Toca abrigarse. Nos vamos a Noruega. Os mostraremos lugares diferentes a los habituales, y algunos realmente remotos. En esta ocasión contamos con un guía de excepción, que además es el redactor y fotógrafo de esta entrada, el geólogo Alex Franco San Sebastián.
No es fácil buscar un titulo apropiado para un viaje tan poco convencional. (De hecho, en un primer momento se tituló: Ártico y subártico de Noruega. Rocas e islas heladas, o no tanto.)
La visita a Noruega en su parte sur y el salto a sus tierras más norteñas (islas Svalbard), vino motivado por el afán de conocer este bello país desde una perspectiva diferente y poco conocida: la geología.
La aventura tuvo dos etapas: un recorrido en furgoneta por la zona sur de la Noruega continental, desde Oslo hasta Stavanger, pasando por Kragero; y una travesía en zodiak bordeando uno de los fiordos principales de las islas Svalbard, Isfjorden, en la zona central de Spitsbergen.
Quizás por lo inesperado y desconocido, una de las sorpresas del viaje fue la visita y estancia en la localidad rusa de Pyramiden. Se trata de una población de origen minero, hoy en día prácticamente deshabitada, una suerte de ciudad-fantasma, presidida en su calle principal por una estatua de Lenin. (Esta es otra historia, que os contaremos muy pronto).
Noruega continental, primera etapa.
En la zona sur de Noruega confluyen una serie de elementos de carácter geológico que han dado lugar a la creación de dos geoparques: Gea-Norvegika Geopark y Magma Geopark.
La geología de Noruega se halla intrínsecamente condicionada por su pertenencia al Escudo Fennoescandiano. Se trata de rocas mayoritariamente ígneas y metamórficas, con edades que, en la zona sur, llegan a superar los 1.500 millones de años de antigüedad.
Los geoparques son partes del territorio que cuentan con elementos de interés geológico, etnográfico y cultural suficientes como para establecer una política de protección, divulgación, señalización y gestión bien delimitada y conocida, bajo el auspicio de la UNESCO. Actualmente existen en Europa 59 geoparques.
En Gea-Norvegika Geopark existen multitud de puntos de interés geológico, entre los que podríamos destacar, por su singularidad, el denominado como Volcán Fen, las minas de plata de Konsberg y los afloramientos de Rongstranda.
El complejo volcánico de Fen, situado en la zona de Telemark, se formó como consecuencia de la intrusión de magmas alcalinos sobre gneises precámbricos hace unos 583 millones de años, dando lugar a unas rocas denominadas carbonatitas, muy escasas en la corteza terrestre.
Las minas de plata de Kongsberg fueron explotadas durante más de 300 años. Se trata del mayor complejo minero de Noruega. Existen más de 80 minas, todas ellas abandonadas, algunas de las cuales hoy en día son visitables.
El paisaje de Rognstranda es, desde el punto de vista geológico, muy interesante, ya que contiene rocas de diferentes períodos y ambientes geológicos de hasta 1.500 millones de años de antigüedad.
Desde una perspectiva visual su atractivo principal son los grandes escarpes, denominados flauane en noruego, que caracterizan la región de Grenland, y que son el resultado de más de 250 M. a. de años de erosión.
Magma Geopark posee una geología espectacular, pero quizás menos variada que Gea-Norvegika. Los principales afloramientos se basan en la existencia de unas rocas poco abundantes en la corteza terrestre, aunque muy conocidas en la Luna: se trata de las anortositas, rocas mayoritariamente compuestas por plagioclasa cálcica.
No podemos dejar de citar el maravilloso paseo hasta el Faro Eygeroi observando las anortositas cortadas por diques de noritas con grandes cristales de ortopiroxeno.
Como colofón a las numerosas paradas de carácter geológico y cultural que realizamos durante el recorrido, terminamos esta primera etapa de nuestra aventura visitando el incomparable paraje del Preikestolen (El Púlpito). Se trata de una plataforma de forma rectangular y paredes verticales, situada a 604 m. sobre el nivel del mar, a la que se accede a través de un recorrido a pie de casi 4 km y de unos 335 m. de ascensión sobre rocas graníticas. Las vistas, si la niebla lo permite, son realmente espectaculares, dominando desde las alturas el majestuoso fiordo Lysefjord.
El alojamiento en el sur de Noruega no ofrecía excesivas dificultades logísticas y lo solucionamos alternando noches en albergues bien preparados, cómodos, de fácil búsqueda y acceso, con otras, no menos confortables, en bungalows situados en campings.
En Spitsbergen nos alojamos varias noches en albergues muy bien gestionados y equipados en Longyearbyen, localidad principal a la que accedimos en avión desde Oslo. Otras noches, ya durante nuestro recorrido, las disfrutamos en tienda de campaña o, en el caso de la localidad de Pyramiden, en contenedores preparados al efecto.
Por supuesto, hablar de “noches” en esta zona del globo situada a casi 80º de latitud norte, no deja de ser un eufemismo. Durante las horas de guardia nocturna que nos vimos obligados a realizar por la posible presencia de osos polares en el entorno, pudimos disfrutar de temperaturas no imaginadas en estas latitudes, así como condiciones de iluminación realmente parecidas a las de cualquier día soleado.
La primera impresión que se obtiene cuando se aterriza en julio en Longyearbyen es la de estar en un sitio diferente al esperado. El hielo, los glaciares, los paisajes que uno ha visto y soñado al pensar en el ártico no aparecen en el entorno. Si acaso, pueden adivinarse a lo lejos, en el horizonte.
Lo cierto es que este archipiélago posee una realidad paisajística muy cambiante: durante el oscuro y largo invierno, se llegan a alcanzar temperaturas de varias decenas de grados bajo cero, mientras a lo largo del luminoso verano las temperaturas medias se mantienen en 5 ó 6 grados sobre cero. Se trata, en realidad, de una anomalía térmica motivada por hallarse las islas en la zona terminal de la corriente cálida del Golfo.
Longyearbyen es una ciudad muy pequeña, a la que no le falta de nada. Se autoabastece de energía mediante una central térmica de carbón procedente de una de las pocas minas de carbón activas. Lo que más llama la atención de los visitantes es la existencia de una serie de señales triangulares y de bordes rojos con la imagen de un oso polar en su interior. Indican la zona de seguridad, que queda limitada a la zona urbana, fuera de la cual es obligatorio portar un rifle y el correspondiente permiso de armas en toda la isla. De hecho, hay varios casos documentados de ataques de oso polar a personas en los últimos años.
El periplo geológico en Spitsbergen lo realizamos mediante embarcaciones tipo “zodiak”, bordeando la costa de Isfjorden y parando allí donde esperábamos encontrar los afloramientos más interesantes.
El archipiélago de las Svalbard corresponde, desde el punto de vista geológico, a la parte elevada del Mar de Barents, esquina noroccidental de la placa Euroasiática. La edad y tipología de las rocas, en el conjunto de las islas, es muy variada. Sin embargo, en la zona central de Spitsbergen, la mayoría de las formaciones son de rocas sedimentarias, con edades comprendidas entre el Terciario y el Devónico, exceptuando los sedimentos recientes cuaternarios, principalmente asociados a la geomorfología glaciar.
Resulta muy difícil seleccionar alguno de los puntos de interés geológico de los visitados (más de 40). No podemos dejar de citar los impresionantes abanicos aluviales de Tempelfjorden, los escondidos ejemplares de Archaeosigillaria del Devónico (fósiles de los árboles más antiguos conocidos), localizados tras varias horas de caminata a lo largo del espectacular valle de Munindalen; o los restos de troncos fósiles de más de medio metro de longitud que afloran sobre areniscas frente al glaciar Harrietbreen.
Por supuesto, un caso aparte son las innumerables estructuras y texturas asociadas al modelado glaciar: playas colgadas, suelos poligonales, morrenas frontales, laterales, centrales, pingos, grietas, valles en U…
Desde una perspectiva faunística, fueron deliciosos los recorridos por Isfjorden, a menudo acompañados por el vuelo rasante de los fulmares, los frailecillos o los txarranes árticos; las numerosas colonias de aves marinas asentadas en los acantilados, como en Alkhornet y, especialmente, la aparición frente a nosotros, junto al glaciar Nordenskiöldbreen, de una osa polar nadando junto a sus dos oseznos.
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Qué bonitas fotos!!! Y en aquellas noches de guardia, llegásteis a ver osos polares merodeando vuestro campamento??? ¿Y son tan peligrosos que es necesario llevar escopeta?
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, M.Carmen Cruz las fotos son impresionantes. Los osos polares son el mayor depredador del continente, así que peligrosos si que son. En el campamento no vieron acercarse ninguno, aunque la osa y los oseznos que vieron junto al glaciar salieron a tierra justo donde el grupo había estado. Al ser una madre con crías si que hubieran tenido problemas de encontrarse con ellos. Por suerte no fue así. En cualquier caso, el viaje es toda una experiencia.
EliminarSaludos!
Enhorabuena por poder haber hecho un viaje tan especial, me ha gustado mucho la entrada y las fotos impresionantes. Saludos.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Que bonito es Viajar. Es un viaje, sin duda, diferente y con unos paisajes abrumadores. Una gran experiencia, contada por nuestro amigo Alex. :)
EliminarSaludos!
Preciosas fotos. Hay lugares en el mundo que parecen de cuento de hadas.
ResponderEliminarPero para vivir en un lugar como este hay que estar muy acostumbrados al frío.
Un abrazo
Ya lo creo, Tiramillas, que hay que estar acostumbrado. El invierno tiene que ser durísimo.
EliminarAbrazos!
Estuvimos en Noruega hace tres años, pero claro, nada comparable a un viaje como éste. Me encanta porque es mucho más específico, aunque se visiten lugares emblemáticos como el Preikestolen. Me encantó seguir el hilo del viaje "histórico", pues las piedras revelan esto precisamente: la historia de nuestro planeta. Las fotos son impresionantes, aunque me ha encantado la del fósil y la pared cubierta de hielo con la zodiak. En cuanto a los osos... me parece lógico que se deban extremar las precauciones dado que son muy agresivos. Desde luego... yo no esperaría encontrármelos con bufanda y una coca-cola para recibir a los turistas, aunque eso sí, me encantaría ver uno desde bien lejos, con un buen tele, qué gozada... He encontrado información sobre los osos de Svalbarg, bastante interesante, ya que por lo visto buscan a un "susurrador de osos gritón" en bbc noticias, jeje. Un abrazo y gracias por este post único y que me hace soñar con volver a Noruega muy pronto. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/05/130517_oso_polar_trabajo_noruega_lp.shtml
ResponderEliminarJajaja, los osos, a distancia, MPd... es un recorrido fascinante y diferente, y los paisajes, un auténtico espectáculo. Menuda oferta de trabajo, por cierto.
EliminarAbrazos!
Todo el artículo me recuerda a las expediciones ficticias de Julio Verne, como aquella titulada La Esfinge de los hielos (en ese caso una expedición a zonas desconocidas del Polo Sur). Se puede viajar de muchas maneras, y dar muchos enfoques a los viajes, ¡gracias por esta perspectiva nueva y apasionante (incluso para los neófitos) de visitar Noruega, tierra de héroes como Admunsen!
ResponderEliminarSiempre da buen resultado Alvaro LLosa la hibridación con ciencias y visiones diferentes. A nosotros también nos ha gustado leer el relato de Alex, como dices, nos da una perspectiva nueva.
EliminarAbrazo!
Qué chulada de viaje. De nuevo disfrutando las ventanas que nos ofrecéis. Dientes largos, me entraron unas ganas de salir a disfrutar un viaje de grandes paisajes! A sus pies señores, fotos y escrito! :-)
ResponderEliminarJajaja, gracias, Sandra Salvadó, transmitiremos tu comentario al autor. Desde luego, los dientes largos si ponen esos paisajes. A ver cuando nos toca, :)
EliminarUn abrazo!
Un viaje fascinante! que envidia jajajaja
ResponderEliminarFuet-i-Mate
Si que lo es, también a nosotros nos da envidia, a ver si algún dia toca... Fuetimate
EliminarMenudo post 5 estrellas!!!
ResponderEliminarEspectacular el viaje, el relato y las fotos. Te da para 5 posts. Extraordinario.
jajaja Jordi claro que da para seguir escribiendo, muchas gracias, esta vez mérito compartido ;-)))
EliminarEste segundo post (colaboración de Alex Franco con los chicos de El Guisante Verde) me han acentuado las milenarias ganas de volver a Noruega. Qué post. Maravilloso en todos los sentidos, gracias. Está claro que Noruega es mucho más que lo que habitualmente se nos vende de manera esterotípica. Es todo un inmenso paraje por descubrir. Gracias.
ResponderEliminarJajaja, quien no te conozca M Pd, pensará que exageras con lo de milenarias ganas..., nosotros damos fe de que es así. :) Y es verdad, en Noruega hay más de lo "típicamente noruego" que se empeñan en vendernos los touroperadores y también, con demasiada frecuencia, la promoción propia del país.
EliminarSaludos!
¡Vaya post! Si a pesar del frío y los osos me han entrado ganas de ir...Enhorabuena por el post y las fotos, todo verdaderamente espectacular.
ResponderEliminarjajaja itiziar de Paseandomm esta vez el mérito es de Alex y tenemos que agradecerle el compartirlo aquí con nosotros, la envidia también es compartida :-)))
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