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enero 14, 2024

Las Tumbas Saadíes en Marrakech. Visitando el Mausoleo de al-Mansur

Mausoleo de al-Mansur, Sala de las Doce Columnas - Marrakech, por El Guisante Verde Project

Las Tumbas Saadíes, con la famosa Cámara de las Doce Columnas (la tumba de Ahmad al-Mansur), como elemento más atractivo de esta necrópolis real, son el mejor ejemplo de la arquitectura marroquí del período Saadí. Se encuentran junto a la Mezquita de la Kasbah y, actualmente, son uno de los lugares más visitados de Marrakech, la ciudad roja.

Vamos a caminar por la Kasbah, uno de los barrios de la Medina, donde nos esperan muchos de los lugares más interesantes de la ciudad: la Mezquita, el Palacio Badi, el Palacio de la Bahía, Dar Si Said o los callejones del mellah, el antiguo barrio judío. También aquí se levanta el mausoleo de la dinastía Saadí, las Tumbas Saadíes, y, un poco más apartado, el café Clock, donde, si tenemos suerte, tomaremos contacto con la cultura bereber.

Café Clock, silla cuenta-cuentos bereber - Marrakech, por El Guisante Verde Project

La necrópolis de las Tumbas Saadíes es, en realidad, un jardín-cementerio amurallado en parte por el muro de la qibla (el que marca la dirección de la oración), de la Mezquita de la Kasbah. En su interior veremos dos construcciones principales rodeadas de jardines por donde se reparten tumbas decoradas con azulejos de colores. Aunque la mayor parte de lo que podemos contemplar en la actualidad pertenece al período Saadí, existen algunas lagunas, también en cuanto a los personajes enterrados entre sus muros. Las bellas decoraciones en madera y mármol, arabescos, azulejos, mocárabes y caligrafía son suficiente motivo para dedicarles una visita atenta y pausada.

Tumbas Saadies, decoración azulejo y caligrafía - Marrakech, por El Guisante Verde Project
Tumbas Saadies, decoración madera - Marrakech, por El Guisante Verde Project
Tumbas Saadies, decoración mocárabes - Marrakech, por El Guisante Verde Project
Tumbas Saadies, decoración estuco - Marrakech, por El Guisante Verde Project

Los orígenes del conjunto de tumbas no son bien conocidos. Hay que remontarse a finales del siglo XII, época almohade, aunque ninguna figura importante de esta dinastía se encuentra aquí enterrada. En el siglo XIV, sin embargo, la necrópolis sí acogió, aunque de forma temporal, a un ilustre personaje: el sultán Abu al-Hasan. El monarca falleció cerca de Marrakech y debido a la premura con que la tradición islámica obliga a realizar el entierro, su cuerpo se depositó en la ciudad hasta su traslado definitivo cerca de Rabat. Una lápida en la Cámara de los Tres Nichos, recuerda ese enterramiento.