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Los Colores del Vino en Rioja Alavesa Los colores del vino son la excusa perfecta para descubrir uno de los secretos mejor guardados de Euskadi: las tierras de Rioja Alavesa...

mayo 26, 2015

Los Colores del Vino en Rioja Alavesa

Nacimiento de las Uvas - Rioja Alavesa

Los colores del vino son la excusa perfecta para descubrir uno de los secretos mejor guardados de Euskadi: las tierras de Rioja Alavesa.

Recorrer y perderse entre lagares rupestres, un mar de viñedos, el paisaje del vino en Labastida, Páganos, Laguardia, Elciego, Baños de Ebro, Lapuebla de Labarca, Elvillar…, es una experiencia para los cinco sentidos. Detenerse a sentir la tierra, escuchar todas las fases de un proceso que viene perfeccionándose desde hace más de mil años. Admirar la lágrima en la copa de vino aferrándose a sus paredes, contrastar esos rojos cereza, los amarillos dorados, entretenerse imaginando al duende tanto tiempo encerrado en barrica de roble americano o francés de grano fino.

Paisajes del Vino en Rioja Alavesa

¿Qué puede hacer diferente una pequeña franja de terreno de algo más de 300 km al sur de Alava? Inés Baigorri va a responder una y otra vez a nuestras preguntas sobre las peculiaridades de los caldos de Rioja Alavesa y sus viticultores.

Pero ¿cuáles son los colores del vino? En una suerte de sinestesia, acercarse a la cultura del vino a veces supone oler colores y tocar sabores. Son muchas las zonas vinícolas que a nuestro alrededor compiten por los paladares más selectos. Y la verdad es que escuchar a aquellos apasionados por sus viñedos, que llevan muchas generaciones en su familia, cuyos apellidos dan nombre a las bodegas, siempre da un poco de envidia. Esa pasión por preservar características propias, por la calidad de la materia prima unida a un terreno propicio y una climatología adecuada, esa capacidad de identificar una paleta de sabores que asombran al no iniciado.

Lagar Montebuena - Labastida

La presencia ancestral de la cultura del vino, se hace patente en los lagares rupestres, como el Lagar Montebuena, uno de los más de 200 que podemos observar en la zona de Labastida; una oquedad excavada en la roca que se mantuvo en uso desde su construcción en la Edad Media hasta casi el siglo XVIII y que nos permite imaginar las fiestas del pisado de la uva en la pileta, los pies tintados de morado y el canal que conduce el vino al torco, el depósito, tan bien definidos en la piedra.

Jose Luis y viñedos prefiloxéricos de Dominio de Berzal

Jose Luis, que junto con sus hermanos Juan Mari e Iñigo lidera la bodega Dominio de Berzal, como ellos mismos dicen El otro Rioja, es el encargado de aclararnos sobre el terreno las peculiaridades de esta zona de Rioja Alavesa: Terroir pobre, poco profundo, arenoso, y muy calizo. Los viñedos, que en algunos casos tienen más de 100 años, están perfectamente adaptados a este terreno en el que la planta tiene que alargar sus raíces hasta 12 metros en busca de nutrientes. Podemos contemplar incluso una finca donde crecen supervivientes de la filoxera, la plaga que diezmó las vides por todo Europa, a finales del XIX.

Siete varietales de Dominio de Berzal

Habíamos probado ya vinos de maceración carbónica, que parecen cobrar cierta fuerza social como vino fácil, diario, pero lo que de verdad nos parece una explosión de sensaciones, balsámico, sedoso, equilibrado es el 7 varietales, un vino de autor, para los que buscan algo diferente. La familia Berzal cuenta precisamente con una parcela que tiene ese uso: experimentar. Y podemos, en Baños de Ebro, como en las bodegas de Napa, identificar en la entrada las uvas utilizadas: Maturana, Graciano, Garnacha, Syrah, Merlot, Cabernet Sauvignon y Pietro Picudo.

Pietro Picudo, una de las variedades de Dominio de Berzal

Llegar en primavera hace que cambie nuestra imagen de las viñas, las hojas protagonistas, con ese verde intenso, donde predomina el amarillo y los racimos incipientes, apenas esbozados. Buscamos las hojas de Viura, aunque son Tempranillo y Graciano las que más abundan en Rioja Alavesa, en vaso o en espaldera.

Escultura de Vitorino Eguren -  Eguren Ugarte

En Eguren Ugarte se proclaman “agricultores del vino”, y son ya seis generaciones dedicadas a la vid desde 1870, tienen en Vitorino Eguren su alma mater, el insiste en que en un negocio familiar lo principal es la alegría, no reñir. A sus más de 80 años sigue apostando por el esfuerzo, la tenacidad y el entusiasmo. El binomio familia y vino está presente en todo el conjunto.

Muy alineada con esta forma de sentir la cultura del vino, esta bodega ofrece la Vendimia en familia.

Interior bodegas Eguren Ugarte

Conscientes de que a los visitantes les gustaban las cavas subterráneas de la zona, Vitorino, incansable, ha construido su propio mapa y laberinto, con homenajes a los miembros de su familia, como su mujer Mercedes y a las calles y lugares emblemáticos para todos ellos. Ojo, quien transite por aquí tiene que cantar cuando pase por la cava dedicada a la familia.

Todo en el complejo de Páganos proclama el carácter afable y abierto, hospitalario y siempre en busca de nuevos retos. Incluso Peter Greenberg, The Travel Detective ha estado aquí grabando y recorriendo en segway sus viñedos. Seguro que el probó el Cincuenta, un vino ya famoso fuera de nuestras fronteras, y que conmemoraba los 50 años de Vitorino en la empresa.

Botella de "Cincuenta" - Eguren Ugarte

Eguren Ugarte nos ha devuelto la magia de cuando éramos niños y hablábamos de los circos de pulgas. En sus hoteles de insectos, los bombus polinizadores, hemos visto ese sueño hecho realidad. Insectos que trabajan para ellos en un proceso que quiere ser más amable con el medio ambiente, un método biológico de conservación del viñedo.

Hoteles de Bombus - Eguren Ugarte

Estamos en una zona de contrastes, iglesias y pueblos que parecen atalayas para admirar esos terrenos protegidos entre la Sierra de Cantabria y el Ebro. Una arquitectura que enmarca y nos acompaña, una arquitectura que al igual que el vino nos invita a descubrir, más allá de las fachadas, tesoros ocultos como las cuevas subterráneas en las que cada familia tenía los depósitos de vino, como la que visitamos, perteneciente a la bodega Lopez Oria y que convierten al subsuelo del casco antiguo de Laguardia en todo un queso Emmental.

Bodegas Lopez Oria - Laguardia

También en Laguardia, oculto tras un pórtico que lo pone a salvo a miradas poco curiosas y de los rigores de la climatología, hallamos el majestuoso e inesperado pórtico de Santa María de los Reyes.

Pórtico de Santa María de los Reyes Laguardia

Una auténtica joya que no debéis dejar de visitar, esta portada gótica de finales del siglo XIV une un excelente trabajo en piedra, hasta tal punto que muchas de las figuras que la componen son auténticas esculturas de bulto redondo, con una asombrosa conservación de la policromía aplicada a finales del siglo XVII.

Bodega Luis Angel Casado

La bodega de Luis Angel Casado nos espera en Lapuebla de Labarca en lo alto del pueblo, con cuatro edificios de estilo clásico francés. Una capilla en honor del patrón del pueblo, San Bartolomé hace las veces de sala de crianza y un edificio acristalado estilo Belle epoque está acondicionado como sala de catas.

Jilabá

Nos llama la atención el nombre de Jilabá, enseña de sus caldos, que se corresponde con un terreno cercano muy querido para la familia, empeñados en una producción pequeña sólo con la uva que proporcionan sus viñedos, como reza su etiqueta. Y esto hace que la experiencia de probar el Trasotoño, un blanco de vendimia tardía, adquiera más valor ya que todos los años no se dan las característica necesarias para su producción. Un vino cuyos aromas nos traen a la memoria las tierras húngaras y el Tokaji, aunque con sabores que compiten con un Sauternes, nos ha encantado.

Trasotoño de Jilabá

Desde muy antiguo hemos necesitado hitos, marcas que nos señalen lugares especiales, en esta zona, en Elvillar, el Dolmen de la Chabola de la Hechicera cumple esta función desde hace 5000 años. Dice la leyenda que esta era la casa de una bruja a la que se podía oir cantar el día de San Juan. Como en muchos otros túmulos funerarios, lugares rituales, el dolmen ha sido desmontado, usado como cantera y restaurado en varias ocasiones.

Dolmen de la Hechicera

Esta “mesa de piedra” fue construida con grandes losas de arenisca local, y hoy parece invitarnos de nuevo a todo tipo de fiestas y celebraciones. ¿Elegiría la Hechicera el tinto de maceración carbónica, los blancos fermentados en barrica?.

En cualquier caso la cultura del vino invita a compartir, a reuniones con amigos y como siempre hay que dejar algo pendiente para el próximo viaje, ya estamos pensando en volver a Rioja Alavesa, para viajar a la Edad del Bronce recorriendo el Poblado de la Hoya o caminar y perdernos entre los colores cambiantes de su mar de viñedos.

Mar de Viñedos en Rioja Alavesa

4 comentarios :

  1. Espléndida entrada de la que he aprendido mucho, solo me queda probar los caldos. Lo que necesito ahora es buscar un chófer abstemio.
    Me ha impresionado la portada de la Iglesia de Laguardia.
    Un saludo
    Carmen

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    Respuestas
    1. Es un pequeño secreto, Carmen O, jajaja. Es un trabajo absolutamente increíble, la Rioja Alavesa está llena de rincones que merecen ser descubiertos, y por supuesto, sus bodegas.
      Saludos!

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  2. Oigo nombrar esos pueblos, esas variedades de uva y ya se me hace la boca agua. Dólmenes, bodegas, cavas y campos preciosos, pero esa portada es lo que más ha llamado mi atención. Una verdadera joya que habrá que descubrir.

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    1. Es que merece mucho la pena Tawaki, una pequeña zona de Euskadi que, incluso para muchos de los que aquí viven, es bastante desconocida. Anímate, no de defraudará... :)
      Saludos!

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