Jim Thompson abandonó su estudio de arquitectura en New York en 1940 para incorporarse al Departamento de Servicios Estratégicos, antecesor de la CIA.
Al finalizar la II Guerra Mundial trabajó durante un año para los servicios secretos en Bangkok, y poco a poco fue estableciendo los contactos que mas adelante darían origen al mito.
Al regresar a la vida civil, probó fortuna en diversos negocios, hasta que encontró su gran oportunidad: la seda de fabricación artesanal, un producto prácticamente desconocido en Occidente, había sido además, relegado al olvido por los tailandeses.
Jim Thompson fundó en 1948 la Compañía de la Seda de Tailandia, y gracias a sus contactos, las buenas críticas recibidas desde la revista Vogue, unido a su indudable buen gusto a la hora de mezclar los colores, le dio la oportunidad de proporcionar el vestuario para la versión teatral de The King and I, que se estrenó en Broadway.
A partir de entonces, se convirtió en un personaje imprescindible en la vida de la capital tailandesa, y a pesar de que siguió muy apegado a sus costumbres y raíces culturales, no hablaba thai, asumió el compromiso de preservar las artes y la arquitectura del país, en un gesto que conformó su legado: el resurgir del arte tradicional del hilado de la seda, por un lado, y la Casa Museo de Jim Thompson en Bangkok.
La Casa de Jim Thompson es uno de los museos mas importantes de Tailandia; su nucleo está compuesto por las seis casas de madera traídas de la provincia de Ayuthaya, la mayoría con mas de dos siglos de antigüedad. Estas casas, como todas las casas tradicionales tailandesas, están construidas sin clavos y, aunque Jim Thompson era arquitecto se vio obligado a regresar a Ayuthaya y contratar a un grupo de artesanos que seguían trabajando a la manera tradicional para volver a montarlas.
El interior ha llegado intacto hasta nuestros días, incluso el mobiliario se encuentra en su disposición original. Ávido coleccionista, Jim Thompson reunió la magnífica colección de arte y artesanía tailandesa que hoy podemos ver en su mansión, además de un buen número de objetos procedentes de todo el sudeste asiático.
Este museo es un oasis de tranquilidad dentro del bullicio de Bangkok, y, como en otros muchos lugares de Tailandia, deberemos descalzarnos para realizar la visita. A nuestro parecer, esto incrementa la sensación de encontrarnos en otro lugar del mundo, con otras costumbres y otra cultura; por otro lado el contacto de nuestros pies con la madera, nos produce la impresión de estar no en un museo, sino en plena naturaleza. Es un lugar que, sin duda, debemos visitar durante nuestra estancia en Bangkok.
Jim Thompson desapareció sin dejar rastro el Domingo de Pascua de 1967, en Malasia. Hasta hoy, aunque han sido muchas las teorías, nada ha podido establecerse con seguridad en cuanto a su paradero... la leyenda continúa.
Hola...Buenas. Soy Jim...Bueno, no, no soy soy él, je, je. Yo quería daros las gracias porque a partir de este post he ido a la página web del guisante y allí he visto una sección, la de 1895 donde habéis colgado un vídeo sobre el teatro. Bueno, yo no me dedico al teatro, aunque lo estudio, y quería daros las gracias por ese precioso documento. Por el pase de diapos, pero también por ese documental que hicisteis sobre la producción de "El sueño de una noche de verano". Por cierto, que por aquí andamos con "El retablo de las maravillas", de Cervantes. El otro día los estudiantes tuvieron su primer contacto con el escenario. Es txulo ver todo esto del montaje, ya os iré informando. De nuevo gracias por apreciar lo que mucha gente no percibe. Un beso.
ResponderEliminarAy,ay, ay!! (en español en el original), que tirón de orejas de te vamos a dar...! Esa sección lleva mucho tiempo creada, y el video de "Tras el Telón", el título de documental, también; creíamos que ya lo habías visto. De todos modos, ahora que estás metida en harina, puedes ponerles a tus alumnos el docu, que seguro les va a gustar.
ResponderEliminarPor cierto, investiga un poco la historia de Jim Thompson, que da mucho juego...
Un besazo.
Y la vi, corcho, es que ¿no ves que te estoy publicitando,alma de cántaro? Y claro que lo pondré y claro que indagaré. Qué crees...
ResponderEliminarBesotes
Vale, se agradece, y espero una novelita al estilo de "Blackwater", que por cierto me la han regalado y estoy enganchado...
ResponderEliminarNos vemos
Una vez más disfrutando vuestras entradas. Algunas me dan ideas de viaje, otras me enriquecen, otras para disfrutar sin más con vuestras fotos y relatos, y con todos aprendo algo. No conocía ni la persona ni el museo... siempre hay motivos para regresar, qué mundo más chiquito! Saludos y gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra Salvadó, encantados de que viajes con nosotros, y de que nos dejes comentarios como este. La mejor motivación para seguir escribiendo.
EliminarUn saludo!!
Un placer chicos, gracias a vosotros por vuestro trabajo. Seguiremos viajando!
EliminarSandra Salvadó, Gracias otra vez, esperemos que nuestra brújula nos lleve pronto hacia el oeste, :)
EliminarSaludos!