Una vez mas, ya son Doce Años dando la Lata, celebramos el Aniversario de El Guisante Verde Project - Blog de Viajes.
En 1519 Elcano y Magallanes logran dar la Vuelta al Mundo por primera vez. 500 años después las rutas para poder cumplir ese reto se han multiplicado. Nuestra celebración es más modesta, cumplimos 12 años y no, no hemos dado la Vuelta al Mundo.
Coleccionar destinos no ha estado nunca en nuestros planes, nos declaramos repetidores y perseguidores, nos gusta seguir aprendiendo y descubriendo.
Hemos escrito una lista de los destinos pendientes que más tiempo llevan en nuestra agenda viajera y hemos preguntado a otros bloggers de viaje, compañeros y amigos, por qué tenemos que viajar a esos lugares que ellos ya conocen.
A la vista del resultado, nosotros ya estamos haciendo las maletas...
¿Por qué hay que ir a Japón?
Ya desde que Marco Polo nos hablara de Cipango, Japón ha estado en la mente de todos los que estamos infectados por el virus viajero. Su lejanía, la arquitectura de sus templos y santuarios, su gastronomía tradicional que además es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad... Y hoy en día no es diferente. Japón es un destino que, pese a lo que pueda parecer, es muy fácil para el viajero. Allí se desvivirán por ayudarnos aunque no hablemos el idioma. Y además allí disfrutaremos de su impresionante naturaleza, sus increíbles rascacielos y ciudades llenas de neones, la gastronomía tradicional y moderna, sus rutas de peregrinación o sus castillos llenos de historia y otros lugares donde los samuráis aún parecen morar, el omotenashi o la hospitalidad japonesa...
Muchos viajeros cuando visitan un destino lo tachan de su lista. Japón es diferente, sin embargo. Si hablamos con alguien que haya visitado este país, veremos que Japón engancha y no basta con visitarlo una única vez. Así que ojo, porque en el momento en el que pongáis el pie en Japón, os enamoraréis sin remedio.
India es un destino fascinante y muy intenso. India es sinónimo de gente, miradas intensas, colores, religiones, monumentos, sabores, olores y un paraíso para la fotografía. Es imposible que te deje indiferente. Tanto, que mucha gente dice eso de “o la amas, o la odias”. Una frase tan manida como real, pero no hay forma de comprobarlo si no vas. Estoy convencida de que debéis ir a India, y no una sola vez.
P.D. Felicidades por este gran aniversario, a seguir así! :)
Nepal: preguntamos a Patricia, de La Cosmopolilla.
Por qué visitar Nepal, el reino del Himalaya.
Tintineo de miles de campanillas al amanecer, susurrando plegarias y dando gracias a un nuevo día. Rituales que se repiten en cientos de templos y santuarios de arquitectura newar dedicados a Shiva y otras deidades hindúes. En las plazas, gigantescas pagodas blancas con los ojos de Buda pintados en azul se decoran con velitas cada luna llena. Urbes monumentales, centenarias, de palacios y mercados con olores a especias y ese caos divertido.
La magia de Nepal envuelve desde el primer momento gracias a la calidez de su gente, uno de los pueblos más acogedores con los que me he topado en Asia. Sin embargo, es al amparo de las cumbres, por los senderos de las montañas más altas del planeta cuando encuentras aquello que viniste a buscar: la paz interior, la armonía con el entorno, la belleza de un paisaje que te atrapa y ya se queda siempre contigo como una de las experiencias más intensas vividas, en una ruta como el trekking al Campo Base del Annapurna.
Cuando pienso en Perú me viene a la memoria la música andina, la suave entonación del quechua, las fiestas populares donde se honra al mismo tiempo a la Virgen y a la Pacha Mama. Perú es el sabor de la comida Nikkei de mi amigo y chef Hajime Kasuga, el olor de la bruma mañanera del océano Pacifico, y el aire frío y cristalino del altiplano. Perú son los lagos glaciares de las altas montañas cubiertas de nieve, el sabor de los mates de coca para combatir el mal de altura, el suave tacto de las piedras incas cuando pasas las manos sobre ellas.
Perú son las calles en cuesta de Cuzco, el color de los mercadillos, los paisajes inolvidables de Machu Picchu, el correr del rio Urubamba por el Valle Sagrado, el blanco de las Salinas de Maras y el vuelo del cóndor. Perú es la amabilidad y educación de su gente, y sus ganas de conversar. Perú es música, es paisajes andinos y rutas donde todavía se vive el sabor de la aventura. Perú es nuestra Historia compartida, es gastronomía de vanguardia, selvas amazónicas y desiertos a orillas del Pacifico. Perú es mucho Perú. Y por eso justifica no uno, sino muchos viajes.