"... gracias a algunos grabados mas imaginativos que lo retrataban bajo una luz lunar, quedome claro de inmediato el partido que podría sacarle a esa atmósfera de sábado, si entre las que parecían losas de un suelo que se hubieran levantado en todas las direcciones a causa de movimiento telúrico, hubiera colocado, cribados, embozados y encapuchados, con sus barbas grisáceas y caprinas, a unos rabinos que confabulaban, inclinados también ellos como las lápidas en las que se apoyaban, para formar en la noche una selva de fantasmas encogidos. "
Umberto Eco nos ha permitido recuperar una vieja costumbre, leer en voz alta, y por eso hemos tardado un poco más en recorrer las páginas de esta nueva obra del italiano. Ha merecido la pena.
La conspiración perfecta, culpables, según corresponda en cada momento, Judíos, Jesuítas y Masones, Garibaldinos, Carbonarios, el Papado… en una serie que parece no tener fin.
Al igual que Borges, Eco teje una singular Ucronía (algo que nosotros mismos intentamos en The Pumpkin Pie, la Verdadera Historia), con esta narración que nos sitúa en el París de finales del siglo XIX.
"El viandante que esa mañana de marzo de 1897 hubiera cruzado, a sabiendas de lo que hacía, la place Maubert, o la Maub, como la llamaban los maleantes (antaño, en la Edad Media, centro de vida universitaria, cuando acogía la algarabía de estudiantes que frecuentaban la Facultad de las Artes en el Vicus Stramineus o rue du Fouarre y, más tarde, emplazamiento de la ejecución capital de apóstoles del librepensamiento como Étienne Dolet), se habría encontrado en uno de los pocos lugares de Paris exonerado de los derribos del barón Haussmann..."
Una novela que recorre la historia de la vieja Europa, en especial de Francia e Italia, a través de facetas tan dispares como el hipnotismo, la gastronomía, el magnetismo, el inicio del psicoanálisis, los ritos iniciáticos; los nacionalismos, los servicios secretos de Francia, Rusia, Alemania... los hechos de la Comuna de París, el Imperio y el modus vivendi de todos los estratos sociales, las pasiones y las bajezas de la condición humana.
Una historia que se nos antoja metáfora de nuestros tiempos donde cualquier rumor bien armado puede convertirse en certeza, y que juega con la pátina de verdad que el tiempo otorga a lo escrito, y con la falta de memoria colectiva de la sociedad.
El protagonista, o uno de ellos, falsificador de documentos (aunque según sus propias palabras, él crea documentos auténticos) a demanda, sirve de hilo conductor para hablar de Garibaldi o del Caso Dreyfus, y siempre acerca de la construcción y manipulación de la Opinión Pública, con fines políticos, económicos o aun más oscuros.
"-Ya hemos localizado al candidato ideal. Se trata de un tal capitán Dreyfus, alsaciano, obviamente, que está haciendo prácticas en la sección. Está casado con una mujer rica y se da aires de tombeur de femmes, de suerte que todos sus colegas lo soportan a duras pena, y ni aún siendo cristiano lo soportarían. Es una excelente víctima sacrificial. Una vez recibido el documento, se harán los controles y se reconocerá la caligrafía de Dreyfus. Le tocará luego a la gente como Drumont hacer estallar el escándalo público, denunciar el peligro judío y al mismo tiempo salvar el honor de las fuerzas armadas que han sabido localizarlo y neutralizarlo de forma tan magistral. ¿Claro?"
De estructura compleja, utiliza tres voces narrativas diferentes. Los protagonistas propiamente dichos, el capitán Simonini, piamontés de nacimiento, parisino de adopción, gourmet, misógino, y enfrentado al mundo.
El abate Dalla Piccola, sumido en una crisis de identidad y en ocasiones también de fe. La vida de ambos se entrecruza y complementa, igual que los recuerdos que los asedian. Lo inconexo del relato de los acontecimientos que proporcionan, provoca que el propio narrador se convierta en protagonista para hacer comprensible la historia.
Muy exigente con el lector, (como ya sucedía con El Péndulo de Foucault, o La isla del día de antes), mantiene el misterio y la trama se arma ante nuestros ojos. Desde el comienzo nos preguntábamos... ¿Dónde está Diana?
A la manera de los folletines, utiliza ilustraciones para presentarnos a sus personajes, o escenas especialmente relevantes de la narración, en un novela en la que nada es lo que parece.
El Cementerio Judío de Praga, evocado en el título, nos lleva a relacionar esta entrada con la que ya dedicamos a Svejk, el popular soldado, protagonista de la novela de Jaroslav Hasek, y que titulamos Svejk en Praga.
Así como tuvimos la oportunidad de observar el Pendulo de Foucault en nuestra visita al Panteón en París, resultaba inevitable en la lectura de esta novela volver una y otra vez a las imágenes del cementerio judío de Praga, el más antiguo que se conserva en el mundo y que data de la primera mitad del siglo XV.
Allí, mientras recorríamos sus caminos, entre lápidas removidas por quien sabe que fuerzas, entre las que destaca la del célebre rabino Löw, creador, según dice la leyenda, del Golem, aun parecían resonar los ecos de aquella noche, en la que, dice Simonini, todo ocurrió.... o tal vez no..., deberéis descubrirlo vosotros mismos.
Cuanto me hubiera gustado recorrer este cementerio!! Pero no tuvimos suerte. Estuvimos en Praga justo después de las inundaciones de 2002 y lamentablemente el lugar estaba muy afectado y por tanto cerrado...
ResponderEliminarPero sirve de excusa para regresar a esta fantástica ciudad!!
Purjinke cualquier excusa es buena para volver.
ResponderEliminarTambién nos tocaron inundaciones en nuestra primera visita. Cuando hemos vuelto en el 2010 sólo quedaban las obras del puente Carlos; Recorrimos a nuestras anchas espacios como el Clementinum o el Obecni dum, que estaban cerrados la vez anterior.
Siempre hay que dejar algo para la próxima ;-)
Libros para inspirar, libros para recordar, son buenos mapas ¿no?
Son los mejores... Yo desde luego no podría vivir sin libros. #leeryviajar
ResponderEliminarNosotras aprovechamos para ver la parte del castillo, y descubrir una pequeña taberna con una cerveza que estaba... mmmm!!!
¡¡Qué impresionante entrada, y qué maravillosas fotos!! Todo me ha gustado muchísimo. Leer junto a las voces de otros escritores, vuestros pensamientos...hilar con otros cementerios...
ResponderEliminarTengo muchas ganas de pasear por este lugar...
Gracias por una crónica tan estupénda.
Un abrazo grande!! Qué tengas un feliz día!!
Una entrada muy inspiradora, se puede vijar caminando y se puede viajar leyendo pero la mezcla de ambas es espectacular.
ResponderEliminarUn abrazo para los dos !!!
Genial esta entrada!!
ResponderEliminarDan ganas de ir y pasarse al menos un día y una noche entre esas lápidas que tanto sugieren.
Un abrazo.
Yo cuando salió la novela también hice un post con el mismo argumento. Realmente es un lugar impresionante.
ResponderEliminarSaludos viajeros, te dejo mi post
http://www.piniella2.blogspot.com/2010/12/paisajes-literarios-6-el-cementerio-de.html
Hola, precisas y concisas letras desnudan implacablemente la pureza agreste de este germinal blog,si te va la palabra encadenada, la poesía, te espero en el mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos de agua..
Está claro uno de los sitios que tengo que incluir en mi viaje a Praga. Y también una de las lecturas para prepararlo.
ResponderEliminarQué bonita entrada, y como me has hecho recordar mi viaje y sobre todo ese cementerio.
ResponderEliminarMe impresionó mucho a la vez que el paseo me resultó tranquilizador.
El libro no lo tenía en mis preferidos, pero me lo pensaré.
Como siempre un placer leeros.
Maribel mi nueva dirección del blog es www.loslibrosdeteresa.com
Un abrazo
Teresa
Una magnífica forma de animarnos a la lectura Maribel ya que cada vez leemos menos en papel ( y me incluyo) Leyendo tu entrada quiero ir a Praga y leerme ese libro!!!
ResponderEliminarUn abrazo a ambos
PennUna magnífica forma de animarnos a la lectura Maribel, ya que cada vez leemos menos en papel( y me incluyo. Este dichosa pantallita nos tiene idiotizados...) Leyendo tu entrada quiero ir a Praga y por supuesto leerme ese libro!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Genial entrada! Suena la mar de intersante el libro!! Tanto como esa visita al cementerio de Praga! Nunca habría imaginado que visitar un sitio resultara interesante ;-)
ResponderEliminarUn abrazo
Purkinje los libros son una parte esencial de El Guisante, y la iniciativa de Iván, leeryviajar, con Alisetter moderando, una de las que apoyamos por coincidir con nuestro espíritu.
ResponderEliminarAy la cerveza de Praga!!, cuántos locales con fabricación "propia" donde es más barata que el pan...jejeje
(creo que ahora he escrito bien Purkinje ,-)
Gracias Maria, celebro que tu disfrutes como yo lo hago acudiendo a tu blog a "tomar el té". Lo de que alguien escenifique los personajes para ti en voz alta es otra dimensión... Un abrazo ;-)
ResponderEliminarCarfot gracias; es verdad que la mezcla es fantástica, ahora imagino viajar leer y caminar a un tiempo y el tortazo está asegurado...jejeje. Leer alimenta nuestros sueños y reencontramos vivencias a a la vuelta con las palabras de otros que nos gustaría fueran nuestras.
ResponderEliminarUn abrazo ;-)
Thomas si que sugieren si, sobre todo si uno se fija el los papelitos que dejan entre los huecos....
ResponderEliminarun saludo ;-)
Paco Piniella, me alegro de saber que Eco también te inspiró, voy a ver esa entrada...un saludo ;-)
ResponderEliminardon vito andolina gracias, en especial por los besos de agua, aunque se lo dirás a todas, jejeje ;-)
ResponderEliminarLammermoor que tienes que ir a Praga, sí. En cuanto a esta lectura, ...el recorrido de la historia es mucho mayor, y lo cierto es que te sugerirá más irte de restaurantes por París, que aunque ha cambiado lo suyo aún nos ofrece esas delicias culinarias que tanto gustan al protagonista.
ResponderEliminarLo cierto es que Praga ha servido en varias ocasiones para recrear ese Paris de época...
Un abrazo ;-)
Teresa, recordar Praga siempre nos trae ecos especiales, y en cuanto al libro, no soy objetiva, con la voz de Roberto gana mucho, jejeje ;-)
ResponderEliminarFran que verdad lo de la pantallita, nos vuelve dispersos..., así que no es mala idea volver a la concentración de una historia de cuando en cuando,y leer para otro es interesante; tu eres un magnifico narrador, así que prueba!!
ResponderEliminarun abrazo ;-)
M.C., lo cierto es que el libro es un viaje al origen del antisemitismo; la visita al barrio judío de Praga es una de las imprescindibles. Aunque no podemos cambiar la historia, es bueno recordarla.
ResponderEliminarUn saludo ;-)
Conocemos Praga y el famoso cementerio, es más, Praga es nuestra ciudad Europea favorita, teniendo en casa una pintura del puente de Carlos.
ResponderEliminarGran post ;)
Un saludo
Vietnamitas en Madrid
Hola Maribel. Tomo nota del libro. No sería el primero de Eco que leo. Que suerte con la sfotos del cementaerio judío, otras veces es un circo de turistas apelotonados. Un saludo.
ResponderEliminarLa unión de cementerios y libros.Para nosotros es igual a vida, historia,aventura, muerte, conspiración, alegría, miserias,amor, imaginación y un largo etc.
ResponderEliminarEstos cementerios inspiran a escritores y lectores, y nos preguntamos si ocurrirá lo mismo con los actuales.
Cómo me encantó Praga hace años. Desde entonces he visitado muchas ciudades, pero ese cementerio es maravilloso, otra ciudad que me encanta por sus cementerios es Edimburgo, gracias por el post.
ResponderEliminarUn aporte interesante, no conocemos Edimburgo, así que apuntado queda, para la lista de lugares a visitar allí, Vuelos.
ResponderEliminarVietnamitas en Madrid, Praga es de esas ciudades que no se olvidan. Recuerdo la primera vez que cruzamos el Puente Carlos, acercándonos lentamente hacia Mala Strana, de noche, como si hubiera sido ayer.
ResponderEliminarUn saludo!!
Viajero, el libro está muy en la línea de las últimas novelas de Eco. Complicadas, con un lenguaje en ocasiones apabullante. Aun así, el esfuerzo merece la pena. En cuanto al cementerio, no hacía buen tiempo, es más llovía, imagino que sería por eso. La primera vez que estuvimos, hace mucho, tampoco había visitantes, no estaba tan de moda!
ResponderEliminarSaludos!!
¿Que se puede añadir, Tiramillas a este comentario?. Nosotros no lo expresaríamos mejor.
ResponderEliminarMuchas gracias, por la visita y vuestras palabras!
Un abrazo!!
Pufff me encanta la estampa ... me encanta el lugar ... lápidas con nombre ilegible ... maleza en las tumbas ... tumbas viejas ladeadas ...
ResponderEliminarHay un tipo en el canal "cuatro" de España que disfrutaría de ésta visita pero mucho .... sobretodo por la noche :)
Un saludo y gracias por compartir.
Alfonso - www.thewotme.com -
Ay, qué ganas de volver a Praga para recorrer sus maravillosas calles, cafés, cervecerías... ¡y el cementerio judío! Estuve de viaje de paso del ecuador y tengo las fotos en papel (viejuna que soy). Un besazo
ResponderEliminarGracias Alfonso, es un lugar realmente especial y que debe visitarse; cierto que actualmente resulta un tanto complicado verlo sin agobios turísticos, pero nosotros, que ya lo conocíamos, tuvimos mucha suerte en esta ocasión: prácticamente vacío!
ResponderEliminarSaludos!!
Marta, jajaja nosotros tenemos diapositivas de nuestra primera vez, y con una historia.... En fin, Praga es de esas ciudades que enamora a primera vista; nunca le dices adiós, siempre hasta luego.
ResponderEliminarUn abrazo!
A mí me habían dicho que el libro era raro y dificil así que no me ha dado por leerlo pero vuestra reseña si. Qué imágenes tan bizarras pero al mismo tiempo tan hermosas. Parecen formar parte de un caos y sin embargo...
ResponderEliminarSi Eva, Umberto Eco trabaja para un lector esforzado. Su especial interpretación de la "Novela Histórica" me gusta, abre un abanico de posibilidades y es capaz de engarzar muchas "piezas" de la historia como en un puzzle.
EliminarY tienes razón, todo caos tiene orden, sólo hay que alejarse....
;-)
Mira que tras leerme El péndulo de Foucault hace ya diez años dije que no volvería a dejar que Eco jugase con mi cerebro... pero, ¿a quién voy a engañar? ¡Gran reseña!
ResponderEliminarVictor (Vivir Europa)> Yo me enganché desde que leí su ensayo "Apocalípticos e Integrados". Sus obras, con la excepción de El nombre de la Rosa más "fácil" , resultan complejas, aunque yo tengo que decir que la Semiótica ( el es catedrático de esta materia) siempre me ha gustado
EliminarTe seguimos la pista!!
;-)
Preciso blog, muy cuidado, y preciosa entrada, Óscar: en el sentido etimológico del término "precioso". Te felicito por tu trabajo y te animo a seguir adelante con él. Por cierto, compartimos el interés por los cementerios, que deberían constituir parada obligatoria en todos los circuitos turísticos. Un abrazo. Juan.
ResponderEliminarBienvenido Juan Vicente Romero , es verdad que muchos cementerios son reclamo turístico en muchas capitales, aunque reconozco que no suelen ser nuestra primera opción. Este es un caso muy muy especial. Gracias. Interesante tu "doblete" ;-)
ResponderEliminar¿Para qué escribirte un comentario? Sabes lo que vale este "post". Entre solo por ver las fotos para inspiración pero me quedé caminando por tus letras. ¡Que corta es la vida y que mucho hay para conocer.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Rompecabezas y Matices. Como dices nos queda mucho por conocer, y hacerlo a través de viajes y lecturas nos apasiona. Un saludo ;-)
EliminarGracias por recordarme una de mis visitas cuando estuve en Praga. La presentación unto con las fotos me parece fascinante, con un "halo" misterioso, su vista es fascinante, parece increible que sea tan pequeño, y que cobije a miles d personas, en muchas capas. Lo que me parece terrible es el negocio montado en él, me parece que hacer negocio en este tipo de sitios es vergonzoso, si, cobrar por entrar y no es nada barato. En cambio, en otra zona de Praga hay otro, un poco más moderno, que puedes entrar, recorrer, disfrutar, por que hay verdaderas obras de arte "en forma de lapidas", y si las vas leyendo, encuentras a personas famosas muy conocidas, solo es cuestion de disfrutar de una mañana sin prisas.... pero lo que ocurre al viajero por Praga, es que siempre se viene con muy poco tiempo para visitarla. Yo tuve la oprtunidad de estar casi diez dias, y aún así seguro que se me escapo algo.
ResponderEliminarEl cementerio judio, ademas de masificado en las visitas, te pone los pelos de punta, y la pena es no poder recorrerlo con calma. Parece el IKEA de los cementerios, te llevan por un caminito, y casi empujandote la gente.. poder hacer fotos tan buenas como las vuestras es toda una suerte, por cierto son fantasticas. Y me han recordado un detalle que contaba una guia, no nuestra, jeje, de otro grupo que lo visitaba, pero como va la gente tan pegada, clavamos nuestros oidos a su visita... e una parte del recorrido, en una tumba cerca del caminito, se dejan mensajes escritos en un papel doblado... no recuerdo el sentido, pero si haberlo hecho... a ver si te acuerda y me lo comentas.
Bueno, una fantastica entrada, me recurdaste muchas cosas, y eso es importante, por que he soñado despierto, Gracias.
Carlos Javier Nuñez Vazquez, tal vez esta sea una de las ventajas de visitar más de una vez la preciosa Praga, callejear sin prisas, buscar el momento adecuado, y encontrar estos espacios sin gente.
EliminarEn cuanto a lo de los papeles entre los resquicios de las tumbas, sujetos por piedras obedecen a la antigua costumbre de dejar mensajes para los difuntos, hoy día copiadas por los turistas,ya que en este cementerio se venera al rebino Low, el creador de Golem...
No hay mejor recompensa para nosotros que tus palabras finales, gracias ;-)
Gracias por recordarme lo de los papelillos entre las piedras, jeje.. En otro de tus viajes, y si tienes tiempo, hay una visita que no realizan los turistas, solo los lugareños, y es un precioso parque a la salida de Praga (la verdad es que es toda una odisea ir, pero merece la pena), tras dejar los medios de transpote, luego hay que andar mucho y cruzar un precioso parque que nunca se termina, que esta cerca de lugares historicos de la guerra de los cien años... y dentro de ese parque hay un diminuto castillo medival en forma de estrella que merece la pena visitar, Precioso, Acogedor, Fantastico, Unico. Eso si hay que ir con tiempo y sin priss.
EliminarGracias a ti, Carlos Javier nuñez vazquez, tomamos buena nota, porque a Praga volveremos. Ya hemos repetido, y siempre queremos más. Y como la prisa es algo que no llevamos en la maleta... no habrá inconveniente en perdernos buscando ese castillo.
EliminarSaludos!