¿Qué secretos esconde Lozère, en el Parque Nacional de Cévennes? ¿Por qué acercarse a estas montañas que se alzan en la antigua región de Languedoc-Rosellón, tan cerca del mar Mediterráneo? En ocasiones, el mapa geográfico y el mapa mental de nuestros viajes no siempre coinciden; estamos en el sureste de Francia, incluido desde 2016 en la más amplia región de Occitania. Aquí Carcassone, Toulouse, Albi..., ya nos han seducido con sus mejores galas en viajes anteriores, así que, llenos de curiosidad, llegamos en esta ocasión a Montpellier, nuestra puerta de entrada al Parque nacional de Cévennes, que recorre los departamentos de Gard y Lozère. La sede del parque se encuentra en la ciudad de Florac.
Sigue siendo mágico hacer zoom en el mapa de una zona que vamos a descubrir e imaginar todo lo que nos espera y desconocemos por completo. Comprobar como cada elección en un cruce de sinuosas carreteras de montaña nos muestra la belleza de un valle, una gruta o una garganta y, a la vez, nos aleja de otro tesoro que tendrá que quedar para la siguiente visita.
En esta ocasión Montpellier, una desconocida para nosotros, ha sido nuestra puerta de acceso a una Francia más rural, más tranquila. Nos vamos a recorrer Gard y Lozère, el Parque Nacional de Cévennes, una zona menos poblada, con entretenidas carreteras de montaña y pequeñas poblaciones que hacen gala de una vida más lenta y que encaja perfectamente con un viaje slow, como nos gusta, donde una buena sobremesa, disfrutando tanto de la gastronomía de la región como de las conversaciones y anécdotas de sus lugareños, no está reñida con la aventura de una vía ferrata, o la posibilidad de imitar a Robert Louis Stevenson recorriendo estas montañas en la compañía de un burro.