Cómo no recordar al leer este libro las poblaciones mineras que se extienden a lo largo de la 49 en California, las cabañas, la limpieza del mineral, las barriadas chinas, los sistemas de extracción…
Lo que hoy vemos como museo viviente fueron sin duda los escenarios de historias como la de Susan y Oliver, la lucha por encontrar ese ángulo de reposo.
Es difícil de explicar, pero a veces ya la primera lectura es un flechazo, sientes que las palabras llegan en el momento preciso, y estas dispuesto a escuchar, no importa la historia.
“…dónde habías aprendido a manejar con tanta soltura un concepto técnico como “ángulo de reposo”? cómo tu dijiste, era demasiado bueno para la simple arena; intentaste aplicarlo a tu propia vida, incómoda y errrabunda. Es el ángulo al que apunto para mí mismo, y no me refiero al rígido ángulo en el que descanso en esta silla. Me pregunto si tú lo alcanzaste alguna vez….”
“Hay otra ley física que me tienta también: el efecto Doppler. El sonido de cualquier cosa que se acerca a ti – un tren, digamos, o el futuro- tiene un tono más alto que el sonido de la misma cosa cuando se aleja.”
Es más, te vuelves condescendiente cuanto más lo lees y adviertes sus obsesiones, sus buenas y sus malas épocas, sólo quieres saber más.
“Lo que a mi me interesa de todos esos papeles no es la novelista e ilustradora Susan Burling Ward, ni Oliver Ward, el ingeniero, ni tampoco el Oeste donde pasaron sus vidas. Lo que realmente me interesa es cómo dos partículas tan distintas pudieron fundirse, y con cuánta presión, para rodar cuesta abajo hacia el futuro y hasta alcanzar el ángulo de reposo en que yo los conocí.”
Aprendemos de quienes admiramos, y Stegner crea personajes dignos de admiración, incluso en sus errores, o tal vez por ellos.
“…lo que pretendo es demostrar algo, quizás que ni siquiera el refinamiento y la integridad están a prueba de la corrosión producida por la debilidad humana, el desengaño humano, la incapacidad de olvidar?”
Nostalgia de un mundo por hacer, de ese sueño que fue el Oeste americano, de ilusiones, expectativas, de un momento en nuestras vidas en el que todo es posible, todo está por hacer, nos habla de construir, de trabajar duro y hacer las cosas lo mejor que sabemos.
El boom de la fiebre del oro, del ferrocarril, de las tierras por conquistar…
¿Cómo unir la cultura, el refinamiento, la literatura, el Este en definitiva, con ese mundo bárbaro, apasionante, todo naturaleza, donde puedes construir tu hogar con tus manos, recorrer a caballo enormes espacios abiertos, ese Oeste soñado?.
Susan quiere llevar parte de su vida de la alta sociedad de la costa Este, le acompañan en su exilio Henry James, Kipling, Mark Twain, Thackeray, Dickens, Tolstoi, Kate Chopin, Tennyson, Whitman…
Stegner, como ocurre en En un lugar seguro, tiene siempre un naipe en la manga, ese que nos golpea en medio de una lectura sosegada.
Sin duda es ya uno de mis autores favoritos, y por ello había demorado la lectura de este título. ¡Lo bueno se hace esperar!
Viajes a Estados Unidos. Entradas Relacionadas
Estados Unidos, todas las entradas
Gracias por la recomendación y feliz fin de semana pareja.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pau, igualmente!
ResponderEliminarSnif. Veo este post, y sin leer el libro siento de todo. Es que, efectivamente, el oeste es salvaje, y eso conlleva aventura, sensación de libertad, un progreso que se vive como auténticamente propio, esforzado... Y también el sacrificio, el constante pelear contra fuerzas que no se sabe si son telúricas, burocráticas o qué, pero la vida se vuelve intensa, fuerte, y le hace a uno sentirse un poco dios y un poco miniatura. Imprescindible escuchar (en sintonía con la lectura que proponéis: La fanciulla del west (de Puccini), con ese Adio mia dolce terra, adio mia dolce California... Para llorar dulcemente tres horas sin parar, de la emoción... Snif.
ResponderEliminarMonika como puedes imaginar leer este libro y otros de Stegner, en especial "En un lugar seguro" es pensar en vuestra aventura en el Oeste.
ResponderEliminarY queda anotada la banda sonora, gracias !!
Con las fotos, la sensación del polvo suspendido, la textura de esas cabañas, y los recuerdos de las cenas/desayuno en las cercanías de Auburn, esta sí que es una experiencia para los 5 sentidos.
Buena lectura para un frio invierno, jejeje!!!
Estoy segura de que también vosotros encontrareis vuestro ángulo de reposo!
Un fuerte abrazo !!!
Qué rincón tan maravillloso y la de historias que debe guardar bajo sus muros.La verdad es que no me gustan mucho las historias del oeste,pero tu relatao me ha parecido de lo mejorcito,¡no cambies nunca¡
ResponderEliminarLas fotos maravillosas¡
¡Bravo por los Guisantes! Vuestras fotografías nos traen recuerdos estupendos de nuestro viaje por la ruta del oro. Auburn fue precisamente el primer pueblo minero que visitamos y en el que está el monumento al minero Claude Chana como se ve en vuestra foto.
ResponderEliminarUn viaje por la ruta del oro asegura unas vacaciones relajadas pero muy entretenidas y a la vez disfrutar de la naturaleza.
Un abrazo.
Ayyy que bonita historia, yo creo que la volveré a leerla otra vez. Creo que ha sido la mejor historia que he leído este año.
ResponderEliminarAhora tengo entre mis manos "El pájaro espectador" no sé si será mejor que el anterior, pero siempre es un placer leer a este escritor.
Un abrazo
Teresa
Tengo en casa este libro y muchas ganas de hincarle el diente, ganas que me habéis incrementado con esta magnífica entrada. Tengo que perderme algún día por EEUU, me encantaría hacer un viaje por carretera intenso y recorrer todo el país debe ser increíble. Un besazo
ResponderEliminarEstupenda entrada. Coincido –como podéis suponer- al 100% con todo lo que decís: STEGNER también se ha convertido, sin duda, en uno de mis favoritos (y gracias por el enlace …).
ResponderEliminarxG
No sabéis la rabia que me da ser la única que no participa del entusiasmo por Stegner.
ResponderEliminarY eso que nuestra historia no pudo empezar mejor, yo tenía tantas ilusiones, y era tan joven, pero poco a poco, se fueron apagando y la insidiosa culebra se convirtió en una boa constrictor que devoró mi interés por este autor (y al final no parecía un sombrero para más inri).
¡Y encima, con lo que me interesa el tema!
Hola Leo, seguro que con esta historia si disfrutas, la del libro quiero decir, Y en cuanto a los secretos que hay detrás de las fotos, te aseguro que son muchos e interesantes.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de no cambiar, gracias, aunque supongo que se lo decías a Roberto, jejeje!
Gracias Tiramillas por el apunte a identificar al minero. Viajar es nuestra forma de encontrar el oro, jejeje! ;-)
ResponderEliminarTeresa seguro que yo también volveré sobre este libro, y ya estoy deseando que nos cuentes que te parece El Pájaro espectador, tienes razón, leer a Stegner es un placer, a ver si traducen más....
ResponderEliminarUn abrazo ;-)
Hola Carol seguro que cuando lo hagas, lo de la escapada también te acompañarán los de la "beat generation" que sé que te gustan. Nos queda mucho por viajar/leer!!
ResponderEliminarUn abrazo ;-)
XGaztelu un placer, ya sabes que siempre me gusta tu visión y era un complemento imprescindible en este caso.
ResponderEliminarUn abrazo ;-)
Jajaja! Loque alguien tiene que quedar que no pierda la cabeza, ponga la nota crítica y de paso me recuerde que tengo El hombre que confundió a su mujer con un sombrero....¿No?
ResponderEliminarPor cierto tus planes de dominación mundial están surtiendo efecto!!
Un sonoro beso, espero que al menos te hayan gustado las fotos ;-)
Hola Maribel: me pasa lo mismo que a Teresa, que pienso en este libro como posible relectura para dar seguro con algo que me encante. Yo lo leí el año pasado y también fue de mis favoritos.
ResponderEliminarDecíamos del que estoy leyendo ahora, que también trata de los primeros colonos del Oeste, pero desde la perspectiva de unos niños, y te lo recomiendo para completar la historia, es precioso!! (lo comparan con Stegner, sospecho que por el tema del Oeste, pero la sensación que tengo al leerlo se parece más a "Cuatro hermanas", la verdad. En todo caso: ¡¡me encanta!!).
Ayy tengo ganas de seguir leyendo a Stegner (me has dado ganas tú!).
Un besito!!! (pequeñito porque soy xiqui)
Lo siento no he leído el libro, pero vuestra entrada me ha ayudado a recordar el viaje que hicimos al oeste americano y la visita al pueblo minero Bodie, me encantó.
ResponderEliminar¡Qué suerte encontrar "el monumento al minero"! :-)))
Nos vemos.
¿Quién no ha soñado alguna vez con ser rico? Bonita entrada y Muchas gracias por la recomendación Maribel.
ResponderEliminarSí, sí, las fotos me han encantado y como siempre, han alimentado mi envidio más malsana, con lo cual deseo (con más impetu aún, si cabe) dominar el mundo solo para poder viajar por él (y acabar con los que no usan desodorante).
ResponderEliminarAh, que yo pensé que pagarían algo por dominar el mundo, pero se ve que no.
Hola, arbeyinos. Me sumo a los lectores admiradores saboreadores de Stegner.
ResponderEliminarAunque En lugar seguro me gustó, Angulo de reposo lo disfruté especialmente. En algún momento (iba a decir en breve pero vete a saber que libros se cuelan antes) leeré El pájaro espectador.
Estupenda forma de ilustrar la entrada (Y yo aún sin haber conseguido cruzar el Atlántico; voy a tener que ponérmelo como objetivo para el 2012 ;) )
Que viaje te estas pegando...!
ResponderEliminarHoy nos comeremos unos guisantes con jamón, jajaja
Saludos viajeros
Qué bien suena todo lo que contáis. Había oído hablar de este autor, pero ahí me quedé...en oírlo simplemente. Cada vez me llama más la atención el oeste. Me ha gustado mucho como habéis intercalado fragmentos del libro con vuestros pensamientos, viajes, fotos...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Isi, ya he tomado nota del libro de Ivan Doig, y cómo también tengo empezado el de Cuatro Hermanas ya te diré si coincido contigo; Eres peque pero parece que vas a caballo en tus lecturas jejeje!
ResponderEliminarUn beso muy grande ;-)
Mertxe, tienes razón Bodie es la ciudad fantasma por excelencia, máximo exponente de la fiebre del oro, habrá que hablar de ella otro día ¿verdad? ;-)
ResponderEliminarFran, ¿Y quién dice que no somos ricos?, en sueños, en proyectos, en deseos, en ganas de aprender y conocer...
ResponderEliminarEspero que el autor te guste, un abrazo ;-)
Uyy Loque yo ya te hacía en una playa caribeña contando los billetes, jejeje!
ResponderEliminarLos del KH7 tendrían que haberte pagado una pasta gansa; ¿y si nos vamos a buscar escenarios para los próximos anuncios por esta zona? Imaginate lo que habrá por limpiar....
Un abrazo ;-)
lammermoor me ha gustado lo de los "lectores admiradores saboreadores", así que el esperar para leer el que te falta no será un inconveniente.
ResponderEliminarSus personajes son tan intensos que me resulta dificil elegir entre Ángulo de Reposo o En un lugar seguro...., y desde luego supone una buena excusa para cruzar el charco, aunque creo que nosotros no las necesitamos, jajaja!
Otro día hablaremos de Maxwell....
Un abrazo ;-)
Paco Piniella, la verdad es que la Costa Oeste ofrece muchos motivos para visitarla..., uno se siente como Gulliver en el país de los gigantes...
ResponderEliminarSeguro que estaban buenísimos esos guisantes, jajaja!
;-)
Gracias Maria, la verdad es que no sé hacerlo de otra forma, los compartimentos en mi cabeza no son estancos y se mezclan continuamente, haciendo volver los recuerdos de viajes, paisajes, imágenes... o soñando con viajes que otros han hecho por mi...; leer, viajar, ¿no es todo uno?
ResponderEliminarUn fuerte abrazo ;-)
Muchas gracias por la recomendación. No conocía este libro.
ResponderEliminarNo lo conocía, ignorante soy. Habrá que investigarlo. Saludos.
ResponderEliminarCualquiera de sus títulos, Eva son magníficos.
ResponderEliminarSaludos!!
Viajero, no comparto tu apreciación de ti mismo, para nada!
ResponderEliminarInvestiga, te gustará.
Saludos!