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Roma, 30 Visitas Imprescindibles en la Ciudad Eterna Roma . Sólo con mencionar ese nombre la mente se llena de imágenes, reales e incuso imaginadas, de espacios, monumentos, obras de arte, pe...

mayo 08, 2023

Roma, 30 Visitas Imprescindibles en la Ciudad Eterna

Coliseo, Colosseo - Roma, por El Guisante Verde Project

Roma. Sólo con mencionar ese nombre la mente se llena de imágenes, reales e incuso imaginadas, de espacios, monumentos, obras de arte, pequeñas calles, rincones o manjares que son, inconfundiblemente romanos. Desde la Antigüedad, multitud de escritores, pintores, músicos o celebridades se han aplicado en la tarea de alabar la grandeza e incluso la decadencia de Roma.

Roma, como Ciudad Eterna, no se agota nunca. No importa cuántas veces la visitemos, siempre hay un lugar por el que no hemos pasado, una iglesia que no conocemos, otra a la queremos volver, un local diferente, la escena de una película que habíamos olvidado, miles de detalles que surgen allí donde creíamos habernos detenido muchas veces...

Roma, Arco de Constantino y Coliseo desde Palatino, por El Guisante Verde Project

Vamos en busca del Imperio Romano y las huellas de sus emperadores: Augusto, Trajano, Tito, Marco Aurelio, Constantino, Nerón. Queremos recorrer la Roma renacentista y la fastuosa barroca, de la mano de Miguel Ángel, Rafael, Bramante, Bernini, Borromini, Caravaggio. La importancia de la iglesia y el papado hace que las visitas a iglesias sean otra forma de entender el arte y la historia romanas. Numerosas obras maestras de la escultura, la arquitectura y la pintura se amontonan aquí, superpuestas, entrelazadas. Incluso podemos jugar a encontrar todos los obeliscos expuestos por las calles de Roma, traídos desde el Antiguo Egipto. Son muchas capas las que tenemos que ir desgranando; fontana, chiesa, piazza, toda la arquitectura que nos rodea complementa la colección de los increíbles museos que posee esta ciudad, una ciudad que, por si fuera poco, acoge dentro de sus calles un país: el Vaticano.

¿Cómo elegir los lugares que visitar la primera vez? Nosotros hemos seleccionado una serie de 30 visitas imprescindibles, repartidas en dos artículos, aquellas que nos gustan o las que nos han dejado huella. Podrían haber sido muchísimas más, cuesta dejar fuera otros lugares emblemáticos, aunque, con seguridad, tras vuestra primera visita, como nosotros, volveréis a Roma.

Museos Capitolinos, Sala de los Filósofos - Roma, por El Guisante Verde Project

La mejor forma de conocer una ciudad, al menos en Europa, es, caminando. Roma no es una excepción a esta premisa, antes bien, es casi obligatorio deambular por sus calles. Por otro lado, hay que tener en cuenta que Roma es una ciudad muy extensa y, claro está, deberéis utilizar su completa red de transporte para desplazaros. Es importante planificar las visitas, para poder recorrer a pie todo lo posible por las zonas que os vamos a describir. Comenzamos.

Por fin he llegado a la Capital del Mundo”, J. Wolfgang Goethe

Museos Capitolinos - Roma, por El Guisante Verde Project

1. El Capitolio o Campidoglio. Es una de las siete colinas de Roma; resguardada por el Vittoriano, acoge los Museos Capitolinos (los museos públicos más antiguos del mundo), una estatua milagrosa y la plaza más bonita de Roma, tanto que los italianos la llevan en el bolsillo.

2. Foro Romano. Este espacio ruinoso resume la historia de occidente durante mil años; durante siglos se le conoció como ‘campo de las vacas’. Cada piedra y cada edificio cuentan una historia fascinante.


3. El Coliseo. El más bello anfiteatro romano perdió su nombre por culpa de Nerón. Recorriendo su cavea aun parece resonar el rugido de las decenas de miles de espectadores que lo llenaban.

4. Foros Imperiales. El de Trajano y sus Mercados es el más imponente. Además, en él se encuentra el único monumento que ha permanecido intacto, un cómic en piedra, la Columna de Trajano.

Columna Trajana - Roma, por El Guisante Verde Project

5. Campo dei Fiori. Un bonito nombre que esconde usos más oscuros.

6. Piazza Navona. La plaza más peculiar de Roma, deriva directamente del estadio de Domiciano, es el lugar donde mejor se escenifica la rivalidad entre dos monstruos del arte: Bernini y Borromini. Muy cerca de Piazza navona, Il Pasquino nos recuerda que luchar públicamente contra los desmanes de la clase dirigente viene de antiguo.

7. San Ignacio de Loyola. ¡Como dejar de mirar los frescos de Andrea Pozzo! La ilusión óptica nos atrapa de inmediato, auténtica propaganda en tres dimensiones.

Andrea Pozzo, interior de San Ignacio de Loyola - Roma, por El Guisante Verde Project

8. Palazzo Spada. Cuando la ilusión vence a la razón. Borromini sabía lo que se hacía.

9. Palazzo Farnese. A veces no es sencillo poder disfrutar del legado artístico de siglos pasados.

10. El Panteón. Es el símbolo de la Antigüedad en Roma. Su asombrosa cúpula ha resistido el paso del tiempo fascinando por igual a generaciones enteras durante siglos.

11. San Luigi dei Francesi. Si hay un lugar en Roma que podría canonizar a Caravaggio, sería este.

Iglesia de San Luigi dei Francesi - Roma, por El Guisante Verde Project

12. Santa María sopra Minerva. El error que la da nombre no le resta un ápice de belleza a esta iglesia, la única gótica de Roma.

13. Palazzo Doria Pamphilj. Es el “tapado” de los grandes museos de la Ciudad Eterna. Velázquez captó a la perfección la cara de pocos amigos de Inocencio X, que parece dirigir a los visitantes que lo importunan.

Inocencio X en la Galleria Doria Pamphilj - Roma, por El Guisante Verde Project

14. Il Gesu. La iglesia principal de los jesuitas en Roma está concebida para impresionar al que accede a su interior utilizando arquitectura, escultura y pintura con maestría.

15. Ara Pacis. La Pax Augusta llevó estabilidad al imperio, que alcanzó su máxima expansión y desarrollo económico, y nos dejó esta obra maestra de la escultura y el relieve romanos.


Ahora que ya conocéis cuales son las 15 visitas que recomendamos en este primer artículo (Segunda Parte: Roma, 30 Visitas Imprescindibles en la Ciudad Eterna (II)), podéis dejarlo aquí. Sin embargo, si decidís permanecer un rato más con nosotros y seguir leyendo, estaréis listos para exprimir al máximo vuestra visita a Roma.

A cada paso un palacio, una ruina, un jardín, un desierto, una casita, un establo, un arco de triunfo, una columnata, y todo ello tan junto que podría dibujarse en una pequeña hoja de papel.” Goethe.

1. CAMPIDOGLIO. La más pequeña de las siete colinas de Roma, rebosa arte e historia. En uno de sus flancos se encuentra el ‘Vittoriano’, el monumento nacional que preside el frenético nudo de comunicación que es Piazza Venezia, dedicado a Víctor Manuel II. Fue inaugurado en 1911, realizado en mármol, de un blanco cegador, recuerda vagamente al Altar de Pérgamo y es conocido por muchos apodos, no muy halagadores, como ‘máquina de escribir’. Actualmente, sin embargo, es un icono más de la Ciudad Eterna. Además, proporciona unas vistas soberbias de Roma, en especial del Foro, gracias a su terraza panorámica, ‘Terrazza delle Quadrighe’, situada en lo alto del monumento y que permite una visión de 360º.

Mas info y entradas: https://vive.cultura.gov.it/it/terrazza-panoramica

Il Vittoriano - Roma, por El Guisante Verde Project

El resto del Campidoglio es fascinante, comenzando por la, exteriormente sobria, Basilica di Santa María in Aracoeli, a la que llegaréis tras ascender 124 escalones de blanco mármol. El edificio actual está dedicado a la Virgen como agradecimiento por haber librado a Roma de la peste. La historia del lugar, como todo en Roma, nos retrotrae mucho más atrás; el emperador Augusto levantó aquí un altar del cielo, ara coeli, dedicado a Cristo, advertido de su advenimiento por la sibila tiburtina. Los franciscanos, que recibieron el edificio en 1250, levantaron la construcción que vemos hoy en día. El interior ha recibido constantes modificaciones, casi siempre como agradecimiento por la ayuda divina, en el campo de batalla o contra las plagas. Destacan las 22 columnas procedentes de edificios del Foro y del Palatino. La estatua “milagrosa” del Niño Jesús de Aracoeli, objeto de devoción popular, fue robada en 1994; nunca se recuperó y ha sido sustituida por una copia.


Piazza del Campidoglio - Roma, por El Guisante Verde Project

La Piazza del Campidoglio es una de las mas llamativas de Roma, y nos es imposible pensar en visitar la caput mundi sin caminar por ella. Fue encargada por el Papa Paulo III a Miguel Ángel. El genio de Caprese tuvo que adaptar su trabajo a los edificios preexistentes, que formaban un trapecio. Ideó un anillo oval recorrido por un ornamento en forma de estrella que coloca en el centro de la piazza, en un ejercicio casi imposible de geometría, la estatua ecuestre de Marco Aurelio (se expone una copia, la original se encuentra en los Museos Capitolinos). Seguro que habéis llevado este diseño renacentista en el bolsillo, puesto que es la imagen que elige Italia para la moneda de 50 céntimos de euro.

Miguel Ángel también reformó la fachada del Palazzo Senatorio (antiguo Tabularium) y del Palazzo dei Conservatori, además de añadir un tercer edificio, el Palazzo Nuovo. A través de una rampa con balaustradas, la Cordonata, se llega a la plaza, que se abre hacia San Pedro. En la base de la escalinata se colocaron dos leones egipcios realizados en basalto, procedentes del Templo de Isis en el Campo de Marte. Las estatuas romanas de Cástor y Pólux de un templo del Circus Flaminius rematan la cúspide. La decoración de la cima de la rampa se completa con dos trofeos de armas del siglo I, “los trofeos de Mario”, dos estatuas de Constantino y dos piedras miliares de la Via Appia. La complejidad de las obras retrasaría su finalización hasta el siglo XVII, y no se respetó totalmente el proyecto de Miguel Ángel.

Roma, interior Museos Capitolinos, por El Guisante Verde Project

Los edificios de la plaza albergan las colecciones de los Museos Capitolinos. La colección se inicia en 1471, cuando el Papa Sixto IV donó al pueblo romano varias piezas que se conservaban en San Juan de Letrán: la Loba Capitolina, el Espinario, o la cabeza colosal de Constantino, entre otras. Desde entonces, la colección ha crecido, incorporando también obras maestras de la pintura europea de los siglos XVI y XVII, y se han habilitado nuevos espacios como el del Tabularium, con una galería abierta que proporciona una fantástica vista nocturna del foro, con los templos de Vespasiano y Tito, así como el de Saturno, en primer plano.

Matt Damon se asoma a esta ventana, el lo hace de día, en 'El talento de Mr. Ripley'. No concebimos una visita a Roma sin perdernos por las salas de este museo.

Más info y entradas: https://www.museicapitolini.org/es


2. El Foro Romano constituía el corazón de la vida romana; las instituciones del gobierno, el culto a las divinidades, las transacciones comerciales y el ocio, todo transcurría en el interior de este valle de la ciudad de las siete colinas. Las ruinas que llenan este espacio fundamental se encuentran entre el Coliseo y la Colina Capitolina, un lugar que hacia el año 1100 cayó en el olvido. Durante siglos la gloria de la antigua Roma permaneció sepultada, en algunos casos hasta 20 metros de profundidad en un páramo que se conocía como ‘campo de las Vacas’.

Foro Romano (detalle) - Roma, por El Guisante Verde Project

La llamada Vía Sacra, de poco más de un kilómetro de longitud conecta los extremos del Foro. Para aquel que no le interese conocer algo de la historia de mil años que narran sus piedras es un camino que puede recorrer en quince minutos.

Por el contrario, todos los que sientan que a lo largo de esa vía se encuentra buena parte de nuestra historia como europeos, puede que se vean atrapados entre viejos edificios durante días, así de inabarcable resulta. Recorriendo los adoquines romanos terminamos con la vida de unas botas, somos unos “cansasuelos”.

En ‘Roma, que ver en el Foro Romano, la arena de los dioses’, te contamos (casi) todo lo que puedes ver en este lugar icónico de la Ciudad Eterna.


Anfiteatro Flavio, Coliseo - Roma, por El Guisante Verde Project

3. El Coliseo es, probablemente, uno de los lugares más turísticos de Roma, lo que ya es mucho decir y, tal vez, la espera para el acceso o la ingente cantidad de visitantes os complique la visita. A pesar de ello, debemos recomendarla.

Su construcción se inició en el año 72, bajo mandato de Vespasiano y fue terminado por su hijo Tito. El lugar elegido fue donde se encontraba el lago artificial creado por Nerón para adornar su villa, la Domus Aurea. En una curiosa jugada del destino, lo que en un principio fue ‘Anfiteatro Flavio’ a partir de la Edad Media fue conocido como ‘Colosseo’, ‘Coliseo’, en recuerdo de la colosal estatua de bronce de Nerón, de 35 metros de altura, que se levantaba junto al anfiteatro.


El anfiteatro más bello del mundo romano impresionaba por sus medidas, 188 metros de longitud, 150 metros de anchura y 50 metros de altura. La fachada, a pesar del saqueo de su rica decoración de mármol y travertino que la cubría, es un tratado de arte. Los tres pisos de arcadas muestran los tres órdenes clásicos superpuestos (dórico, jónico y corintio), mientras que el ático se decora con pilastras corintias.


Tenemos que confesar que en nuestra primera visita a Roma no entramos, y cuando nos decidimos a hacerlo, años después, caímos en sus redes. Nos admira la complejidad del sistema de acceso a las gradas, los vomitoria, que posibilitan el ingreso fluido a los más de 70.000 espectadores que podía acoger y que se ubicaban en las diferentes zonas de la cavea según su estatus. Casi podemos ver a los gladiadores, plebeyos, patricios, senadores, los prisioneros y las fieras. El griterío tenía que ser atronador. Algunas visitas guiadas actuales, y los numerosos paneles y gráficos informativos, tratan de explicar al visitante el funcionamiento y la disposición de los subterráneos del anfiteatro, su suelo móvil de madera, los montacargas, las celdas o el montaje de decorados; algo complejo, ya que, solo vemos un esqueleto. Es, sencillamente, impresionante.

Interior del Coliseo - Roma, por El Guisante Verde Project

4. Mercado de Trajano y Columna de Trajano. Los Foros Imperiales a menudo quedan fuera de los circuitos más turísticos, algo que, en nuestra opinión es un error. Es cierto que los restos, aunque abundantes, pueden resultar algo difíciles de interpretar, pero merece la pena el esfuerzo. Fue Julio César el primero en ampliar el antiguo foro, también en cuanto a sus funciones, que pasaron a ser, además, ideológicas y propagandísticas, dando origen a los foros imperiales; el segundo fue Augusto; Domiciano casi terminó el suyo, pero la muerte se lo impidió. Nerva lo inauguró y le dio nombre. Finalmente, nos encontramos con el más grande y el mejor conservado de los foros Imperiales, el de Trajano, finalizado en el año 113.

Foro de Augusto, Foros Imperiales - Roma, por El Guisante Verde Project

Con el Templo de la Paz levantado por Vespasiano, se completó un enorme complejo de edificaciones públicas que concentraban el poder político, administrativo, judicial y económico de Roma. Trajano no reparó en gastos, gracias al botín obtenido de su victoria sobre los dacios. La construcción más conocido de los foros imperiales, y el único que ha sobrevivido ileso, es la Columna de Trajano. Estaba flanqueada por dos edificios, bibliotecas para la literatura griega y latina. La columna, realizada en mármol azul, tiene una altura de casi 40 metros y está recorrida interiormente por una escalera de caracol. El monumento se concibió para gloria del emperador (se le representa más de sesenta veces), también sería su tumba, al acoger sus cenizas en una urna de oro dentro de la base.

Los bajorrelieves, que estaban pintados, recorren su fuste, casi 30 metros de alto, y narran todos los aspectos de la campaña contra los dacios, en un ejercicio de destreza que la convierten en una obra maestra de la escultura y en un extraordinario documento histórico. Las escenas se representan adoptando la forma de un rollo de papiro, que alcanzaría los 200 metros de longitud, hoy diríamos que es un antepasado del cómic. La estatua que la remata es la de San Pedro, colocada por orden del Papa Sixto V. Uno de los retos en las visitas a Roma es identificar y diferenciar a la primera entre la Columna Trajana y la Antonina, dedicada a Marco Aurelio y situada en Piazza Colonna.

Columna Trajana - Roma, por El Guisante Verde Project

Muy interesante es el Mercado de Trajano, construido entre su foro y las estribaciones del Quirinale. Se trata, en realidad, de una serie de mercados cubiertos y calles comerciales. Allí podía uno encontrar todas las viandas que se pudiera imaginar. Los edificios, de ladrillo, en forma de hemiciclo, tienen una altura de seis pisos y su conservación permite hacerse una idea del trasiego de mercancías y personas que aquí se producía. Destacamos el acceso a la tercera planta por la Via Biberatica, extraordinariamente bien conservada. Al compararlo con nuestros centros comerciales nos damos cuenta de lo poco que hemos inventado.

Mercado y Foro de Trajano, Foros Imperiales - Roma, por El Guisante Verde Project

La demolición del barrio medieval ordenada por Mussolini sacó de nuevo a la luz a los foros imperiales, aunque no sería hasta 1995 cuando se iniciaría una campaña decidida de excavación y restauración.

5. Campo dei Fiori. Tras el regreso de los Papas desde Aviñón, se realizó, a partir de finales del siglo XV, una profunda renovación urbanística de Roma. Surgieron nuevas calles, plazas y edificios. Los terrenos, prácticamente abandonados, del antiguo Campo de Marte, sufrieron una profunda transformación. Sobre algunos de sus prados, cubiertos de flores, se construyó la plaza del mercado, llamada Campo dei Fiori. Sigue siendo una de las más animadas de Roma, aunque también recuerda episodios más oscuros de la vida romana. Allí se celebraban ejecuciones públicas, como la del astrónomo, filósofo y teólogo Giordano Bruno, acusado de herejía y condenado por la Inquisición. Murió en la hoguera el 18 de febrero de 1600, en el lugar donde se alza su estatua desde 1889. También en esta plaza Caravaggio mató a un hombre, por lo que tuvo que huir de Roma.

Giordano Bruno en Campo dei Fiori - Roma, por El Guisante Verde Project

6. Piazza Navona. Es una de las más famosas de Roma, ha conservado la forma ovalada del estadio que el emperador Domiciano mandó construir en este lugar en el año 85. Los edificios actuales se construyeron sobre las gradas, que podían acoger hasta 30.000 personas. Hasta el siglo XIX la plaza se inundaba para celebrar espectáculos náuticos, las naumaquias. Es un lugar para ver y ser visto, disfrutando del ir y venir de turistas y locales en sus terrazas y cafés.

Roma, Iglesia de Santa Agnese in Agone, fachada, por El Guisante Verde Project

El papa Inocencio X quiso dejar su impronta y homenajear a su familia, y no dudo en transformar completamente el antiguo estadio de Domiciano. Reconstruyó el palacio familiar, la iglesia de Santa Agnese in Agone, rehabilitó las fuentes de los extremos y encargó a Gian Lorenzo Bernini, el “niño bonito” del arte del siglo XVII la monumental Fuente de los Cuatro Ríos: Nilo (con el rostro velado, indicando que se desconocía su origen), Ganges, Danubio y Río de la Plata. La fuente está coronada por un obelisco del Circo de Majencio. Cuentan que el magistral artista no desperdició la oportunidad de, una vez más, reflejar su legendaria enemistad con Francesco Borromini, el enfant terrible de la época. Para ello, fijaos cómo una de las figuras de la fuente, levanta su mano, para protegerse de la “segura caída” de la fachada cóncava de Santa Agnese in Agone, obra de su encarnizado competidor.

Roma, Fuente de los Cuatros Ríos en Piazza Navona, por El Guisante Verde Project

Junto a Piazza Navona se encuentra, también obra de Borromini, la Iglesia de Sant’Ivo alla Sapienza. Su planta está formada por dos triángulos equiláteros, símbolo de la Trinidad, que dibujan una estrella de seis puntas. Esta forma se repite en el interior. El tambor cilíndrico de la cúpula, que semeja una hoja de trébol, y la linterna, rematada con una rampa en espiral, completan la sensación de movimiento de todo el espacio, que parece no tener fin, y nos induce a pensar que se prolonga hasta el infinito.

La iglesia se encuentra dentro del patio del Palazzo della Sapienza, Universidad de Roma desde el siglo XV hasta 1935. Encontrarla abierta no es fácil; tras muchos años cerrada, es posible visitar la iglesia los domingos por la mañana (aunque no en julio ni en agosto).

Más información: https://www.sivoallasapienza.eu/

Fuente de Neptuno en Piazza Navona - Roma, por El Guisante Verde Project

Muy cerca de Piazza Navona, podemos encontrar Il Pasquino, la más famosa de las estatuas parlantes de Roma. Es apenas un torso, que ya en el siglo XVI se utilizaba para exponer textos críticos y satíricos contra personajes de Roma, como cardenales y pontífices. Todavía se discute sobre a quien representa esta escultura; podía formar parte de la decoración del Estadio de Domiciano, y ser copia de una obra helenística del siglo III a.C. El nombre, Pasquino, también es objeto de discusión. ¿Fue un sastre, un barbero, un profesor...? ¿Quién era el erudito que colgaba sus escritos en el cuello de la estatua? Lo que empezó como algo festivo, derivó en competiciones con diálogos y respuestas en otras estatuas parlantes de la ciudad que pontífices y gobernantes intentaron prohibir. Lo cierto es que la palabra pasquín paso a identificar aquellos escritos (libelos, panfletos, carteles), que critican al gobierno o a una persona y aparecen en lugares públicos. ¿Tendría la obra de Banksy hoy la consideración de pasquín?

Roma, Il Pasquino, por El Guisante Verde Project

7. S.Ignazio di Loyola. La construcción de esta iglesia se inició en 1626, apenas cuatro años después de la canonización de Ignacio de Loyola. En su interior se encuentra una obra maestra de Andrea Pozzo, la ‘Apoteosis de San Ignacio’, concluida en 1694. Los jesuitas consideran el envío de predicadores a todos los lugares del mundo como el mejor modo de convertir a los infieles. El fresco del techo creado por Pozzo, una maravilla técnica, muestra a San Ignacio recibiendo la luz que emana de Cristo y transmitiéndola a los cuatro continentes.

Roma, Iglesia de San Ignacio, nave central, por El Guisante Verde Project

En el suelo de la nave, una losa redonda señala el lugar exacto desde donde debe contemplarse la obra. La cubierta es plana y, sin embargo, la obra es, tal vez, el mejor ejemplo de arquitectura ilusionista conseguido mediante la técnica del trompe-l’oeil, trampantojo. Las tres dimensiones aparecen ante nuestros ojos de forma nítida y elevan la cúpula muchos metros hacia arriba. Lo real y lo pintado se funden de forma que es necesario un buen ejercicio de observación, que vuestras cervicales acusarán, para distinguir uno del otro.

Andrea Pozzo, detalle, en San Ignacio de Loyola - Roma, por El Guisante Verde Project

8. Palazzo Spada. Construido en 1550, sede del Consejo de Estado italiano desde 1926 es un buen ejemplo de la arquitectura manierista, que además de una valiosa colección de pinturas y esculturas, acoge una curiosidad artística. En un lateral del palacio, accesible desde el exterior, Francesco Borromini ideó, en 1635, una columnata con perspectiva ilusionista que admira a todo el que la contempla. Se trata de un corredor flanqueado por columnas pareadas de estilo toscano y cubierto por bóveda de cañón artesonada. La impresión es que la galería mide, hasta la estatua central que la remata, unos 37 metros. En realidad, solo son 9, y la estatua que nos parece de la altura de una persona, apenas mide 60 cm. Una advertencia para aquellos que confían demasiado en las apariencias.

Perspectiva de Borromini en el Palazzo Spada - Roma, por El Guisante Verde Project

Tal vez, merece la pena recordar que la pugna entre Bernini y Borromini no terminó bien. El exultante éxito del primero, extrovertido, cautivador, eclipso al huraño y taciturno Borromini, y aunque son muchas las creaciones de este último en la ciudad, la competición derivó, imposible conocer todos los motivos, en depresión y suicidio. ¿Qué sería hoy Roma sin la influencia entre ellos, sin las obras de Bernini o Borromini?

9. Palazzo Farnese. Es el mayor palacio privado de Roma, fue modelo para muchos de los palacios romanos. En su diseño y ejecución trabajaron tres maestros: Antonio de Sangallo, que lo inició en 1514 a instancias de Alessandro Farnese, futuro Papa Paulo III; Miguel Ángel, y Giacomo della Porta, que lo concluyó en 1589. Con independencia de su imitada arquitectura, en la que se utilizó material de ruinas antiguas, incluido travertino del Coliseo, alberga una de las obras maestras de la pintura barroca romana. Se trata de los frescos de la bóveda de la Galleria, creados por Annibale y Agostino Carracci en 1597. Una bóveda de cañón, dividida en tres zonas, cubre una estancia de 20 x 6 metros. Escenas amorosas de la mitología clásica que exaltan la transformación del alma humana gracias al amor divino constituyen la temática principal del conjunto.

Actualmente es la sede de la embajada de Francia en Italia, y la visita obliga a cumplir muchos requisitos, además de tener que planificarla con bastante antelación.

Más información y entradas: https://visite-palazzofarnese.it

Panteón- Roma, por El Guisante Verde Project

10. El Panteón. Se encuentra en el centro de la Piazza della Rotonda, creada hacia 1578 por orden de Clemente XI, y es el monumento mejor conservado de la antigua Roma. El edificio original fue encargado en el 27 a.C. por Agripa, en honor a su suegro, Augusto. Sin embargo, el emperador prefirió que fuera dedicado a las divinidades de la familia. El emperador Adriano ordenó su reconstrucción, que se finalizó en el año 125. Él mandó colocar la inscripción del arquitrabe atribuyendo la obra a Agripa.

El Panteón ha resistido restauraciones, incómodos añadidos como las “orejas de burro” de Bernini (demolidas a finales del siglo XIX), terremotos, inundaciones y el expolio de diversas partes para ser reutilizadas en otros edificios y monumentos, como hizo el papa Urbano VIII para construir el baldaquino de San Pedro.

El edificio actual es una rotonda precedida de un pórtico de tres naves en cuya parte frontal destacan las ocho columnas monolíticas de granito. La rotonda es un gigantesco muro cilíndrico de tres pisos y algo más de 6 metros de espesor sobre el que descansa la cúpula de hormigón.

Roma, Panteón, cúpula interior, por El Guisante Verde Project

El espacio interior mide 43,20 metros de diámetro (1,3 metros más grande que la cúpula de San Pedro), y es también la medida de la altura del edificio. Una vez dentro, nos sorprende la armonía y sencillez del recinto. El pavimento está compuesto de losas de mármol cuadradas y circulares. La cúpula se adorna con cinco hileras concéntricas de 28 cuadrículas de artesonado que han perdido su revestimiento de bronce dorado y confluyen en el ojo de buey de 9 metros, la única fuente de luz del templo.

Panteon, vista frontal - Roma, por El Guisante Verde Project

En el muro interior, a la altura del suelo, se abren diversas capillas y hornacinas, destacando la central, mucho mayor, de forma semicircular y coronada por un arco. Las columnas son de un raro mármol veteado de color violeta, procedente de Asia Menor. Las estatuas de las divinidades romanas se fueron sustituyendo por altares y sepulcros cristianos. Rafael Sanzio, el maestro renacentista, es uno de los ilustres personajes enterrados aquí.

Esta asombrosa construcción de la Antigua Roma inspiró a Brunelleschi para realizar la cúpula de Santa Maria dei Fiori en Florencia, y cambiar con ello el curso de la arquitectura, aunque esa es otra historia.

Mas información: https://www.pantheonroma.com/

Capilla Contarelli - Roma, por El Guisante Verde Project

11. San Luigi dei Francesi. La pequeña iglesia adquirida por la comunidad francesa en 1478 fue sustituida por otra cuyos trabajos de construcción se prolongaron casi todo el siglo XVI, hasta 1589. La sobriedad de su fachada y la frialdad interior que transmite hubieran condenado al olvido a este edificio. Sin embargo, la Capilla Contarelli conserva tres de las mejores obras de Caravaggio: ‘La Vocación de San Mateo’, ‘El martirio de San Mateo’ y ‘San Mateo y el ángel’, con lo que su visita, para nosotros, es ineludible.

12. Santa Maria sopra Minerva, en la piazza del mismo nombre. Tiene la particularidad de que se trata de la primera y única iglesia gótica de Roma. Su construcción se inició en 1280 y se desconoce tanto su autor como el de su fachada renacentista. Las obras se dilataron en el tiempo, hasta 1453. La situación política que derivó en el Cisma de Occidente, cuando la cristiandad asistió a la disputa eclesiástica que originó la coexistencia de dos Papas, uno en Roma y otro en Aviñon, entre 1378 y 1417, le afectó enormemente. Roma se había sumido en una profunda crisis social, política y económica que afectó también a la construcción de nuevos edificios. Solo por esta circunstancia ya merece la pena acercarse.

Estatua del Elefantino, de Bernini - Roma, por El Guisante Verde Project

Se levanta sobre un templo dedicado a Isis, y erróneamente atribuido a Minerva, de ahí lo de “sopra”, sobre, Minerva. Hay que destacar la decoración de los arcos de la nave principal y de su bóveda. Sin embargo, son dos obras las que atraen la atención. El Cristo con la Cruz, una obra de Miguel Ángel y la famosa Capilla Carafa, con los frescos de Filippino Lippi, que muestra una de las decoraciones pictóricas de capillas más impresionantes del Renacimiento romano.

Frente a la iglesia, se encuentra la muy conocida Fuente del Elefantino (es tan pequeño que se le conoce como “bebé de Minerva”), que Bernini creó en 1667 para sustentar el obelisco encontrado en los terrenos de la iglesia.

Galería Doria Pamphilj - Roma, por El Guisante Verde Project

13. Palazzo Doria Pamphilj, en realidad se trata de un conjunto de edificaciones que arranca a construirse a mediados del siglo XV y se prolonga durante cuatro siglos, pasando por varios propietarios. En 1648 Camilo Pamphilj, sobrino de Inocencio X, lo recibe como dote. La rama Doria-Pamphilj que recibió el palacio en 1760 sigue siendo su propietaria. La fachada más imponente, la que abre al Corso, es del siglo XVII.

Alberga la Galleria Doria Pamphilj, un extraordinario museo, curiosamente bastante desconocido para una gran mayoría de los visitantes que transitan por Roma. En su interior, una desconcertante y atractiva mezcla de suntuosos salones y galerías, con otras que parecen el desván de tu abuela, tal vez porque en términos generales se muestra como lucía en el XVIII. Merece la pena adentrarse en el laberinto (la audioguía ayuda bastante) y buscar, entre otras, las creaciones de Tiziano, Brueguel el Viejo, Caravaggio, Annibale Carracci, Correggio, Rafael y tantos otros, como el archiconocido retrato del Papa Inocencio X, de Velázquez, junto a la versión escultórica, que del mismo pontífice realiza Bernini. ¿Seguro que veían a la misma persona?

Más información y entradas: https://www.doriapamphilj.it/roma/


Il Gesú - Roma, por El Guisante Verde Project

14. Il Gesú. La Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola, una de las instituciones más influyentes de la Contrarreforma, vio arrancar los trabajos de su iglesia mayor en 1568. El arquitecto, Giacomo Vignola, creó un nuevo tipo de construcción, trabajó la fusión de lo antiguo y lo moderno, en este caso lo medieval con lo renacentista, siguiendo la idea de Alberti, en Sant’Andrea de Mantua, de forma que se convertiría en modelo de muchas iglesias barrocas. El templo se inauguró en 1584, siendo su finalizador Giacomo della Porta.

Il Gesú, interior - Roma, por El Guisante Verde Project

En el interior, la nave central tiene el protagonismo, enfrentada a la gran cúpula, cuyo tambor está muy iluminado gracias a los numerosos vanos. Se crea un espacio grandioso que mueve a la emoción de los fieles. El efecto y la uniformidad del recinto se vieron alterados por los abundantes elementos barrocos que sustituyeron a la sobria decoración original. Obra destacada es el altar, el más rico de Roma, de la sepultura de San Ignacio, un trabajo del jesuita Andrea Pozzo, donde se funden escultura y pintura. Espectaculares son también los frescos de Giovanni Battista Gaulli, de la segunda mitad del siglo XVII. Si es posible, hay que visitar las llamadas ‘Habitaciones de San Ignacio’ atravesando un pasillo que es realidad es un extraordinario trampantojo, una obra más, no será la única que visitemos, del padre Pozzo.

15. Ara Pacis. El Altar de la Paz de Augusto, fue inaugurado por el senado romano en el 9 a.C. para conmemorar las victorias del emperador en Hispania y la Galia, junto con el control definitivo de los pasos alpinos. Su planta es rectangular, carece de cubierta, y sus dimensiones son modestas: 11.6 metros de largo, 10.6 de ancho y 4.6 de alto. Está realizado en mármol de Carrara y cuenta con dos puertas: una frontal a la que se accede por una escalinata, destinada al oficiante y una trasera para introducir los animales que se sacrificarían. En el interior, encontramos el altar sobre un pedestal, ocupando el centro de la estructura.

Ara Pacis - Roma, por El Guisante Verde Project

Lo destacable del monumento es su decoración escultórica. En el interior, los muros están recorridos por guirnaldas, bucráneos, roleos de acanto… En los lados exteriores la ornamentación de la parte inferior, idéntica en los cuatro lados, se compone de una maraña vegetal con hojas de acanto que surge de una rama única en el centro de cada panel.

En la parte superior de las puertas, vemos cuatro alegorías sobre la fundación de Roma. Sobre los muros dos procesiones de la familia imperial, combinando alto, medio y bajorrelieves para crear un efecto tridimensional sorprendente. Una obra maestra del relieve y el retrato romanos que une leyenda, historia y religión, para gloria de Augusto y de la Pax Romana. Salimos de allí con la sensación de que vamos a identificar a sus protagonistas caminando por Roma.

Relieves Ara Pacis - Roma, por El Guisante Verde Project

El blanco edificio permaneció abandonado, en ruinas, y varios elementos fueron reutilizados. El gobierno fascista de Mussolini hizo suyos los símbolos imperiales, incluida la figura del emperador, y recuperó muchos restos arqueológicos, entre ellos, el Ara Pacis. Desde entonces se ha sometido a diversas restauraciones, aunque las más importantes se llevaron a cabo durante la década de los noventa cuando hubo de sustituirse también la estructura que lo preservaba de la climatología y la contaminación. Tampoco la intervención de Richard Meier en 2006 convence a todos, pero en nuestra última visita nos parece que protege y complementa muy bien la observación de los paneles y relieves. La intención de Augusto era demostrar que encontró una ciudad de ladrillo y la dejó de mármol. Las representaciones de su familia en procesión imitando a las Panateneas del Partenón de Atenas, las dedicadas a Eneas y la fundación de Roma, a la fertilidad y la prosperidad, quieren igualar este templo dedicado a Augusto con la Eneida, convertir el poema en mármol, tenéis que dedicarle un rato para decidir si lo consigue. ¿Amamanta la diosa Tierra a Rómulo y Remo?

Mas información y entradas: https://www.arapacis.it/


Plaza de San Ignacio - Roma, por El Guisante Verde Project

Si habéis leído hasta aquí, ¡enhorabuena! Nuestro cariño por Roma viene de lejos, años de estudiar la ingente cantidad de obras maestras que concentra, (desde una visión occidental y eurocentrista), y que hace que nuestros viajes a Italia sean objeto de una preparación especial. Incluso revisando estos artículos ya pensamos en volver, y en aquellos lugares que se han quedado pendientes. Tal vez la imagen del tiramisú frente al Panteón de nuestra primera vez ha quedado atrás, pero nos quedan muchas otras Romas por descubrir. Igual que a vosotros, que habréis echado en falta algunos lugares icónicos, ¿verdad?. Atentos a la próxima entrega.

Loba Capitolina - Roma, por El Guisante Verde Project

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