Este es el sugerente título de la Exposición dedicada a Van Gogh que nos lleva a Amsterdam.
“A menudo me parece que la noche es mucho más viva y rica en colores que el día.” Vincent Van Gogh.
¡Cómo no emocionarse con la obra del holandés, que en sólo diez años avanzó en el estudio de la luz y de la técnica más que todos sus contemporáneos!.
Sólo la muestra es ya un viaje en sí misma, comienza en 1880 y seguimos la evolución de Vincent a través de los poemas que leía, la relación epistolar que mantuvo con su hermano, su admiración por la vida campesina, las dificultades de las clases sociales más desfavorecidas que refleja una y otra vez en bocetos previos a Los comedores de patatas.
Van Gogh quiso primero ser predicador, y llegó a regalar todas sus posesiones a aquellos que no tenían nada. Su vida entera está en el filo, su extremada sensibilidad le lleva siempre al límite.
Su época parisina es la irrupción de la luz, del color, Toulouse-Lautrec y Degas en sus dibujos; las estampas japonesas que admiraban los impresionistas (vemos piezas de Hiroshige); Vincent prueba el puntillismo de Seurat, la pintura de la imaginación de Gauguin, los juegos de luz y sombra de Rembrandt…
Son sólo diez años en la vida de un hombre, hasta 1890, cuando Vincent decide dejar de ser una carga para su familia y se suicida, pero nosotros podríamos estar toda una vida contemplando sus trabajos.
Toda su obra es un homenaje a los pintores y creadores que admira; está obsesionado con las tonalidades de la luz, también con la luz nocturna.
Poder ver en este viaje Noche estrellada del MoMa, junto a Carretera comarcal en la Provenza por la noche del museo Kröller-Muller, en Otterlo, y Noche estrellada sobre el Ródano, del Museo de Orsay, es algo que no olvidaremos nunca.
La luna, la luz nocturna , las estrellas que Vincent compara con los puntos en un mapamundi nos muestran la obra de un soñador, de un adelantado a su época.
Esta ha sido la excusa de nuestra escapada a la ciudad de los canales, que hemos exprimido al máximo; nos hemos deleitado con la White Beer en las terrazas con una luz esplendida. Hemos probado una de las mejores tartas de manzana de la ciudad, en Villa Zeezicht, y las delicias del Pancake Bakery.
Nos hemos codeado con los guapos holandeses en otra noche estrellada, esta vez junto a la Westerkerk, en un local de moda: el Werck, y hemos recorrido un importante número de los más de 1200 puentes que posee esta ciudad.
La obra de Rembrandt del Rijksmuseum y La lechera de Vermeer con sus azules y amarillos están, por fin, en nuestra paleta.
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Musée Marmottan
The Frick Collection
Aviso: La de Vermer no me la pierdo ...
ResponderEliminarMertxe..., esto..., ya te llevamos a la de Vermeer, en El Prado!, y los de la Frick también los vimos juntos...!!
ResponderEliminarVes como hay que comer más pescado!!!
Así que no te libras con este comentario :-D
Ale!
JO! mira que tengo ganas de conocer eso y no se me logra, Yo ví pintura del "loco del pelo rojo" en la National Gallery de Londres.
ResponderEliminarTengo hace tiempo el "Cartas a Teo" que recoge la correspondencia que mantuvieron los dos durante años. Bonito y muy interesante para quien pinte o entienda de técnicas porque yo en algunas partes me perdía un poco.Saludos
¿La oscuridad más colorida que el día? Debo ser muy ingeniero, porque no lo entiendo. Yo siempre había entendido que el negro era la ausencia de color. Menos mal que tú nos enseñas ese algo que tiene el arte y que no está al alcance de todos.
ResponderEliminarUn saludo
¡Por fin he estado en un sitio que decís!!!!
ResponderEliminarBueno, la exposición no la he visto, pero hace años estuve en el Museo Van G. y en el Rijksmuseum
Eso me convalida, verdad?
La prima de Audrey,
ResponderEliminares precisamente con los pasajes de esas cartas con los que han hilado esta exposición.
Si te gustó la de Londres, este museo te encantaría. ¿Has visto alguna de las peliculas dedicadas al loco del Pelo rojo?
Hilario,
es mi sino, cuando trato con ingenieros...je,je,(te hablaría de la mezcla de colores complementarios, pero mejor ver y leer) gracias por paseArte por aquí!
Loquemehaorro,
no sólo te convalida, tú podrías hablarnos del Rijksmuseum, que está de reforma y sólo enseñan 200 obras maestras, habrá que volver en el 2013!! ¿te apuntas?
Bellísima entrada como siempre. Ya me veía yo por los puentes y comiendo esa tarta de manzana que me presumen, esperando ver las obras de Van Gogh...
ResponderEliminar¡Asi que andaban en Amsterdam! ¡que patas de perro salieron los guisantes, de verdad ehhh! ;) que bueno que pueden darse esos paseos...
¡llego en séptimo! ahhh pero no importa porque es un número que me gusta...
Por llegar tarde me entero que Mertxe necesita aceites omega...
que lo que me ahorro ya ha ido a Holanda (aunque decía no conocer mundo...)
que Hilario es muy ingeniero ;)
y que la prima de Audrey y yo tenemos el mismo libro.
¡Saludos a todos!
Ale.
La verdad es que me encanta -nos encanta a todos- leer tus comentarios Ale, además de que "patas de perro", irá ya para siempre ligado a El Guisante, :-DD
ResponderEliminarSi, aunque solamente sea un momento, puedes imaginar estar allí, tener esa sensación que describes, para nosotros es la mejor recompensa que se puede recibir al redactar una entrada.
Un abrazo, Ale, y buen fin de semana!
No, si solo lo hacéis por dar envidia, se nota. Supongo que veríais la que hubo en la Thyssen. A mí me pillaba un poco más cerca.
ResponderEliminarSaluditos
No me digas que tuvimos a Vincent en el Thyssen!!!, si fue así, nosotros debíamos estar en Marte! :-DD
ResponderEliminarAhora, sí te digo que la de Matisse que hay ahora, no se nos escapa...
Un abrazo, y buen finde!
Pues no se si era en Marte o en Júpiter, pero en el espacio si debíais estar. Hubo hace como un par de años una del último mes de Van Gogh, con algunos cuadros muy interesantes. Coincidió con una formidable de Richard Estes que a mí me impresionó casi más.
ResponderEliminarY la que tenía unas cuantas piezas impresionantes fue la de Durero y Cranach: solo por ver el retrato que Durero hizo a su padre valía la pena. A mi no había quien me despegase de el.
Si venís por Madrid y no teneis donde meteros, avisad. Y si teneis donde meteros y aún así os apetece, pues también.
Un abrazo
Es verdad!! Si recuerdo que fuimos a buscar el catálogo de Estes!, ese año nos tocó USA, y no dio para más. Lo de quedarse pegado a los cuadros, tengo experiencia... a Maribel tengo que arrancarla con palanqueta! :-DD
ResponderEliminarGracias por la invitación!, un abrazo, y buen finde Javier!
¡Qué maravilla la exposición y la ciudad! Yo pude ver una gran exposición sobre Van Gogh el pasado otoño en el MoMA. No tengo demasiado conocimiento sobre su obra, pero siempre me ha fascinado.
ResponderEliminarAún recuerdo la decepción cuando, con 16 años, fui al museo Van Gogh de Amsterdam y no encontré casi ninguno de los cuadros que me gustaban. Luego lo arreglé a los 20 años, cuando los pude contemplar en la galerie d'Orsay, en París.
Gracias a esos dos pasos previos pude apreciar con más claridad la exposición del MoMA.
Me ha encantado descubrir este blog. Seguiré las siguientes entradas.
Bienvenido Zeberio,
ResponderEliminarme alegro de que te haya gustado!, hablamos de la misma exposición, que ha estado en New York hasta el 5 de enero.
Para nosotros ha sido un regalo, ya que cuando visitamos New York, "Noche estrellada" del MOMA, estaba de gira...La última adquisición del MET, en New York me compensó.
La colección del Van Gogh es fascinante, aunque los cuadros expuestos no son siempre los mismos. Nosotros hemos tenido suerte y los autorretratos y copias de estampas japonesas que queríamos ver sí estaban....
Hola Javier!
Durero, sus retratos y sus grabados son para quedarse a vivir con él!
Madrid y sus exposiciones nos atraen como la Luz a las polillas, lástima que no podamos ver todas...
Los museos de Paris, L´Orangerie, D´Orsay, Marmottan..., las galerías superiores menos visitadas del Louvre, son espacios mágicos para ver obra de Van Gogh, y otros impresionistas y postimpresionistas.
( Las piezas más conocidas de Vincent se reparten por el planeta, habrá que ir a Tokio, je, je... )
Lindo, lindo, este post. Me gustó muchísimo.
ResponderEliminar¡Que suerte! yo que soy una amante de la pintura nuca veo exposiciones de este tipo, para una vez que me ponen una en mi ciudad, voy yo, petarda de mi, y se me pasa la fecha, en fin... sin comentarios.
ResponderEliminar...pero qué envidia más insana que me da leer este tipo de blogs Roberto (y Maribel)...
ResponderEliminarme dejáis con el buen sabor de la tarta de manzana y la retina repleta de colores :)
p.s. la fotografía desde el otro lado del Zeezicht cómo es que no la subes al flickr? es preciosa a rabiar!!!
Pues es que estuve en Amsterdam hace unos mil años y no me acuerdo lo suficiente, bueno... no me acuerdo de casi nada, que unos italianos se saltaron 3 colas a la vez en el Museo V.G.
ResponderEliminarAh! que no era eso, verdad? tengo una memoria anecdótica, lo siento.
Yo vivo en Madrid y tengo a mi alcance muchísimas exposiciones interesantes... que me pierdo sistemáticamente. Vale, exagero, pero me pierdo un montón, precisamente porque las tengo tan "a mano" que las voy posponiendo y al final se me pasa el plazo.
Estodevivir, me alegro de que te haya gustado el post; siempre nos preguntamos si habremos sido capaces de expresar lo que sentimos.
ResponderEliminarEva, a nosotros alguna vez nos ha sucedido lo mismo, pero en estas cosas siempre hay segundas oportunidades. Van Gogh se nos escapó, también en Amsterdam, hace algunos años, y mira, esta es aún mejor. Así que ánimo, ya volverá.
Invisible Anónimo, (si eres quien creo, ;-D), haces bien en quedarte con el sabor de la tarta, porque era....!!, y los colores, en la calle, en el museo, fue genial!!
Espero subirla, esta otra, creo que aun más bonita. Ambas de Maribel, por cierto!!
Loquemeahorro, perdona por no incluirte mas arriba!! estaba contestando y tu comentario ha entrado en ese momento, etc, etc..., bueno así es para ti sola. :-D
ResponderEliminarEs totalmente cierto lo que cuentas sobre perderse exposiciones, precisamente por exceso de oferta. Creo que es inevitable, vosotros ahí no tenéis más remedio que elegir, y no se puede ir a todo. Pero bueno, se hace lo que se puede, que es lo que importa!!
Tenemos amigos (amigos, de los que abusas, ¿eh?, te quedas en su casa, vacías su nevera...:-DD), y vamos bastante a Madrid, quien sabe, igual coincidimos en alguna expo!
Un saludo, y buen lunes :-(!!
Cáspitas!!!! Pero si soy invisible!! cómo me has visto?? ;-DD
ResponderEliminarPues felicidades a Maribel por la foto, de las que dan ganas de pasar a un lienzo. Besotes mañaneros para los dos**
Vaya, parece que Van Gogh gusta. Me creia rarita, estoy enamorada de sus autorretratos.
ResponderEliminarInvisible, es que tengo un detector, :-DD, pásala al lienzo!
ResponderEliminarLos Tiramillas, de rarita nada, jajaja, los retratos son increíbles!
La gran parrafada que había escrito ayer, en lugar de publicarse se desintegró. Creo que en el cementerio de los comentarios comienzan a tener problemas de overbooking. ¡A ver si hoy tengo más suerte!
ResponderEliminarOs decía que me dais mucha, MUCHÍSIMA ENVIDIA. Me encanta Van Gogh; me enamoré de él “de segunda mano”. Mi hermana volvió de su viaje de mitad de carrera con un montón de postales de sus cuadros y un libro sobre él . ¡Fue un flechazo! Después lo vi en Londres, en Paris e incluso en el Thyssen.
Las cartas a su hermano está en mi lista de lecturas pendientes desde muchísimo antes de que esta mutase hacia el plan infinito. Procuraré no hacerle esperar mucho más.
Intentaré ir a Madrid a ver las exposiciones de Matisse y Sorolla. ¡Quién sabe! Igual nos encontramos allí.
Lammermoor, me alegro de que recuperases el comentario. También yo me encontré con Vincent de segunda mano. En mi caso fue Maribel, la que me sacó de agujero de los siglos XV al XVII, :-DDD, y me enseñó que había otro mundo -pictórico- más allá.
ResponderEliminarTu también me das envidia, Londres, París... siempre quiero volver, igual hay que ponerle remedio!!
Estoy pensando poner una agencia de viajes... :-DDD
Un saludo
Me gusta Van Gogh, aunque no he visto mucho de él.
ResponderEliminarDe hecho tengo una foto delante de las obras "Autoretrato con sombreo de paja" y de "Lirios" en el Metropolitan de NY ...
Es verdad Mertxe, recuerdo perfectamente la ilusión que te hizo sacarte esa foto!.
ResponderEliminarEste verano, pinta mal....
Cuando mi hija fue a hacer la prueba de ingreso a la Academia de Artes plásticas, le hacían una entrevista. Ella estaba preparada, pero siempre su fuerte era Vang Gogh. Cuando en una de las preguntas le muestran una pintura de Gauguin, empezó identificándolo, luego buscando su relación con VG, y por ahí siguió dando la charla del otro, en lugar del que le habrían preguntado... ¡y logró entrar en la academia!
ResponderEliminarTe hago la anécdota porque desde hace años estamos vinculados a él, he tenido que buscar reproducciones en todas partes para llenar el cuarto de mi hija... ¡así que ya te puedes imaginar lo que me ha gustado tu entrada!
Un saludo,
AD.
Hola Ade,
ResponderEliminarqué bien que te hayas pasado por aquí, me siento como sí conociera a tu hija, yo hubiera hecho lo mismo, es decir llevar el examen a un área que domine, bravo por tu hija!
Mi relación con el arte viene de lejos, y aunque al final mi vida profesional ha seguido otro camino, soy una entusiasta. No sólo me gusta aprender, quiero que los que me rodean accedan al arte y las satisfacciones que proporciona.
En este viaje hemos tenido la oportunidad de ver el original de una de las obras de VG que nos acompaña hace años. Van Gogh puede gustar o no, pero la fuerza de sus pinceladas no deja a nadie indiferente. Ninguno de los excelentes libros que tratan su obra pueden competir con ver los cuadros, me encantaría verlos con tu hija, y las cosas que no sé que ella me contaría...
Un saludo ;-)
Pues mi relación con Van Gogh viene de más lejos (para algo soy más viejo). En el año 72 fui a Paris y entré creo que era en L'Orangerie, tal vez el Marmottan. A mí nunca me había interesado demasiado este pintor. El caso es que subí la escalera a la primera planta y allí, lado a lado justo al frente según salías de la escalera, estaban tres de sus mejores pinturas: L'Eglisse d'Auvers, un autorretrato muy conocido y un retrato muy famoso que no recuerdo exactamente de quien es pero si no me equivoco es un marino con una pipa. Bueno, es igual. El caso es que me quedé abobado (y así sigo, me temo) y tardé años en despegarme de esas tres maravillas. Pasaba de la una a la otra, de la otra a la una y así sucesivamente. En algún momento debieron de cerrar el museo... Desde entonces se que no hay reproducción que se aproxime ni de lejos al original de L'Eglisse d'Auvers y que su luz me dejó tonto para siempre.
ResponderEliminarY otro día hablaremos de temas más personales en los que tenéis mucho que ver, pero será en vuestro correo privado. La vida es una caja de sorpresas.
Y perdonad por el rollo, pero es que fue un flash...