En nuestro camino hacia Zermatt, el pequeño pueblo fortificado de Gruyères apareció ante nosotros sobre un promontorio, a los pies del Moléson.
Fundado durante el siglo XI conserva todo su atractivo medieval. Todo el paisaje que rodea Gruyères es lo que nuestra imaginación asocia con Suiza. Lagos, praderas, montañas, forman un entorno idílico, donde el sonido del Alphorn es el complemento perfecto.
Ya desde la distancia el castillo y las murallas medievales reconstruídas durante el siglo XV por los condes de Gruyères anticipan lo que será un viaje en el tiempo.
A medida que entramos en su casco histórico, las fuentes decoradas, el suelo empedrado, las casas blasonadas, algunas con el emblema de la grulla, que da orígen al nombre del pueblo, confirman nuestra impresión.
La cuadrada torre sur, llamada Chupya Barba (barba quemada), era el lugar donde se efectuaban los últimos interrogatorios a los condenados a muerte, se levanta sobre restos de construcciones del siglo XII.
En la plaza principal llama nuestra atención la fuente de arenisca, que fue vital para la vida en la ciudad hasta la llegada del agua corriente, lo que no ocurrió hasta 1755.
Desde allí, en el corazón del bourg, podemos ver la torre barbacana, llamada Belluard, edificada en el siglo XV y testigo de numerosas gestas. En sus puertas están grabadas las siluetas de los héroes Claremboz y Bras.
En las inmediaciones, el antiguo depósito de sal, la Maison Chalamala, la de St. Germain... y repartidos por aquí y allá, comercios diversos, que ofrecen desde artesanía en madera o la típica cerámica azul, blanca y granate del pueblo, hasta el queso que ha dado fama mundial a la población: el Gruyère.
La construcción más espectacular es el magnífico castillo. Construído durante el siglo XIII, en estilo saboyano, con torreón redondo, es el segundo más visitado de toda Suiza.
Está decorado con tapices flamencos, muebles tardo renacentistas, tapices, vidrieras... Destaca una sala decorada con obras de Corot, y la capilla, de 1480. Las vistas desde el camino de ronda son espectaculares.
Gruyères, sueño medieval, donde resulta sencillo dejar que nuestra imaginación nos lleve a tiempos de caballeros, torneos, princesas... Y si lo vuestro es el incierto futuro, tendréis la oportunidad de pasar un rato con el octavo pasajero...
Para terminar os dejamos un video que grabamos en Lucerna: Alphorn, el Sonido de los Alpes.
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Oh dios mío! Qué preciosidad!!
ResponderEliminarNO sé cómo fuisteis y luego pudisteis volver al mundo real otra vez... yo me quedaría para siempre!!
Isi, yo tampoco sé como volvimos, de hecho negociamos quedarnos hasta "juliembre" pero no coló. Es un lugar para quedarse, todo lo que vimos de Suiza lo es.
EliminarBesos ;-)
Qué bonito, dan ganas de no volver... se me olvidaba que sois de Bilbao ;)
ResponderEliminarJajaja Pau aún así tenemos que admitir que nos tentó mucho quedarnos... eso sí, era casi tan caro :P
EliminarUn abrazo ;-)
Reconozco –con cierta vergüenza- que lo único que me "sonaba" era el queso. Menudo sitio! GUISANTES, otra vez –lo habéis hecho ya tantas veces- nos descubrís lugares increibles … y nos hacéis caer en la cuenta de todo lo que nos queda por ver!
ResponderEliminarxG
xGaztelu qué bien! Suiza ha sido uno de esos viajes que ha superado con mucho nuestras expectativas. Y el pueblo guarda varios secretos para el viajero curioso, no hay que contarlo todo...
EliminarMucho por ver!!
precioso lugar el que nos traeis en esta ocasion , uno de esos lugares que hay que visitar
ResponderEliminarno lo conocia asi que gracias por acercarnoslo
abrazo fuerte
Bleidnos han preguntado hace poco por lugares para ver en Suiza, y este es uno de nuestros recomendados, desde luego, creo que también Oberhofen te gustaría.
Eliminar;-)
Q bonito, este verano tenía pensado viajar a Suiza pero por circunstancias no va a poder ser, al menos con estas imágenes me consuelo un poco, a ver si puede ser el verano que viene. Bsos
ResponderEliminarCarol espero que esas circunstancias cambien, es uno de esos países de los que no quieres marcharte. Y cada vez que nos ponemos a hablar de Suiza nos damos cuenta de cuánto nos ha gustado!! Encantados de "animarte" un poco.
EliminarBesos ;-)
Me quedé con ganas de visitar el pueblo cuando estuve por allí y ahora viendo vuestro relato y fotos me arrepiento más pero ya tengo excusa para volver!!! Un lugar precioso!!! Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarBabyboom ya sabes que "siempre hay que dejar algo para volver",jejeje. Suiza lo merece, y hemos comprobado en otros destinos que las segundas visitas son todavía mejor ;-)
EliminarUna auténtica maravilla medieval.
ResponderEliminarCon las ganas que le tengo yo a Suiza y Austria... ¡ufff!
Saludos ;)
Helena Me alegro de añadir un motivo más.. estos castillos medievales, como el de Olite, Carcassone... siempre me trasladan en el tiempo, sólo echo en falta que nos den ropa de época para completar la ambientación, jejeje ;-)
Eliminar¿Alguien sabía que Gruyere era tan bonito?
ResponderEliminarY cuando estuve en Suiza ¿por qué no fui ahí? Además de porque yo no preparé el viaje, y no tenía ni idea de nada que fuera lo del queso, claro :-)
pd. ¿Vistéis a la teniente Ripley?
Jajaja Loquemeahorro siempre es un placer comprobar que alguien se fija, de verdad, en los detalles. El local es un choque de trenes en un pueblito tan cuidado como este, así que la foto no nos encajaba... pero siempre hay sorpresas para el viajero curioso, y claro, nosotros no nos arrepentimos de invertir tiempo en buscar, preparar, informarnos... aunque siempre quedan lugares por ver, ¿verdad?
EliminarBesos Belleza Incontestable
No es que es queso me chifle, pero la visión del rsto me haría olvidarlo. Sonido curioso el del Alphorn, como medieval. Saludos.
ResponderEliminarel viajero impresionista ahora que lo dices, estuvimos tan absortos en la visita que no recuerdo ninguna tienda, ni nada relacionado con el queso ;-)
EliminarEs un sonido un tanto monótono aunque especial, que nos hipnotizó en las calles de Lucerna.
Saludos ;-)
Si la envidia fuera tiña... ya sabéis, buenos recuerdos me tren esos lugares, preciosos pueblos.
ResponderEliminarParece mentira que puedan tener todo tan colocadito y tan perfecto ¿verdad?.
Un abrazo
Teresa
Jajaja Teresayo soy tiñosa seguro!! Si hasta parece que retocan las montañas... es un entorno perfecto, y una de las cosas que más recuerdo es la cantidad de flora alpina en verano, me sorprendió encontrarla en esas alturas.
EliminarUn abrazo ;-)
¡¡¡Pero qué bonito pueblo!!! ¡¡¡No imaginaba que podía ser así!!!
ResponderEliminarUn abrazo
M.C. creo que te va gustando a medida que te acercas, te atrae en lo alto y luego sus calles y el castillo te regalan rincones y colores que son un imán para las cámaras.
EliminarAbrazos ;-)
Fue primero el queso o la ciudad, jajajaja
ResponderEliminarSaludos viajeros
Paco Piniella aqui nos has dejado con la duda... un abrazo!
EliminarQue buenísimo "VIAJE AL PASADO" con ésta visita a Gruyeres, ... vamos que de lo bien conservado que está, podría catalogarse como museo al aire libre!.
ResponderEliminarUn saludo.
Si, Thewotme lo cierto es que todo parece recién colocado para el que llega. Saludos ;-)
EliminarQué hermosas fotografías!! yo este año he tenido unas "vacaciones" algo especiales... os invito a entrar en mi blog y descubrir un poquito de las sonrisas de Manabí. ;) un abrazo fuerte guisantes!
ResponderEliminarIsmael te debemos más de una visita, y las sonrisas siempre son un buen lugar al que viajar ;-) Un abrazo tardío!
EliminarLa verdad que Gruyere sorprende, y como dice Loquemeahorro ademas del bonito pueblo si alguien es fan de Alien alli peude disfurtar de una cocacola sentado en la nave espacial, jajajaja. Todavia tengo el paraguas recordatorio del chaparron caido, menuda chupa de agua..., pero que recuerdos. Bss
ResponderEliminarInma diluvio.., quién lo diría con estas fotos. Allí estabamos todos sitiados por "el agua", y claro, en lugar de queso, compramos paraguas ;P
EliminarUn lugar espectacular, de hecho no sabía ni que existía
ResponderEliminarBienvenido Blog de viajes un placer habertelo presentado ;-)
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