En el Sudeste Asiático, en la confluencia de los territorios de Birmania, Laos y Tailandia, las fronteras, a menudo, se vuelven confusas, difícilmente reconocibles, y aunque es una zona militarizada, resulta relativamente sencillo cruzar la línea, en todos los sentidos.
Es este un lugar de gran belleza natural, solo igualada por la enorme diversidad etnográfica, un auténtico tesoro con tribus como los Lahu, Karen, Hmong azules, Hmong blancos, Sgaw, Akha, Mien, Lisu o Lawa, entre otros. Aunque la mayoría de la población pertenece a las etnias Thai y Lao, el país, especialmente en el norte, reune un auténtico mosaico de culturas.
