Seguramente habrá pocos, o tal vez ningún otro sendero en el Gran Cañon del Colorado con una relación esfuerzo-resultado tan magnífica como el corto recorrido que lleva hasta Shoshone Point. Los senderos trazados en el Gran Cañon, en realidad el propio National Park es el que se organiza así, se dividen en dos zonas, el South Rim y el North Rim. De las dos, la primera es la más conocida, la más explotada turísticamente, y también el más acondicionado.
Todo el South Rim está plagado de miradores que aquí se denominan View Points, y son, sin lugar a dudas, espectaculares. Además, no requieren prácticamente ningún esfuerzo, salvo el de poder encontrar aparcamiento en las épocas de mayor afluencia de público y, claro, subir y bajar del coche.
Una vez nos hemos acercado a todos los puntos marcados a lo largo de la Desert View Drive, llega la hora de adentrarse un poco más en el Gran Cañón, gracias a los trails, los senderos balizados que recorren el parque, y que, esta vez si, exigen buena preparación tanto física como psicológica, tal y como se encargan de repetir una y otra vez los rangers del parque. Sin embargo, existe una increíble excepción: Shoshone Point.
Se trata de un camino de aproximadamente dos millas, con una duración estimada de entre 40 y 60 minutos, prácticamente sin desnivel, por lo que su calificación es, acertadamente, de recorrido sencillo. Es cierto que este trail no se dirige hacia el fondo del cañon, sino que únicamente llega hasta el borde del precicipio. Sin embargo, la mayor parte de los view points a lo largo del South Rim, ofrecen una vista similar, y no permiten una contempación tranquila y silenciosa de la inmensidad del Gran Cañón. Shoshone Point lo hace posible, y además, constituye un excelente punto de observación para planificar, mapa en mano, varios recorridos mucho más exigentes, como el Grand View Trail.
Esta pequeña ruta, que incluso no aparece en muchas guías, tampoco está señalizada en su entrada. Partimos de Gran Canyon Village, por la Desert View Drive, debemos dejar el vehículo e internarnos por una senda sin señalizar, siendo necesario conseguir una guía donde aparezca este sendero, o pedir información en los lugares dispuestos para ello en el parque. Nosotros utilizamos la excelente guía, Hiking Grand Canyon, de Ron Adkison, editada por Falcon (en inglés), y no tuvimos problemas a la hora de encontrar el sendero.
Tras un recorrido entre pinos, de repente llegas al borde del abismo, y eso, por si solo, supone dejarte sin respiración. Continuamos caminando paralelos al borde hasta Shoshone Point, y alli nos resulta increíble tener esas vistas con tan poco esfuerzo, especialmente después de haber realizado anteriormente el difícil Tanner Trail.
El atardecer es una hora mágica para disfrutar del Shoshone Point; puedes sentarte al borde mismo del precipicio, viendo el rio Colorado (algo que no se consigue habitualmente en otros lugares), y como la luz cambia el paisaje, resaltando formas y colores.
Ante nosotros se muestra el South Rim en todo su esplendor, los Hance Rapids, los Tapeats, la Desert View Watchtower, Marble Platform y los Echo Cliffs. Más cerca vemos la mole del Vishnu Temple, e incluso podemos fijar Powell Plateau, Point Sublime y Cape Royal, junto a Wotans Trone.
También se observan Sinking Ship, Coronado Butte, y otro de los lugares que recorrimos dentro del Gran Cañón del Colorado, Horsheshoe Mesa... Son muchos los caminos que recorren el Gran Cañón; son difíciles, abruptos, la mayoría sin agua, y la soledad a veces resulta sobrecogedora. La experiencia... inolvidable.
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Un lugar magnifico a visitar, ya son demasiados los pendientes que tengo. Al menos me alegra que alguien esta visitando tan bellos parajes. Seguir así.... Buenos Viajes !!! un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos, seguro que el dia menos pensado andarás por allí o por algún otro lugar de esos que tienes en la lista. Todo llega. ¡Un abrazo!
EliminarPues sí, es una experiencia inolvidable. Para nosotros fue como un sueño viajar hasta Arizona para visitar el Gran Cañón. Es impresionante, y difícil de olvidar. Un abrazo.
ResponderEliminarYa lo creo, Tiramillas, quien os lo iba a haber dicho hace unos años...
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