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La Cacería, Alejandro Paternain Cuando comencé la lectura La Cacería , hace ya diez años, y aunque parezca un contrasentido, lo hice con bastantes reticencias. El autor ...

febrero 22, 2010

La Cacería, Alejandro Paternain

Cuando comencé la lectura La Cacería, hace ya diez años, y aunque parezca un contrasentido, lo hice con bastantes reticencias.

El autor me era totalmente desconocido, si bien esto no suponía en si ningún inconveniente, pero llegó hasta mí de la mano de Arturo Pérez-Reverte, lo que desde luego no me predisponía a leerlo.

Por otro lado, las novelas de aventuras en el mar no me atraían. El mar, infinito, azul, verde, gris, en constante movimiento, opuesto al espacio reducido, agobiante e inmutable de una nave, forman una sociedad en la que no me siento cómodo, aunque quisiera que no fuera así.

Cuando llega la noche, y una luna llena, majestuosa y límpida, ilumina el ambiente, creemos vivir momentos de magia embellecedora. Las aguas, verdosas de día, cobran una coloración azul, de un azul oscuro, enigmático.

La libertad de zarpar, con rumbo fijo, o sin el, sentir la lluvia, el viento, el sabor de la sal, saber que pese a todo, nuestra suerte no depende de nosotros mismos sino que somos un juguete más en manos de la Naturaleza, son sensaciones que me atraen profundamente.


No obstante, debo conformarme con dejarme llevar por las olas en la playa, bucear no lejos de la línea de costa, o simplemente mirar el azul desde la orilla. Una mala jugada de mi oído interno...

Sé que pronto asomará en la puerta de mi cámara el negro Bob, y que, con todo su aparatoso respeto me dirá: "Señor capitán, hay seis marineros de descanso en el sollado, con mareos y vómitos, ¿no cree que debiera verlos el cirujano?." Y yo, fingiendo que he oído mal por culpa del viento, que silba ente la puerta entreabierta, responderé: "No traigo cirujano para curar flojos. Prepárales uno de sos caldos con resucitan muertos."

La Cacería relata las aventuras de una goleta corsaria uruguaya entre los años 1819 y 1821. Es la historia de una persecución, un duelo en el mar, entre el capitán Brito, al mando del brick portugués Espíritu Santo, y la goleta Intrépida, comandada por el capitán John Blackbourne.


El período de tiempo elegido es muy convulso. Las colonias, emancipadas de la metrópoli, se desangran ahora en una serie de luchas internas, y numerosos territorios sirven de moneda de cambio, como sucede con Uruguay, ya que el Congreso de Tucumán permite la ocupación portuguesa del país (posteriormente anexionado a Portugal en 1821, y a Brasil en 1825), que no lograría su independencia hasta 1828.

Durante ese tiempo, una de las armas utilizadas para luchar contra los portugueses fueron las naves corsarias, donde marineros de medio mundo se enrolaban para hacer fortuna bajo el manto de la lucha por la libertad.


Redactada en primera persona, en la voz del capitán Blackbourne, y a modo de diario, resulta sorprendente el dinamismo de la prosa con la que Paternain llena las páginas. Los términos marinos son abrumadores, y pueden resultar un elemento disuasorio para un lector no familiarizado con ellos.

Sin embargo, la naturalidad de la narración, también en sus diálogos, hace que nos metamos de lleno en la historia. El lenguaje es el que debe ser, ni más ni menos.

Miraba fíjamente la carlinga; luego, levantaba la cabeza y seguía con la vista el palo de mesana penetrando entre baos y mamparos; y calculando que el mástil, bien asentada la espiga, y sosteniéndose sin quebrantos en la fogonadura, se alzaba al aire con la firmeza de siempre, me inducía por señas a no volver a cubierta sin asegurarnos de que el trabajo había sido hecho a conciencia.


Photo by Beatriz, The Black Cat Photography

Es una historia de hombres. Las mujeres, al igual que sucede en las naves, aparecen en el recuerdo de la marinería, como esposas, hijas o amantes.

Durante la noche, sus pensamientos surcan otros veriles. Con una calma tan grande, no ha de ser raro que la memoria del capitán vaya y venga desde la cubierta del brick a Bahía, desde el puerto hasta la casa donde viven Amelia y María da Gloria, y que al salir y la luna y espejarse en las aguas quietas, crea que tiene, allí delante, un reflejo de la eternidad, y que ha vivido en Bahía unos parcos segundos de dicha tan parecidos a los sueños. Fácilmente, sin dolor, el recuerdo de su mujer, de su hija y del regocijo en aquella casa, retroceden ante la majestad de la noche y la claridad del oceáno, alumbrado por la luna.

Una historia llena de historias, que los marinos cuentan en sus escasos momentos de ocio; una historia de vida y de muerte, en un mundo cerrado, la Intrépida, que contiene los sueños, los temores, el pasado, el presente y el futuro de una tripulación.


Quien hablaba de aventura era Jonathan Hoove, riendo abiertamente, mostrándonos su boca despoblada, jurando que, desde los tiempos en que navegó con Stephen Decatur, no había vivido, en ninguno de los mares que conoció, una cacería como la de esa jornada.

A diferencia de P. O'Brian, que hace gala -de forma excesiva a mi modo de ver- de su nacionalidad inglesa, y de la torpeza e ineptitud de los marinos españoles, extendiéndolo frecuentemente a la población del país en general, Paternain trata a sus personajes como iguales. Enemigos, si, pero con dignidad.

La novela del uruguayo tiene todo lo bueno de las novelas de O'Brian, y además está llena de reflexiones sobre la vida, sobre el mal y el bien, los sentimientos, las supersticiones o el sentido de la guerra. Esto es lo que marca la diferencia entre una novela de aventuras, y una gran novela. Aunque el mar os quede lejos, esta novela lo llevará a vuestros corazones.


Pdta. Gracias Beatriz por prestarnos una de tus magníficas imagenes para ilustrar este post. Os invitamos a que descubráis su mundo: The Black Cat Photography.

34 comentarios :

  1. ¡Hola!
    Antes de poner algo coherente, me ha hecho mucha gracia eso de que la recomendación de Pérez Reverte no te animaba a leerlo. ;)
    ¡A lo que iba! Me ha parecido una reseña la mar de interesante, así que lo buscaré en mi librería. Precisamente lo que no me gusta de O´Brien es su excesivo orgullo británico, así que un cambio de aires no me parece nada mal. ^^
    ¡Un abrazo!

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  2. Jejejeje, Alienor, es que PR, se sale tantas veces del tiesto en las formas, que me saca de quicio, incluso cuando tiene razón.
    Creo que Paternain es mucho más equánime a la hora de perfilar los personajes, y que además tiene ese "toque" latinoamericano, de construcción gramatical, que le da cuerpo a la novela, aunque responda a lo que es: una cacería en el mar.
    Espero que te guste!

    Saludos!!

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  3. Ahora me deja entrar, creo que la finalidad última del firewall de mi trabajo es volverme a mí loca, sin más.

    A mí también me desquicia Pérez Reverte, e incluso desde que se quitó el chalequito de explorador.

    Nunca me había atrevido con la novelas de O'Brian porque me daba mal "pálpito" a pesar de algunas buenas referencias, pero después de tu entrada, si quiero leerme algo "marinero" ya sé lo que leeré.

    pd. El mar me encanta, aunque yo tampoco me alejo mucho de la costa, la verdad.

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  4. Loque!!!, la hija pródiga!!, que bien, has podido sortear los muros de fuego esos para llegar hasta nosotros. Eso es espíritu aventurero, y lo demás tonterías.
    Hemos recibido mail, nos ponemos al día, luego veremos a tu delincuente (2) a ver que se cuenta.
    Abrazos!
    Fin de la transmisión.... BIP, ¿o era BIB? :D

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  5. Yo también quiero muchísimo a Pérez Reverte, que tendrá???, jajaja, pero me vale vuestra recomendación Roberto, además me apasiona el mar, los barcos y la aventura, así que me lo apunto para una próxima lectura.

    Abrazos para los dos.


    A Salto De Mata

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  6. ¡Muy buena recomendación! y excelente el tratamiento que le has dado. Tú relato (como el libro) me resulta muy dinámico y gracias a que combinas tus opiniones con textos de la novela, pues me ha resultado muy descriptivo.
    Gracias por el esfuerzo en compartir éste material!

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  7. Me vais a dejar que me vaya por peteneras. Leyéndote, Roberto, me acordaba de mi "etapa nautica", dos o tres veranos que me embarqué con un grupo de amigos.
    Es una forma completamente distinta de viajar; sabes cuando y de donde sales pero no cuando llegarás ni a donde ¡Más de una vez tuvimos que cambiar el destino como consecuencia del tiempo!
    Ves la vida y la tierra desde otra perspectiva; cambia la sensación del tiempo, no importa. Y la camaradería y ayuda entre navegantes existe porque todos pueden necesitar la ayuda de los otros en otro momento.
    ¡Qué ataque de nostalgia tan grande me está dando! Porque además de todo esto llevabamos con nosotros a un vasco y un navarro que nos hacían unas comiditas que ...
    Lo dejo porque voy a ponerme a llorar de nostalgia.

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  8. Si es que la capacidad de este hombre para hacer amigos es, como decirlo... Y eso que de vez en cuando estoy de acuerdo con el, jajaja. Gracias por pasar Miguel, estoy seguro de que a ti, que eres un aventurero, te encantará esta historia.
    Un abrazo!

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  9. Hola Gus, gracias a ti, compañero!, me alegra que te haya gustado la entrada, y mas aun si, como parece ya has leído el libro.
    Un saludo!

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  10. Por lo que no nos cuentas ya dan ganas de leerla, creo que me gustará puesto que no es la típica de aventuras sin mas.
    Saludos

    Intentando recorrer el mundo

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  11. Caramba, creo que me tienes totalmente pillado, ¡Lammermoor!. Comparto tus sensaciones, que son las de la novela, y son las que quisiera experimentar en primera persona. Para alguien como yo, que ha nacido al borde del mar, que lo ve casi todos los días, que no se plantea vivir lejos de el, no poder subir a un barco como sube a una montaña es una penitencia..., aunque no dejo de intentarlo.
    En cuanto a las comiditas, jejeje, que quieres que te diga!!
    Un abrazo!

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  12. Ohh, estoy completamente seguro de que podrías ser la protagonista, o la autora, de una novela como esta. Con lo que has visto y experimentado, M.Eugenia, daría para mucho!
    No es habitual que las reseñas las haga yo, así que espero disfrutes con la novela.
    Un abrazo!

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  13. Pues a mí me pasa como pones al principio, que lo del mar infinito y azul no me llama. Yo sería los marineros esos mareados :D Pero vamos, que lo digo por decir, porque habré subido 2 o 3 veces en un barco, y una de ellas es por el Támesis, así que no creo que cuente...

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  14. La navegación fluvial es muy diferente; de esa puedo hacer lo que haga falta, jejejeje. De todos modos, Isi, el mar para mi es parte esencial de mi dia a dia y no podría (espero no verme nunca en esa situación), estar mucho tiempo alejado. La pena es no poder disfrutarlo totalmente, pero que se le va a hacer!
    Saludos!

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  15. No entiendo porque en los libros sobre barcos el autor nos tiene que dar la lata con tantos términos náuticos sin explicar. ¿Será para impresionar? ¿Para demostrar que se ha informado bien? A mi me saturan y me dificultan la lectura.
    Un saludo.

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  16. Hombre Hilario!, a mi tampoco me gusta leer algo lleno de términos que desconozco; no es el caso porque puedes seguir la novela perfectamente. Pero a menudo no hay manera de expresarse sin esos términos. Una novela que se desarrolle en un barco, un espacio tan limitado, por fuerza tiene que incluir términos náuticos.
    Ocurriría igual en una obra centrada sobre un cuadro, por ejemplo. No se concibe sin que aparezcan términos artísticos. Creo yo.
    En cualquier caso, seguro que te gustará. Saludos!

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  17. GUISANTES, la entrada es sugerente, aunque no sé si llegaré a atacar el libro. De todas maneras (y perdonad por la simpleza del cometario) lo que más me ha sorprendido es el arranque: “Cuando comencé la lectura de este libro, hace ya diez años, ...” Debe ser magnífico para conseguir esa perseverancia (o larguísimo, claro): yo no me veo capaz de aguantar con un libro todo ese tiempo.

    xG

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  18. Jajajaja, xGaztelu, ya sabía yo que esa construcción provocaría algún comentario como el tuyo.... No es que fuera largo, es que me ha costado mucho sacar el título de patrón de yate, y claro aprovechaba para leer este librito entre tema y tema.... jajajajaja.

    Es broma, lo comencé (y terminé), hace diez añitos. Ahí es nada. Lento que es uno haciendo reseñas. (y encima de palabra de verificación me sale fósil...)

    Un abrazo!

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  19. Me gusta mucho todo lo que nos has contado, además creo que es un libro del que se puede aprender bastante por lo que cuentas. Mi próxima visita a la "casa del libro" ya sé porque va a ser!

    Gracias por la recomendación chicos!
    Viaje al atardecer
    All About Cities

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  20. Espero que te guste Laura, lo que si es cierto es que resulta entretenido.
    Un abrazo!

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  21. pues la reseña muestra un excelente libro...pero ¿me animaré? yo estoy con Isi, sería de los marineros mareados ¡y le tengo pavor, PAVOR, a los tiburones! lo que impide que me aleje de la orilla. No he ido a Europa porque mi peor pesadilla es que se caiga el avión en el ancho mar y me coma un tiburón (no me queda duda que sobrevivo al acuatizaje...sólo para morir comida por el escualo)
    ya hasta tengo palpitaciones ;-)
    voy a buscarlo en la librería y me iré con mis sensaciones...si no me dan nervios, me lo compro. En caso contrario, ya me he enterado de qué va la cosa ;)

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  22. Ale, que barbaridad eso que cuentas!, me da miedo incluso a mi!! Podría decirte que las probabilidades de un amerizaje, bla, bla,bla, y que sobrevivas para terminar en las fauces de un escualo, son, bla, bla, bla... pero no.
    Te diré: espera al invierno, vuela a Alaska, cuando se congele el estrecho de Bering crúzalo en trineo. Atraviesa Siberia en el Transiberiano hasta Moscú. Allí toma un avión y ven a vernos!!!
    Una aventura para contar, ¿a que si?
    Un abrazo

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  23. Roberto, muchas gracias por tu comentario.
    Decidiros en "raticos" sueltos a conocer esta zona de Francia que realmente, como otras muchas (que yo no conozco) estan genial.

    La semana pasada fue densa, ya ves, los Medios de Comunicación tenían poco trabajo y se les ocurrió llamarme.

    Tiempo para viajar y para los amigos, siempre, jaja.

    Abrazos para los dos, compis.


    A Salto De Mata

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  24. me encantan las novelas de aventuras piratas y demas, asi que me la apunto para el futuro
    ya te contare
    saludos

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  25. A mi tampoco me gustan mucho las novelas de mar y barcos. Prefiero el mar tal cual.
    Acabo de poner una entrada en el blog que empieza de modo similar a la tuya, aunque es de una aventura real de naufragio.
    Un abrazo.

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  26. Eso está bien Miguel , para los amigos, siempre hay tiempo.
    Un abrazo!

    Pues si te gustan, fijo que vas a disfrutar con esta novela, Bleid, o al menos eso espero!!
    Un saludo!

    Me encanta el mar, Thomas, y la pena es no poder disfrutarlo totalmente -bueno, supongo que si me atiborro de biodramina igual si, pero no es lo mismo-. En cualquier caso, contemplarlo es maravilloso.
    Un saludo!

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  27. Aún recuerdo cuando me hablaste de este libro. Y mira que no había ánimos, pero luego con qué entusiasmo me dijiste: léelo. Y no te hice caso. No por no querer, sino por falta de tiempo. Pero ya ves, este veranito ya puedes írmelo reservando. Quiero clase superior en tu crucero, majete...Abrazoooosoooos!!!
    PD: Si es que el arturo escribe a cañonazos, jajajaja.

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  28. Siempre hay tiempo para una buena lectura, si es este verano, pues genial. Espero que te guste, Monikita, jejejje.
    Bsots

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  29. Buenos dias, estoy interesado en el libro, la verdad es que me habeis convencido, pero no lo encuentro por ningun sitio, ni en la red ni en las librerias de mi ciudad, ¿me podriais echar una mano?.
    Prometo estaros agradecido.

    Un saludo.

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  30. Muy buenas, como se ha comentado de vez en cuando, es bueno estar en el "economato", pero así es difícil echarte una mano, ¿no crees?
    Un saludo...

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  31. Al alcance de la mano lo tuve en varias ocasiones y no lo tomé. Habrá que verlo y leerlo. Un saludo

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  32. Viajero, espero que lo disfrutes tanto como yo!
    Saludos!

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    Respuestas
    1. Muy buen libro. O Brian apenas lo comienzo a leer...es que veinte libros y medio...

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  33. wow muy interesante pues compraré esta obra :)

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