"Dos conductores de triciclos de alquiler aparecieron pedaleando furiosamente por la rue Catinat y terminaron empapados frente al Continental."
Graham Greene
El Americano Impasible
Cuando recorremos el centro de la antigua Saigón son numerosos los edificios, los nombres de las calles, y los fogonazos de películas que aparecen en nuestra memoria, que nos trasladan a otro tiempo.
El Temple Club nos permite adentrarnos en esa época anterior a la guerra, a pesar de tener tan solo diez años de historia. Céntricamente situado, su estrecha y nada ostentosa entrada puede hacer que no sea fácil de encontrar.
La herencia francesa resulta innegable, y también los ecos de la atmósfera que refleja el británico Graham Greene en su novela: "El americano impasible". Al ver su versión cinematográfica, sólo la esquina del Hotel Continental responde a nuestra memoria, ya que la mayoría de las escenas hay que buscarlas en Hoian.
Se ubica en uno de los últimos edificios que forman parte del patrimonio histórico del centro de Saigón, en el 29-31 de Ton That Thiep St.
Ya desde la década de 1880 se conoce su existencia como albergue para los peregrinos que acudían al templo hindú situado al otro lado de la calle.
Al traspasar el umbral de entrada al Temple Club, siguiendo el camino marcado por pequeñas lamparillas, a lo largo de un corredor y unas escaleras en penumbra, tenemos la sensación, ya desde ese momento, de iniciar un viaje en el tiempo.
El Temple Club ha respetado la albañilería y carpintería originales, dejando los techos altos y los viejos ladrillos de las paredes a la vista. Ventiladores de aspas, cubertería de plata; el suelo, de barro cocido, envuelto en antiguas alfombras; tapices y estatuas de buda completan la decoración.
Un bar clásico, un sobrio comedor y un salón independiente para tomar el cafe, con sofás y sillones orejeros, propio para conversaciones y confidencias, completan uno de los locales más románticos de la ciudad.
La carta incluye ecos de la cocina china, francesa, india y khmer, aunque su base es la cocina vietnamita y sobre todo, del antiguo Saigón.
Recuerdo que nos costo un poco encontrarlo, ya que la entrada es muy estrecha pero mereció la pena recorrer el largo pasillo con elefantes a los lados iluminándolo y subir al restaurante: las paredes, los muebles, las estatuas y por último la comida. Qué más decir!
ResponderEliminarRecomendable cien por cien.
Es verdad que nos costó, Mertxe, y que mereció la pena; de esos lugares que vuelven del viaje en la mochila, y prácticamente para nosotros solos... :))
EliminarAbrazos!
¡Qué gozada! El centro de Saigón tiene un sinfín de lugares de novela, históricos, de otro tiempo.
ResponderEliminarNosotros recordamos con especial cariño una copa en la terraza del mítico Caravelle de Saigón.
Un abrazo y disfrutad de Milán!
Esa terraza, Pau es visita obligada en el antiguo Saigón. Al igual que la del Hotel Rex, donde nos alojamos. Recorrer lo que aun queda de la ciudad antigua es una sensación extraña, lugares ya conocidos, que están ahí, quien sabe como...
EliminarUn abrazo!
Pdta. Milano.... deseando volver ya
Un lugar precioso, me lo apunto para cuando vaya por allí, me encantan este tipo de sitios. Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarOs va a encantar, Babyboom, el ambiente, el trato, y los platos... merece la pena probarlo, mejor de noche, tiene más encanto.
EliminarUn abrazo!!
Wow!, que buen lugar!!! ... me encanta ... me encanta descubrir rincones así!.
ResponderEliminarJajaja, gracias, thewotme, da gusto descubrirlos, y compartirlos ;)
EliminarSaludos!!
Parece que estamos en una pelicula de Agatha Christie, un lugar extraordinario.
ResponderEliminarSaludos viajeros
Así es, Paco, un lugar de novela, en el podemos ser los protagonistas.
EliminarUn saludo!
Me encantan estos sitios añejos con aromas cinematográficos!! La verdad es que es una ciudad que me encantaría recorrer!! Quizás en el próximo viaje.....
ResponderEliminarpd: mis disculpas por mi ausencia veraniega. Uno viaja, se relaja y se olvida de todo...
Un abrazo
Jajaja, Fran, mira como andamos nosotros... perdidos en el marasmo veraniego... Es una ciudad que te va a gustar, cambia tal vez demasiado rápidamente, como sucede en la mayoría de los países del sudeste asiático, y una buena parte de su identidad se pierde por el camino en busca de esa ansiada globalización. Date prisa.
EliminarUn abrazo!
Que pena que no tuviera tiempo de ir allí.Menos mal que ahoro lo he disfrutado.
ResponderEliminarSaludos
Hola, M.Eugenia, ¡no está mal poder mostrarte un lugar que no conozcas! Nos alegra verte por aquí, y poder devolverte un poco de la magia que nos ofreces en tu blog.
EliminarUn abrazo!
Fantásticas las fotos gastronómicas. No me importaría terminar empapado frente al Continental. Saludos.
ResponderEliminarViajero, salir de cualquiera de las calles que desembocan frente a la Opera y al Continental, a última hora de la tarde, cuando el tráfico baja, te transporta de inmediato a la novela, o a la película, y si en ese momento llueve... aun más.
EliminarSaludos!
Aunque parezca mentira... no conocíamos este sitio, pero pretendemos remediarlo en la siguiente visita a Saigón.
ResponderEliminarGracias!!!!
Vietnamitas en Madrid
Pues para nosotros, Vietnamitas en Madrid, es un honor poder compartirlo con vosotros! Ojalá podáis visitarlo pronto, y disfrutar tanto como nosotros. Como hemos dicho antes, mejor a la noche; la entrada y el ambiente en el interior son perfectos.
EliminarSaludos!