Con el título ‘Lanzarote, un viaje extraordinario en 40 imágenes de andar por casa’ hemos querido reflejar nuestra estancia en esta isla que, en palabras del escritor canario Juan Cruz Ruiz, camina sola: parece que se burla del tiempo.
A lo largo y ancho de las carreteras y caminos que hemos recorrido en Lanzarote, las imágenes surgían ante nosotros, sin preparar, sin buscar, sin necesidad de tener la mejor luz, sin planificar. Imágenes de andar por casa; de esas que captas desde el coche, de las que surgen cuando te arrimas a la cuneta, sales rápido y disparas. Otras veces éramos como veletas movidas por el viento, captando instantes hacia todos los puntos cardinales, girando sobre nosotros mismos. Fotografías que cualquiera se lleva en su bolsillo como recuerdo de su paso por la isla. Fotografías “corrientes”, que cuentan, en realidad, un viaje extraordinario.
Cada una de estas fotos merece un artículo que hoy no nos vemos capaces de armar. ¿Y si solo nos dejamos llevar y eres tu quién elige el viaje?
Fotografías que nos llevan hasta La Geria, las vides, las bodegas, las cosechas del centro y norte de la Isla; Haría con sus carreteras sorprendentes, a pasear por ese inmenso terrario que es el Jardín de Cactus.
Contemplamos una y otra vez los volcanes alineados, los dibujos esféricos, como rayos sobre esas colinas rojizas, jeroglíficos que salpican el recorrido y que nos invitan a salir una y otra vez en busca de claves y patrones que los expliquen. La sensación de espacio, de calma, de estar solos en El Golfo, o en Los Jameos; el atardecer en Los Hervideros, o en las Salinas de Janubio.