Nuestro último viaje por Estados Unidos nos llevó a recorrer, como ya os contamos en From the Empire State to Vermont, buena parte de los estados de Nueva York y Vermont. Además de una Naturaleza que era un auténtico regalo para los sentidos, nos sorprendieron ciudades como Syracuse, donde nos encontramos con uno de los hitos de la ingeniería estadounidense.
El Erie Canal, discurre entre Albany y Buffalo, haciendo posible crear una vía de agua navegable desde el Océano Atlántico hasta los Grandes Lagos. Ya durante la expansión de las colonias británicas se constató el problema del transporte entre la costa este y el interior, debido a los Apalaches y a la mala condición de los caminos. La construcción de canales buscando mejorar el tráfico comercial ya aparece en un informe sobre el comercio de pieles escrito en 1724 por Cadwallader Colden.
El principal producto de exportación era el cereal, su rentabilidad estaba lastrada por dos factores: bajo precio de venta y elevado coste del transporte, lo que provocó que los agricultores dedicasen el grano a la fabricación de whiskey buscando mayores beneficios.
George Washington, Christopher Colles, el Gobernador Morris, Elkanah Watson... son nombres propios en esta historia. Finalmente, fue Jesse Hawley quien consiguió construir el canal, no sin dificultades. Hawley había previsto un gran negocio vendiendo grano en la costa este; fue su ruina y terminó encarcelado.
En la cárcel ideó la construcción de un canal por el valle del Mohawk, apoyado por J. Ellicot, agente de la Holland Land Company, que comprendió el valor añadido que proporcionaba el agua a las parcelas que comercializaba. Los valles del Mohawk y el Hudson representan la única vía para cruzar los Apalaches al sur del San Lorenzo, mediante una ruta fluvial desde NYC a los lagos Ontario y Erie.
El principal obstáculo era superar el desnivel, 180 metros; las esclusas de entonces podían salvar 3.7m, con lo que se hubieran necesitado, al menos, 50. Los elevadísimos costes hicieron que el presidente Thomas Jefferson rechazara el proyecto.
El canal original tiene 584 kilómetros de largo, 12 metros de ancho y 1,2 de profundidad. Con la tierra extraída se forma el llamado camino de sirga, por el que circulaban los caballos y mulas que tiraban de los barcos.
La construcción se inició 4 de julio 1817 a un ritmo que, de no mejorarse, prolongaría los trabajos durante treinta años. Fue necesario estudiar las técnicas holandesas de construcción de canales, y el trabajo de cientos de obreros alemanes especializados para realizar la mamposteria, así como la resolución de problemas complejos, lo que convirtió a los equipos de trabajo e ingenieros en la élite del sector.
La tala de árboles para despejar el camino a través del bosque virgen y mover la tierra excavada fue uno de los principales problemas que se encontraron; hubo que resolverlo mediante un innovador sistema para extraer los tocones. Para atajar los problemas de la erosión se fundó en 1885 el inmenso Adirondack Park, pulmón del estado y paraíso para los senderistas.
La necesidad de mano de obra se solventó gracias a la inmigración irlandesa y escocesa. Los encargados de la planificación y supervisión eran novatos en esas tareas que se formaban sobre la marcha. La malaria (más de 1000 fallecidos en una sola campaña), las gélidas temperaturas invernales... añadieron más penurias aun a la construcción.
En 1824, antes de finalizar los trabajos, se publicó una guía de bolsillo para el turista y viajero: Pocket Guide for the Tourist and Traveler, Along the Line of the Canals, and the Interior Commerce of the State of New York, constituyendo, con toda probabilidad, la primera guía turística de América.
El 26 de octubre de 1825, el canal se terminó. Una flotilla de barcos, liderados por el gobernador DeWitt Clinton a bordo del Seneca Chief, zarpó de Buffalo llegando a Nueva York diez días después. Clinton vierte agua del lago Erie en el puerto de NYC para simbolizar la boda de las aguas, que culminó cuando el que posteriormente sería alcalde de Buffalo, el juez Samuel Wilkeson, vertió un barril de agua del Atlántico en el lago Erie.
El sistema de canales dio una ventaja competitiva a la ciudad de Nueva York, que se desarrolló como centro de comercio internacional, y permitió crecer a Buffalo, que pasó de 200 colonos en 1820 a más de 18.000 personas en 1840. Se redujo considerablemente el costo de envío de los alimentos a las ciudades del este y permitió transportar, económicamente, maquinaria y productos manufacturados al Medio Oeste. Aunque su impacto fue mucho más lejos, ya que aumentó el comercio en todo el país gracias a la apertura de los mercados del este y del extranjero a los productos agrícolas del Mid West.
El puerto de Nueva York se convirtió en el principal puerto de la nación, ganando la pugna a Boston, como narra Rutherfurd en Nueva York, un excelente relato, que os recomendamos sin lugar a dudas. Fue a causa de esta conexión vital y fundamental que el estado de Nueva York pasaría a denominarse Empire State.
Ampliaciones, mejoras diversas en el sellado, y en las conexiones, hicieron posible que el canal se mantuviera en funcionamiento hasta 1951 cuando sucumbió ante la ofensiva del ferrocarril y los camiones.
Escritores como Melville, Trollope, N. Hawthorne o Mark Twain, escribieron sobre la vida en el canal. Fifteen years on the Erie Canal fue escrita por Thomas S. Allen en 1905 para rememorar los comienzos, cuando las barcazas eran impulsadas por mulas. Esta canción, bajo el título de Erie Canal, está incluida en el album We Shall Overcome: The Seeger Sessions de Bruce Springsteen.
En 1918, el canal vio reemplazada gran parte de su ruta original por el New York State Barge Canal, dejando muchos sectores abandonados (sobre todo entre Syracuse y Roma). Desde la década de 1990, el sistema del Canal ha sido utilizado principalmente por el tráfico recreativo, entre mayo y noviembre, ya que durante el invierno se drena para su mantenimiento. Hoy, el Erie Canal Corridor cubre 843 km, desde el lago Champlain a Capital Region y al oeste de Buffalo.
The Old Erie Canal, el camino de sirga en Kirkville, y las secciones del antiguo canal no utilizadas después de 1918 son propiedad del Estado de Nueva York, aunque algunos se han cedido o comprado por los condados y municipios, que los han conservado, o bien se han rellenado para crear vías como el Erie Boulevard, en Syracuse. También hay planes de restauración para su uso turístico, si bien por el momento no parece que se vayan a prosperar, como ocurre en el centro de Syracuse, donde por el momento la antigua ubicación del canal se representa mediante un espejo de agua en la plaza Clinton.
En Syracuse visitamos el magnífico Erie Canal Museum, donde realizamos las fotografías que veís en esta entrada. Un museo que hay que incluir en la lista de imprescindibles de cualquier viajero que recorra estas tierras.
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Estados Unidos, todas las entradas
Qué interesante todo!
ResponderEliminarFantástico el post
Gracias Paco Piniella
EliminarUn saludo!
Pues si tan interesante es el museo, me lo apunto para cuando vayamos!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Lo cierto es que es realmente entretenido M.C. Cruz, merece la pena.
EliminarUn abrazo!
Interesante, interesante. Tomo nota por si decidio viajar al fin a los EEUU.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un imprescindible, Antonio Ruiz Estados Unidos es puro espectáculo.
EliminarUn abrazo!
La primera autopista de América, así se conoce al canal también. Entre los videos históricos que narran esta épica obra de ingeniería, me encanta este documental de 1957 que también refleja en inglés y con viejos granados e imágenes partes de la historia que nos contáis hoy. http://www.youtube.com/watch?v=6_f7S4BojGI
ResponderEliminarGenial el apunte, Alvaro Llosa Sanz, poco a poco vamos conociendo más de la historia de USA.
EliminarAbrazotes!
Fantastic post:) Greetings
ResponderEliminarThanks a lot!, ZielonaMila
EliminarToda una lección de historia del canal Erie. Nosotros estuvimos en Syracuse y tenemos bonitos recuerdos, uno de ellos el museo del canal, por eso nos encanta vuestro post. Un abrazo.
ResponderEliminarFue una visita realmente instructiva, Los Tiramillas
EliminarBstes.!
Interesantísma entrada, como todas las de los GUISANTES: tengo que pasar más por aquí! Los canales son una red de circulación hoy en desuso pero que tuvo enormes posibilidades: precisamente el día 2, fiesta en los madriles, tuve ocasión de volver a ver el Canal de Castilla (me acequé a Palencia: la catedral fue todo un descubrimeinto) y comentamos el obrón de ingeniería que supone un trazado como ese.
ResponderEliminarxG
Realmente fueron una via de comunicación, xGaztelu, que abrió mercados; el Erie fue, como dice Alvaro, la primera autopista de América.
EliminarTal vez aquí los canales no se han aprovechado totalmente, y solo se ha visto en ellos una manera de transportar agua, cuando sus posibilidades son muchas.
Y la Catedral de Palencia es impresionante. Creo que todo el que la ve por vez primera se asombra. No es tan conocida como otras, y sin embargo, merece mucha más atención de la que se le da.
Un abrazo!
Muy interesante, conozco más bien poco la historia de Estados Unidos así que me lo apunto por si algún día puedo ir.
ResponderEliminarEs curioso el papel que han jugado los canales en la historia y que ahora sean sólo un lugar de recreo...
Hasta pronto! ;)
Es verdad Elena, los canales han dejado paso a otras vías de comunicación, y no creo que en todos los casos sea acertado. En cualquier caso, un lugar interesante que merece la pena descubrir.
EliminarSaludos!! :)
El canal de Erie fue construido con cemento natural estraido de unas famosas minas del estado de Nueva York, costó millones de dólares de aquellos tiempos y hasta la vida de más de mil personas y varios años. Con esto dio comienzo la hegemonía de Nueva York como ciudad comercial en detrimento de la ciudad Boston.
ResponderEliminarFue una obra colosal, en todos los sentidos, y, es verdad, inició la hegemonía de Nueva York en la Costa Este, y tal vez, en el mundo. Gracias por el aporte. ¡Saludos!
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