La Via Verde de Arrazola, muy cerca de Bilbao, nos permite atravesar a pie el precioso Valle de Atxondo, situado a los pies de lo que parece una colosal e infranqueable barrera: la cordal Alluitz – Anboto, un macizo rocoso que forma parte del Parque Natural de Urikola.
El origen de este camino de hierro se remonta a los primeros años del siglo XX, concretamente a 1903. En esa fecha, el Ferrocarril Bilbao Durango extendió sus raíles hasta Apatamonasterio. Pocos meses más tarde, el 01 de febrero de 1904, el trazado que discurre entre las minas, estación de Errotabarri, y Apatamonasterio, entra en servicio con el objetivo de transportar el mineral de hierro, plomo y cobre de las minas de Arrazola hasta la entonces pujante industria siderúrgica desplegada junto a la ría de Bilbao. La importancia del trazado hizo que pronto el humo y el silbato de la locomotora de vapor ‘Aurrera’ fueran sustituidos por el chisporroteo del tendido eléctrico y una máquina más moderna. Sin embargo, la crisis llegó a mediados de los años treinta del siglo XX, cuando las minas dejaron de ser rentables. La vía férrea se mantuvo en uso hasta 1950 para el transporte de pasajeros y también para dar salida de forma esporádica a algún cargamento de mineral o de madera.