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Museo Arqueológico Nacional en Madrid: el pasado como no te lo imaginas El Museo Arqueológico Nacional es el principal museo de arqueología de España. Su sede, compartida con la Biblioteca Nacional, es el Pal...

febrero 10, 2023

Museo Arqueológico Nacional en Madrid: el pasado como no te lo imaginas

Museo Arqueológico Nacional en Madrid, por El Guisante Verde Project
El Museo Arqueológico Nacional es el principal museo de arqueología de España. Su sede, compartida con la Biblioteca Nacional, es el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, ubicado en la calle Serrano de Madrid. La mayor parte de su colección permanente se dedica a la historia de España, desde los orígenes a la Edad Moderna, combinadas con piezas de la Antigua Grecia, Egipto y Oriente Próximo.
Museo Arqueológico Nacional. Dama de Elche, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Orante de Gudea, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Sarcófago egipcio (detalle), por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Vasos Campaniformes, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Estatua orante de Pedro I y Sepulcro de Doña Constanza de Castilla, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Mosaicos, por El Guisante Verde Project
Cuando pensamos en el MAN, en nuestra memoria surge el concepto de arte viajero, el que incita nuestras ganas de conocer. Hace unos años fue el preludio de nuestro viaje por tierras de Aníbal Barca, gracias a la excelente y completa exposición ‘Mosaico Romano del Mediterráneo’, la muestra más completa exhibida en Europa, donde exponía algunas de las joyas de Museo del Bardo, de Túnez. Aquel viaje lo empezábamos al revés, primero la obra, luego su ubicación original.

El MAN es heredero de la corriente iniciada en Europa durante el siglo XVIII, a rebufo del auge de la arqueología por entonces, que promovía la creación de museos nacionales dedicados al ensalzar el pasado de los países. Una labor que fue promovida tanto por el Estado, dotándolos con bienes reales, como directamente por la Corona, y no solo con fines de conservación en una única institución, sino también con vocación docente, al servicio de los ciudadanos.
Museo Arqueológico Nacional. Monumento funerario de Pozo Moro, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Ábaco Neperiano, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Báculo del Papa Benedicto XIII, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. La Bicha de Bazalote, por El Guisante Verde Project
La construcción del que sería Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales se planificó a mediados del XIX. Reuniría en un mismo lugar la Biblioteca Nacional, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Nacional de Pinturas (también conocido como Museo de la Trinidad).

La reina Isabel II firmó el real decreto por el que se creaba el Museo Arqueológico Nacional y colocó, en 1867, la primera piedra del palacio que lo albergaría en el solar elegido, al final del Paseo de Recoletos. Provisionalmente, se abrió la primera sede museo en el Casino de la Reina, una antigua finca de recreo cedida por la Corona al Estado en 1865. Los fondos se completaron con piezas del Real Gabinete de Historia Natural, de la Biblioteca Nacional y de la Real Academia de Historia, además de donaciones y compras.

La construcción del palacio fue laboriosa, y los proyectos se sucedieron, hasta tres diferentes, para culminar con la finalización de los trabajos en 1892.
Museo Arqueológico Nacional. Dama de Baza, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. Cuencos Axtroki, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Tesoro de Guarrazar, por El Guisante Verde Project
Durante los años siguientes, el Museo no pudo escapar al devenir de los acontecimientos políticos y sociales que afectaban a la España de entonces: revoluciones, incendios, obras de remodelación, ampliaciones y disminuciones, intentos de robo y asalto, destituciones de sus responsables... Todo esto sucedió antes de traslado a la nueva sede del Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, inaugurada oficialmente en 1895.
Museo Arqueológico Nacional, relieve de la Tumba de Neferkhaw y Satbahetep, por El Guisante Verde Project
La vida del Museo transcurrió más o menos plácidamente, asumiendo un mayor protagonismo en su misión docente. La Universidad le arrebató buena parte de su protagonismo en este aspecto, aunque la actividad científica de los conservadores y directores fue muy abundante. Las nuevas tendencias museográficas, que centraban el protagonismo de las piezas frente a su contenedor, reveló lo anticuado del MAN, que se puso manos a la obra. La primera fase de modernización, finalizó en julio de 1936, quedando todo el proyecto paralizado por el comienzo de la Guerra Civil.
Museo Arqueológico Nacional. Cúpula de Torrijos, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional. El Bote de Zamora, por El Guisante Verde Project
El Museo se preparó para salvaguardar su patrimonio, dejando las salas vacías y agrupando las piezas en lugares más seguros. A pesar del bombardeo de la aviación rebelde, el museo no sufrió grandes daños. Aun puede verse el impacto de una de las bombas en el llamado Patio de la Virgen. Por su parte, el gobierno republicano se incautó de 3000 monedas de oro y que fueron recuperadas en parte en 2011, tras un largo periplo no aclarado totalmente. Aquí tenemos material para una serie, película, los tesoros por recuperar...
Museo Arqueológico Nacional. Dama de Ibiza, por El Guisante Verde Project
En 2008 se iniciaron los trabajos de reforma más importantes de su historia, y se cerró completamente desde el 2011. Reabrió sus puertas el 01 de abril de 2014, como un museo nuevo, adaptado a las tendencias actuales en materia expositiva, incorporando nuevos formatos museográficos y elementos audiovisuales, de forma que resulta mucho más atractivo para el visitante. Le debíamos una visita a estas remodeladas salas, con un mapa interactivo en la entrada que nos ayuda a ubicar el origen de las piezas expuestas, y que, de nuevo, es una invitación a partir hacia esos reinos extinguidos. Viajar al pasado siempre ha sido, para nosotros, una forma de entender el presente.
Museo Arqueológico Nacional. Ídolo oculado, por El Guisante Verde Project
En el interior del MAN la experiencia es, simplemente, fantástica. Aunque ya han transcurrido más de ocho años desde su última gran reforma, lo cierto es que el museo se ve actual, gracias a una muy adecuada combinación entre la exposición de piezas, manteniendo su protagonismo pero mucho mejor integradas con el conjunto, y la utilización de nuevas tecnologías y técnicas museográficas. Hay información más que suficiente sobre los objetos que se exponen y, además, se encuentran muy bien contextualizados. Aunque tengáis la tentación de pensar que un museo arqueológico puede resultar aburrido, el MAN atrapa entre sus salas al visitante y el tiempo transcurre sin que nos demos cuenta.

En vuestra visita al Museo Arqueológico Nacional os encontraréis con piezas emblemáticas y otras más desconocidas que es posible os apetezca fotografiar. Un consejo, no os dejéis la cámara en casa (como hicimos nosotros más bien por descuido...), el smartphone, simplemente, no está a la altura. La iluminación del museo, muy bien diseñada y ejecutada, complica la realización de fotografías de buena parte de las obras. La contrapartida, y es una buenísima noticia, es que las piezas se ven magníficas en su mayoría. Los juegos de luces y sombras consiguen que centremos nuestra atención en las piezas expuestas y te permiten mantener con ellas un diálogo fluido. Un entretenido viaje por las salas del MAN que lo convierte, sin duda, en uno de los tres mejores museos que hemos visitado.

Museo Arqueológico Nacional, Capiteles del Claustro de Santa María la Real, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Cabezas del Cerro de los Santos, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Estelas Decoradas, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Arco de San Pedro de las Dueñas, por El Guisante Verde Project
Museo Arqueológico Nacional, Vitrinas del Interior, por El Guisante Verde Project
Especial atención merece la reproducción de la cueva de Altamira, que nos conecta inmediatamente con la fascinante cueva de Lascaux, en el Périgord. Pararse a mirar con detalle los trazos es imaginar los movimientos artísticos que llegarán siglos después. ¿Inventamos o recordamos? ¿Imaginamos o combinamos? El arte como expresión de lo humano.

La distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente, Albert Einstein
Museo Arqueológico Nacional. Toros de Costitx, por El Guisante Verde Project

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