 "A los dos os encantan Tolstoi y Dostoievski, Hawthorne y Melville, Flaubert y Stendhal, pero en esa etapa de tu vida no puedes soportar a Henry James, mientras que Gwyn sostiene que es el mayor de los gigantes, el coloso a cuyo lado todos los demás novelistas parecen pigmeos. Estáis en completa armonía en lo que se refiere a la grandeza de Kafka y Beckett, pero cuando le dices que Céline pertenece a ese grupo, se ríe de ti y lo tilda de maníaco fascista. Wallace Stevens sí, pero en le puesto siguiente tú colocas a Willian Carlos Williams, no a T.S Elliot, cuya obra recita Gwyn de memoria..."
"A los dos os encantan Tolstoi y Dostoievski, Hawthorne y Melville, Flaubert y Stendhal, pero en esa etapa de tu vida no puedes soportar a Henry James, mientras que Gwyn sostiene que es el mayor de los gigantes, el coloso a cuyo lado todos los demás novelistas parecen pigmeos. Estáis en completa armonía en lo que se refiere a la grandeza de Kafka y Beckett, pero cuando le dices que Céline pertenece a ese grupo, se ríe de ti y lo tilda de maníaco fascista. Wallace Stevens sí, pero en le puesto siguiente tú colocas a Willian Carlos Williams, no a T.S Elliot, cuya obra recita Gwyn de memoria..."
Invisible, Paul Auster
No puedo evitar relacionar cuanto leo, ver el esqueleto y obsesiones de los autores a los que sigo. Siempre encuentras huellas, guiños, personajes invitados, "cameos"..., la simple descripción de un personaje, su puesta en escena te trae a la memoria a otro que tal vez sólo estaba esbozado en una obra anterior. 
Pero, ¿que ocurre cuando encuentras en un libro el de otro autor?

