¿Que tienen en común Atila, Federico Barbarroja, los venecianos Malatesta, Napoleón Bonaparte, Garibaldi, o el Papa Juan XXIII?.
Es posible que mucho más de lo que pudiéramos pensar, o tal vez nada, con la excepción de que todos dejaron su impronta en la pequeña ciudad lombarda de Bérgamo.
Atila asoló la antigua ciudad romana de Bergomun, allá por el siglo V. La ciudad se levantaba, como es habitual en los asentamientos romanos, sobre el mejor lugar de la comarca, en lo alto de una colina. Es la actual Bérgamo Alta, que eclipsa al resto de la ciudad, situada en la llanura. En 1407 es conquistada por los Malatesta, y pasa, de este modo, a formar parte de la Señoría. Los venecianos serán los que la fortifiquen con la muralla que rodea la ciudad.