Nueva York. Pocas veces dos palabras aglutinan tantos significados, tantas sensaciones, tantas visiones… Sin embargo, nosotros vamos a huir, o al menos a intentarlo por unos momentos, del influjo que ejerce la Gran Manzana para adentrarnos en el otro Nueva York, el Estado, que injustamente pasa desapercibido, empezando por su capital, que pocos sitúan en Albany. Tras leer esto, comprenderéis que cuando hace unos días nos propusieron desde El Viajero – El País publicar nuestra recomendación sobre un destino para este año, vimos una nueva oportunidad para dar a conocer aquel territorio. Nos pusimos a escribir, sin prestar atención a la distinción entre palabras y caracteres, de modo que para cuando caímos en la cuenta de lo que nos pedían ya era tarde. Había que recortar…, y mucho.
En cualquier caso, no hay mal que por bien no venga, así que aquí os presentamos la versión extendida de nuestra colaboración periodística.
El Estado de Nueva York, también conocido como Empire State, es una especie de cofre del tesoro viajero y, por tanto, nuestra recomendación viajera para 2015 especialmente para realizar durante el otoño. Os daremos motivos suficientes para que os animéis a viajar hasta allí. No ha sido fácil seleccionarlos. Muchos se nos quedan en el tintero a la espera de que otros viajeros los elijan. Comenzamos por su geografía que, modelada a lo largo de los siglos por la acción de los glaciares, nos deja un paisaje lleno de montañas, bosques y lagos, muchos de cuyos nombres nos trasladan en el tiempo, a la época en la que los nativos norteamericanos dominaban estas tierras.
Una de las maravillas naturales que descubrimos por la región y de la que os hemos hablado aquí, es la garganta que constituye el Watkins Glen State Park. Accesible al público desde 1863 y gestionada por el Estado a partir de 1906, nos permite disfrutar de senderos que atraviesan diferentes microclimas, túneles, puentes colgantes o magníficas caídas de agua como la Rainbow Fall que convierten a este lugar en visita obligada. Caminos como el Indian Trail, nos conducen por las alturas de la garganta, atravesando incluso uno de esos típicos cementerios estadounidenses, abiertos, sin aparente orden, sobrios y llenos de color gracias a los árboles que lo enmarcan, convirtiendo el lugar en parte del paisaje, sin la carga emocional que a menudo lastra estos lugares en Europa.
Los Green Lakes se encuentran en el Parque Estatal del mismo nombre, un lugar que recorrimos coloreado por los matices del otoño (en invierno, congelados, también son un espectáculo), que además posee la mayor proporción de bosque primario de todo Nueva York. Presentan un característico e inusual color verde azulado debido a los diferentes orígenes de sus aguas (que no se mezclan). Aquí podremos observar variada fauna, destacando los miles de gansos canadienses durante su migración anual.
Las Montañas Adirondack, un gigantesco parque natural, consecuencia directa de la construcción del Erie Canal, donde las opciones para el senderismo, con complicados caminos rodeados de bosques, o los sencillos y preciosos Peninsula Trails así como el conjunto de actividades a realizar en plena naturaleza son inabarcables. El esquí ocupa un lugar destacado, con emplazamientos tan míticos como Lake Placid, o pequeñas ciudades donde perderse, como Saranac Lake, que nosotros visitamos durante los días de Halloween.
Viejos locales de carretera cargados de mil y una historias de viajeros como el Black Bear Restaurant (su historia nos la reservamos para más adelante), que encontramos en la Route 9, en la espectacular carretera escénica Adirondack Highway, camino de Vermont.
Vistos desde cielo, los lagos que forman el conjunto llamado Finger Lakes, evidencian con su forma de mano abierta, lo acertado del nombre. Esta es una región sorprendente, que en cierto modo nos recuerda a las laderas del lago Lemán en Ginebra, y tiene aquí a su homónima junto al Seneca Lake. Grandes extensiones llenas de viñedos y bodegas visitables, como la Thristy Owl Wine Company, situada a orillas del Cayuga Lake y muchas otras donde los tour se realizan en limusina…, no en vano nos encontramos en Estados Unidos. Una gran ocasión para conocer nuevos tipos de uva y el ritual que sigue aquí el mundo del vino.
Es toda una oportunidad para encontrarnos con viejas conocidas, Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Noir, Merlot o Malbec, Riesling, Gerwuztraminer..., siempre tratadas de acuerdo al gusto norteamericano, y abrirnos a diferentes variedades de uva como la Vidal Blanc o la Pinot Gris además de catar productos de temporada como el vino de manzana y el Ice Wine.
Un paisaje que a cada paso llama nuestra atención descubriéndonos lugares como las Taughannock Falls, con su propio parque estatal a orillas del Cayuga Lake, con un salto máximo de 65 metros, y unos bien acondicionados senderos que permiten recorrer todo el lugar con mínimo esfuerzo.
Las Chittenango Falls dan nombre al Parque Estatal que las alberga y son un destino muy frecuentado por las familias, resultan espectaculares a pesar de su pequeño tamaño, al menos en comparación con la estrella del estado, las Niagara Falls, situadas en el extremo oeste del territorio. El lado canadiense de las cataratas, en especial toda la zona de Clifton Hill, se ha convertido en un lugar kitsch, un poco paranóico incluso, desprovisto de cualquier tipo de encanto. Es mucha mejor opción continuar recorriendo el río hacia el Lago Ontario donde llegaremos a localidades como Niagara on the Lake, que a pesar de ser uno de esos “pueblos tienda”, resultan agradables.
En cualquier caso, la vista de las Niagara y American Falls desde la orilla canadiense es la mejor, por tanto obligada, así como recorrer el lado estadounidense, el Niagara Falls State Park, incluyendo la Goat Island…
El Estado de Nueva York posee una amplia frontera con Canadá, y buena parte de ella se situa sobre el agua del Lago Ontario, que aunque no es, ni mucho menos, el mayor de los Grandes Lagos, nos proporciona un horizonte que no parece tener fin y kilómetros de playas de arena donde solo la ausencia de un oleaje de entidad en sus orillas delata su condición de agua dulce. Allí obtendremos, además, algunas de nuestras mejores puestas de sol.
Un hito de la ingeniería, el Erie Canal, que discurre entre Albany y Buffalo, fue el origen, además, de la Primera Guía de Viaje de América, y nos lleva hasta el Erie Canal Museum, que no debéis dejar de ver, en una población en la que debemos detenernos: Syracuse. De pequeño tamaño (unos 150.000 habitantes), es una ciudad al alza, con un patrimonio arquitectónico que delata su importancia en épocas pasadas y motivo también de su empeño hoy por convertirse en el referente del estado. Una ciudad con buen ambiente universitario, y un downtown cada vez más dinámico, tendencia también en las grandes ciudades estadounidenses.
Como en buena parte de la región, encontraremos numerosas micro-cervecerías, como la Empire Brewing Company que producen su propia cerveza de forma artesanal. Un paraíso para los visitantes, ya que la práctica totalidad únicamente se comercializa en el país. Encontraréis auténticas rarezas, como la Black Magic Stout, negra, opaca, algo así como cenizas disueltas en agua y con el mismo sabor, aunque las notas de cata hablen de chocolate y café. Sin duda, una de las cervezas más extrañas que hemos probado.
Curiosidades, como la historia del Carrusel nº 18, creado en 1909 por la Philadelphia Tobogan Company que tras un viaje de 81 años ahora puede contemplarse en el Destiny USA, el mayor mall del estado; una gastronomía original norteamericana, para superar el tan arraigado mito de la hamburguesa como única opción, la encontraremos en el New York Wine & Culinary Center, junto al lago Canandaigua. Paseos nocturnos a lo largo de las orillas del lago Onondaga, iluminadas por el espíritu de la Navidad…
Son muchos, muchísimos los motivos para conocer el Estado de Nueva York, que deberéis descubrir por vosotros mismos, forma parte del viaje.
Viajes a Estados Unidos. Entradas Relacionadas
Estados Unidos, todas las entradas
La verdad es que a la mayoría de los que viajamos a Nueva York (entre los que me incluyo) se nos olvida salir de la ciudad porque acabamos eclipsados! Aunque he de reconocer que nosotros fuimos en coche hasta Niagara Falls, pero sin hacer paradas intermedias, y viendo vuestras fotos, me arrepiento!
ResponderEliminarUn abrazo
La atracción de la Gran Manzana es M.Carmen Cruz irresistible, y tampoco nosotros somos inmunes, jajaja; en nuestro caso tenemos una "base avanzada" allí, así que la elección era sencilla. A ver si tenéis ocasión de volver porque tanto Nueva York como Vermont son estados espectaculares.
Eliminar¡Un abrazo!
Pues mas que suficientes chicos!!
ResponderEliminarQue pasada, mil ganas de ir
Un abrazo fuerte
A vosotros que os gusta la naturaleza, Bleid os encantaría, no tenemos ninguna duda.
Eliminar¡Un abrazo!
Nunca se pasa por la mente el pensar en que Nueva York es algo mas que Nueva York. Tomo buena nota. Un abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarAsi es, Carmen O, la sombra de la Gran Manaza es muy, muy alargada... Merece la pena descubrir que hay más allá.
Eliminar¡Un saludo!
Como vosotros hemos estado en todos estos lugares de gran belleza en cualquier época del año, pero el otoño es espectacular, tanto, que si se coincide con el momento álgido de la coloración "pico" el paisaje parece irreal. Fue un viaje precioso a pesar del Sandy, que nos atrapó en la Gran Manzana. Ah, vuestras fotos mucho mejor que las nuestras, en eso nos falta rodaje. :-)) Un abrazo.
ResponderEliminarJajaja, claro, Los Tiramillas, con lo que os habéis movido... :) Es verdad que fue un gran viaje, huracán incluido, una experiencia para recordar vivir New York City como la vivimos. Vosotros también tenéis fotos chulas y ¡de lugares en los que no hemos estado!. ¡Abrazos!
EliminarExcelente post. Nadie diría que estos lugares están tan cerca de la 5th ave
ResponderEliminarAsí es, Salvador Gutierrez, los rascacielos se llevan toda la fama... ;) ¡Un saludo!
EliminarImpresionante. Ya está añadido a mi lista de destinos, aunque en 2015 espero ir a Yosemite y San Francisco. Estados Unidos es un gran desconocido y la verdad es que alberga muchos sitios que no podemos dejar de ver. Las fotos, fantásticas.
ResponderEliminarEstados Unidos es enorme, Tawaki, y, es verdad, bastante desconocido exceptuando sus must. Paisajísticamente hablando es casi un mundo completo. Estamos seguros que Yosemite te encantará, si tienes ocasión realiza algún recorrido a caballo, y San Francisco... no digamos. Llevaté un jersey, aunque la visites en verano. :)
Eliminar¡Saludos!
Gracias por los consejos. Mi amiga es alérgica a los caballos, pero no a los jerseys...
EliminarJajaja, en ese caso en San Francisco estará encantada, :) Tawaki
Eliminar