película 3D que nos invita a la reflexión y "el teatro del arte parietal" que nos cuenta las dificultades de este arte para ser reconocido oficialmente. Entre ellas, la incomprensión en sus inicios de Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de Altamira, que fue ridiculizado por los arqueólogos de su época.

Arte Contemporáneo en Lascaux IV - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

¿Como iban a tener aquellos hombres su propia luz? Tras varias evidencias y a regañadientes, el arte parietal se incluye como tema de estudio dentro de la Prehistoria, pero se le excluye de la Antropología o la Historia del Arte. Harían falta años de investigación para que los artistas prehistóricos fueran tomados en serio. Al final de la visita, podemos ver la influencia y la inspiración de sus trabajos y técnicas en otros artístas contemporáneos.

Sendero: Tras las Huellas de los Hombres de Lascaux

Sendero tras las huellas de los hombres de Lascaux - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Parece adecuado adentrarse caminando en un mundo tan alejado del nuestro y por ello nos atraía la ruta “tras las huellas de los hombres de Lascaux”, un total de 90 km atravesando el valle de la Vézère, y que tiene como extremos al norte y al sur a dos de los pueblos catalogados entre los más bellos de Francia, Saint Amand de Coly y Limeuil, nosotros elegimos el tramo entre Montignac y Sergeac, una ruta de 17 km donde la señalización es escasa.

Señalización del sendero de Lascaux  - Montignac, Francia por El Guisante Verde Project

Valojoulx - Perigord, Francia por El Guisante Verde Project

Sendero Hombres de Lascaux - Perigord, Francia por El Guisante Verde Project

Pueblos del Sendero Hombres de Lascaux - Perigord, Francia por El Guisante Verde Project

Hornos en Sendero Hombres de Lascaux - Perigord, Francia por El Guisante Verde Project

Apenas una pegatina indicadora que puede confundirse con otras marcas de senderos, por lo que es necesario llevar el track de la ruta. El agua la encontramos casi al final del camino en el pequeño pueblo de Valojoulx. En este primer tramo solo los restos de sílex que encontramos atestiguan que estamos en un paraje con los "modernos prehistóricos", se echan de menos paneles o códigos QR que nos aporten una información que nos acerque un poco más a nuestros antepasados y a su modo de vida en esta zona.

Auberge de Castel Merle

Auberge de Castel Merle - Sergeac, Francia por El Guisante Verde Project

El sendero nos lleva hasta Castle Merle, donde descansar y reponer fuerzas hasta nuestro siguiente destino. Anita Castanet y Christopher Millinship no sólo son los amables y atentos anfitriones del Auberge Castle Merle, una magnífica opción para alojarse en esta zona, sino que su familia ha participado desde antaño en las excavaciones de la zona. Además de las piezas prehistóricas con ornamentación funeraria muy rica, un museo y varios abrigos, aquí se encontraron tesoros merovingios, la huella de los templarios y caballeros hospitalarios, que hacen que Sergeac esté ya en nuestra lista para una próxima visita a Perigord.

Jardin del Auberge de Castel Merle - Sergeac, Francia por El Guisante Verde Project

Perigord nos ha demostrado que posee muchos reclamos para el viajero, a la vez que ofrece espacios para la calma. Exige tiempo para disfrutarla, las distancias no son grandes pero las carreteras juegan al escondite. El exquisito trato en los alojamientos, los desayunos en el jardín, todo invita al slowtravel, del que somos defensores, y por eso al final nos quedamos más días de los que teníamos previstos. Volvemos fascinados con el Perigord Negro, y convencidos de que cada viaje a Dordoña Perigord es único y que volveremos. Antes nos queda aún acercarnos a imponentes castillos, bastidas, abadías, a Bergerac y el País de los vinos, además de otros lugares sorprendentes que os iremos desvelando.

Chateau de Campagne - Perigord, Francia por El Guisante Verde Project

Agradecimientos

Este viaje ha sido posible gracias a la colaboración del Comité Départemental du Tourisme de la Dordogne.
El Guisante Verde Project mantiene todo el control editorial del contenido publicado.



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4 comentarios :

  1. Me ha encantado este artículo porque precisamente estábamos planeando un viaje al Perigord en otoño, y nos apetecía mucho ver la cueva de Lascaux, tiene que ser una pasada!

    ¡Un saludo!

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    1. Nos alegramos mucho, Cris, y ojalá que vuestro viaje haya salido genial, la zona lo hace posible desde luego. ¡Saludos!

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  2. Mucho ha cambiado aquello en los últimos diez años, y si entonces ya me impresionó la visita al museo que reproducía la cueva, imagino que ahora debe ser una experiencia aún mejor. Todo esto me reafirma en la idea de que tengo que volver por allí.

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    1. Ya lo creo, Tawaki, si viste la primera reproducción de Lascaux, esta te parecerá de otro planeta. Es verdad que nuestra visita ha sido especial, ya lo explicamos, pero aun así, en la visita normal la gente se queda fascinada, y no es para menos.

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