Muy cerca del centro histórico de Amsterdam, a unos cinco minutos caminando hacia el SE de Centraal Station, el nuevo urbanismo intenta adaptarse a los viejos canales y a las barcazas históricas ancladas en el muelle. Openbare Bibliotheek Amsterdam designa al conjunto de librerías públicas en esta ciudad, y sus orígenes se remontan a 1919, cuando abrió la primera de ellas.
La mayor de todas es la Biblioteca Central. Durante treinta años estuvo en uno de los canales que más nos gusta, Prinsengracht, hasta que en 2007 volvió a trasladarse a su actual ubicación en Oosterdokskade, muy próximo al Museo de Ciencia y Tecnología, NEMO. Es un edificio de diez plantas, agradable y luminoso. Su hall de entrada con una galería de más de 30 metros de altura resulta impactante.
Dispone de un bar en la entreplanta y un moderno restaurante en la última, llamado “La Place”, donde se puede reponer fuerzas disfrutando además de unas magníficas vistas. La terraza se orienta al sur y en un día soleado nos deja un gran recuerdo de la ciudad. En enero, cuando estuvimos nosotros, con algunos canales congelados por el frío y la nieve cubriendo buena parte de aceras y tejados los atardeceres en los días azules resultaban mágicos desde esta altura.
La biblioteca se encuentra organizada por materias a lo largo de las diferente plantas, y podemos utilizar la gran cantidad de iMac para acceder a los servicios que nos ofrecen. De forma incomprensible, al menos para nosotros, han optado por ordenadores Windows para equipar los puestos, gratuitos y muy numerosos, de navegación en Internet.
Un aspecto a destacar es el ergonómico. Los puestos son muy numerosos, y cómodos. La ausencia de tabiquería interior y el hecho de que las estanterías que contienen los libros no sobrepasan el 1’50m de altura, componen un espacio diáfano, luminoso y muy apropiado para pasar largos períodos de tiempo sin que sintamos sensación de encierro.
La fachada se abre sobre la ciudad, a modo de muros transparentes; las vistas son simplemente espectaculares; los sofás y butacas situados junto a estas ventanas hacen que leer o utilizar nuestro portátil sea una labor realmente agradable.
En este sentido, el edificio cumple a la perfección con el diseño de su arquitecto Jo Coenen, que trataba de crear un auténtico paisaje con zonas diferenciadas, mediante la iluminación.
La biblioteca es muy dinámica en cuanto a las actividades que realizan, y la sección dedicada a los niños merece la pena verla por su estética rompedora. Se hace necesario acudir a la página web para estar al día.
Aquí los más pequeños encontraran la Mansión Ratón, Muizenhuis, hogar de las aventuras de los famosos ratones Sam y Juia. Una magnífica casa de muñecas para ratones realidad prácticamente en su totalidad a mano por Karina Schaapman.
Su horario es realmente amplio, de diez a diez todos los días de la semana, y como curiosidad hay que señalar que acoge dos emisoras de radio, OBA Live y Amsterdam FM, donde podemos observar el día a día de estos medios de comunicación.
Un lugar diferente, que no debe dejar de visitarse.
Muy buena recomendación, ya que me encantan los libros, por no hablar de esta bella ciudad. El otro día vi en un blog una ruta por los pueblos de alrededor y pensé en volver por allí, así que tu entrada me viene que ni pintada para conocer más.
ResponderEliminarNos alegra que te sirva Tawaki, merece la pena acercarse, tanto por el edificio como por las vistas sobre Amsterdam.
EliminarSaludos!
Esa biblioteca en invierno será la perdición, tiene todo para estar en ella el día completo, vosotros que sois devoradores de libros habréis estado encantados en una biblioteca así.
ResponderEliminarComo siempre bonitas fotos de la ciudad que agradecemos los que no conocemos Amsterdam. Un fuerte abrazo.
jejeje los tiramillas ¿tanto se nos nota?, disfrutamos de la visita como si se tratara de un museo, y en días de invierno como estos el lugar es perfecto, os gustaría seguro. Un abrazo ;-))
EliminarMmmm...desde luego que saben cómo poner los dientes largos...¿por qué aquí no se plantean cosas similares? Aunque acaban de abrir una biblioteca en la ciudad en la que residía, falta esa luz que tienen allí. Falta que los libros no den la sensación de almacenamiento. En fin...¿nos encontraremos con bibliotecas que ofrezcan ese espacio tan agradable?
ResponderEliminarPor lanzar una mano, aquí también se amplia horario nocturno en época de exámenes. Gracias por hacernos viajar a Ámsterdam a través de los libros que guarda. Desde luego, anoto el lugar por sí me pierdo de nuevo por entre sus calles...
Besos
Tal vez, María porque la cultura no es algo que interese de verdad, o al menos a aquellos que tienen la responsabilidad de que esa palabra sea algo más que un conjunto de letras y se convierta en la base sobre la que gire la sociedad, está bastante claro que no se trata de algo prioritario. Siempre hay guiños, detalles, intentos de reivindicación de la cultura por los que seguir adelante, porque de lo contrario ¿que somos?.
EliminarCuando vuelvas por Amsterdam, date una vuelta, te gustará.
Saludos!
Me encanta el diseño de esta biblioteca, no agobia y dan ganas de pasar los días de invierno allí, vaya vistas, qué maravilla. Me apunto su visita cuando vuelva por allí. Un saludito.
ResponderEliminarFue una suerte Caliope ya que nos la recomendaron, y desde luego, hay que pasar la voz, la visita merece la pena.
EliminarUn abrazo ;-))