Ahora que el otoño está a punto de ceder el paso al invierno, recordamos nuestros paseos por el antiguo coto de caza (jabalíes y faisanes en especial), de los príncipes de Brandeburgo. Y precisamente de ese uso deriva su nombre, Tiergarten, jardín de animales, un pulmón verde en pleno centro de Berlín, la capital de Alemania.
Sin embargo, el ascenso al poder de Federico II el Grande, poco amante de la caza, provocó su transformación en parque de recreo, para convertirse, ya en el siglo XIX de la mano del paisajista Peter Lenné, en un jardín romántico de estilo inglés. De esa época son también algunas estatuas y monumentos, como los dedicados a la reina Luisa y a su esposo Federico Guillermo III.
El corazón de Tiergarten lo marca una rotonda, la Grosser Stern, donde confluyen cinco calles que atraviesan el parque. En el centro se alza la Siegessäule, la columa construida para conmemorar los triunfos militares prusianos sobre Dinamarca, Austria y Francia en el siglo XIX. Como curiosidad, hay que indicar que hoy día es el símbolo de la comunidad gay berlinesa.
La columna está coronada por una estatua dorada que representa a la Diosa de la Victoria y es visible, especialmente los días soleados, desde buena parte de la ciudad. No siempre estuvo ahí, ya que su emplazamiento original era frente al Reichstag, aunque los nazis la trasladaron en 1938 con el fin de despejar el terreno para su proyecto urbanístico, Germania.
Como los ángeles de Win Wenders, quisimos ver el cielo sobre Berlín. La panorámica que se muestra es magnífica, y nos permite ubicarnos sobre el mapa de la ciudad y su parque, vestido con los colores de otoño. La Brandenburger Tor, Postdamer Platz, el Reichstag, el Kulturforum, la Berliner Philarmonie, la Hauptbahnhof…, Berlín toma forma ante nuestros ojos.
A pesar de que la enorme destrucción causada por la II Guerra Mundial no le ha permitido recuperar totalmente su antiguo esplendor, Tiergarten sigue siendo el pulmón de Berlín y uno de los parques urbanos más grandes del mundo.
Recorremos el parque sin prisas, descubriendo sus rincones, la Luiseninsel, un jardín dedicado a la reina Luisa; la Rousseauinsel, el Englischgarten donde podemos reponer fuerzas en la teehaus, o el Bismark Denkmal.
También el Schloss Belleuve, un palacio de estilo neoclásico construido en 1785 como residencia de verano para el hermano menor de Federico el Grande, y que ha tenido una historia convulsa, como la propia Berlin.
Durante el reinado del káiser Guillermo II fue reconvertido en colegio, mientras que los nazis lo usaron como museo de etnología. Hoy es la residencia del presidente alemán.
Caminar, pisar, siempre nos parece una buena forma de sentir una ciudad, un destino; hemos hecho muchos kilómetros por Berlín, y los dedicados a Tiergarten han dejado huella, y no sólo en nuestra retina.
Es hermoso ver pulmones cómo Tiergarten dentro de ciudades! Seguro es un paseo relajante a la par que visualmente enriquecedor por la variedad de colores del otoño y la naturaleza.
ResponderEliminarMe ha encantado "la visita virtual" que he hecho gracias a vuestro post!.
Felicidades!!!!
Encantados de haberte "transportado" @RosaMaNM y , si, es un desahogo ver tanto espacio verde en la ciudad, nos ha sorprendido.
EliminarUn saludo ;-)
Se percibe que la visita a Berlin fué muy gratificante para vosotros.Tanto la explicación como las fotos un 10
ResponderEliminarPo lo que contáis es evidente que lo habéis pasado muy bien en este viaje. Un lujazo de post.
Abrazos para los dos.
Nos queda mucho por contar de Berlin, los tiramillasha sido un lujo poder estar allí durante tantos días y sentir la ciudad. El otoño es una estación agradecida ;-)
EliminarUn abrazo ;-)
!Que hermoso paraje! estar en medio de la ciudad y debe parecer como estar en medio de un frondoso bosque, con hermosas esculturas y delicias arquitectónicas. Me encantó descubrirlo a través de tu entrada y las bellas fotos. Gracias y un saludo
ResponderEliminarGracias Amparo Muñoz no sólo lo parece, es un frondoso bosque, jejeje.
EliminarUn saludo ;-)
Qué gran paseo chicos, excelente. Vaya luz más chula. Saludos viajeros!
ResponderEliminarSandra Salvadó tuvimos mucha suerte con la luz y con el tiempo, la verdad.
EliminarSaludos ;-)
Una maravilla de lugar! Yo lo vi en primavera muy floreado y con bellos colores como estos que en otoño nos ofrece!
ResponderEliminarWomanToSantiago
Noelia Ramos seguro que está precioso en primavera, habra que volver ¿no?, jejeje ;-)
Eliminar¡Un lugar precioso! Desconozco Berlin pero estoy deseando visitarlo y vuestro post y las fotos transmiten mucho sobre el parque y vuestra vivencia.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta la frase final, totalmente de acuerdo en que caminando se sienten las ciudades, porque éstas están para vivirlas :-)
Un saludo. Luis.
No dejes de ir Luis López Lainez; aunque llevábamos mucho tiempo leyendo y aprendiendo sobre la ciudad, la escala real siempre te sorprende y esa, es verdad, tenemos que "pisarla". Gracias por pasarte por aquí.
EliminarUn saludo ;-)
Nosotros nos quedamos con ganas de ver el Tiergarten, pero al pasar solo 48 horas en Berlín, tuvimos que prescindir de algunas visitas, pero me habría encantado subir como vosotros y poder hacer fotos desde lo alto.
ResponderEliminarUn abrazo
M.C. Cruz desde luego le dedicamos tiempo, te lo aseguro, son dos viajes, dos visiones, habrá que contrastarlas ¿verdad?
EliminarUn abrazo ;-)
Gran viaje, impresionantes los colores de las fotografías. Sobretodo la ultima, que me ha dejado los pelos de punta con la ultima frase. Saludos :http://goo.gl/7mdCy8
ResponderEliminarGracias Pedro Mendez, jajaja, es un final abierto... Saludos ;-)
EliminarQue ganitas de estar por allí, nosotros a ver como nos lo encontramos en invierno jeje
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y felices fiestas! :)
Ya sé, ya sé José Carlos DS veo tu foto desde el andén XII, una buena elección celebrar en Berlín el fin de año, seguro que tienes mucho que contar. Un abrazo muy fuerte, ya que lleva mucho retraso, jejeje ;-))
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