El 27 de marzo de 1513, domingo de Resurreción, el explorador Ponce de León, gobernador de Puerto Rico, avista la Florida y deja constancia oficial de ello por primera vez para la historiografía europea. El 2 de abril desembarca en una playa con dunas y poco después tendrá uno de los primeros encuentros con indios de la zona, a los que, según leyendas posteriores, dice estar buscando la fuente de la juventud: al parecer, estos indios ya tenían noticias de los exploradores o algún contacto previo, e incluso sabían algunas palabras en español.
La ciudad colonial de Saint Augustin, situada al sur apenas a una hora de Jacksonville y en la costa de Florida conocida como Ponte Vedra, tiene el honor de ser la ciudad continental más antigua de Estados Unidos que se conserva y ha pervivido habitada.
Fundada en 1565 por Pedro Menéndez de Avilés, además de grupos indígenas solo se habían establecido hugonotes francesas, y pasaría medio siglo hasta que llegasen los padres fundadores de la nación americana contemporánea.
Plaza fortificada, desde la llegada británica al área los ataques se suceden continuamente durante los siglos XVI y XVII; primero por el pirata Francis Drake, y luego por las colonias establecidas en el sur de Virginia, de las cuales numerosos esclavos negros huían para refugiarse en territorio español, donde podían tener su propio dinero, mejores condiciones e incluso ser libertos. En 1763 pasa a ser británica por el Tratado de París, y es devuelta en 1783, hasta que en 1861 es tomada por fuerzas estatales estadounidenses durante la guerra civil, después de lo cual pasa a formar parte del estado de Florida.
Pasear por las calles de San Agustín, ubicada sobre una península rodeada de un par de islas arenosas conectadas por puentes, es como caminar por un pueblo castellano traspuesto en un ambiente de luz mediterránea y vegetación casi tropical.
El Colonial Quarter, un conjunto breve y apretado de calles con casitas bajas, muchas de ellas arracimadas en torno a patios interiores, dan pie, estómago y espíritu a numerosos restaurantes y bares que no acostumbran a cerrar pronto por la noche. Desde magníficos pubs irlandeses, a la cocina de estilo español (el Columbia, que trae el pan diariamente de su obrador en Tampa) o latino (Casa Maya).
Por supuesto, hay que probar la carne de caimán, incluso si a menudo viene presentada en forma de salchicha o de buñuelo rebozado, como lo ofrecen en el restaurante Santa María, con vistas estupendas en el puerto, frente a una reproducción de un barco pirata, quizás una carabela remozada a lo Francis Drake.
En el centro de la ciudad, la animación es constante, el turismo presente pero no agobiante, y todo el universo estadounidense se confunde por instantes en la relajación de los días soleados y húmedos de calma espiritual. El paseo del puerto nos deja caminar amablemente hacia los restos del Castillo de San Marcos, desde el que se ve la bahía y su actividad a tiro de cañón. Al fondo se vislumbran los barrios de hotelitos y la arena incipiente de las playas de Vilano Beach a un lado, y del parque estatal Anastasia al otro. Este último merece una visita al atardecer para disfrutar de su infinita extensión arenosa y su inmensa vista al océano Atlántico, desde esa otra orilla, apuntando en el horizonte a las costas europeas.
La plaza de la catedral, frente al puente de los leones que, con su estructura de piedras y sus leones esculpidos, nos ofrece una entrada al centro tan europea, se ve presidida por la escultura de Ponce de León, y bordeada por la catedral y otros edificios históricos. Pequeña y recatada, San Agustín se pasea con gusto y agrado, con la extrañeza y familiaridad que dan sus elementos mezclados del tiempo y las culturas que lo han habitado. No en vano algunos edificios muestran hasta cinco banderas diferentes, pertenecientes a etapas distintas de la historia de la ciudad.
Hay que destacar también el edificio del actual Flagler College, antiguo palacio del millonario Henry Flagler, que decidió construirlo tras asistir a una conmemoración en honor a Ponce de León en el siglo XIX. Merece la pena ver su magnífica cúpula y el artesonado interiores.
Lugar de reflexión personal, reencuentro histórico y recreo del alma, San Agustín es un espacio para perderse en La Florida, quizás más conocida por el frenetismo urbano de Miami, los parques temáticos de Orlando, y las llanuras aeronaúticas que usan los nuevos exploradores del cosmos en Cabo Cañaveral.
Aunque hay algunos vuelos que llegan directamente a la ciudad, lo habitual es hacerlo a través de Jacksonville (o por qué no, desde Daytona Beach desde el sur). De camino puede visitarse el Museo de la Fama del Golf. Jacksonville es una ciudad moderna cuyo paseo a orillas del inmenso río St John en días festivos depara un camino estupendo que tiene origen en el centro de la ciudad, con una zona de restaurantes con vistas y tenderetes variados a modo de mercadillo de artistas y asociaciones independientes, y que termina a unos kilómetros más abajo, en el mercado de fruta, verdura y artesanía de los sábados. Por supuesto, las playas de la ciudad permanecen abiertas para aquel que quiera zambullirse en aguas repletas de tiburones.
A solo 30 minutos hacia la costa, y recordando hacer una parada en el restaurante mirador Sandollar, a la vuelta, los parques estatales de Big and Little Talbot Island nos deparan accesibles y muy fotogénicos senderos donde uno puede evocar e imaginar fácilmente esa vegetación intrincada y selvática, de carácter tropical, y esas playas largas y arenosas, cercadas por dunas y el propio mar, que avistó por vez primera Ponce de León para sentirse un poco explorador en el término aventurero de la palabra y plantearse las dificultades, la desorientación y la extrañeza de aquellos descubridores cuando llegaron allí, tan lejanos a muchos de nuestros viajes en la actualidad.
Este post y sus imagenes, son una nueva colaboración de Álvaro y Monika. Esperamos que os guste.
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Estados Unidos, todas las entradas
Pues ésta era una zona que no me llamaba mucho la atención, pero la habéis descrito tan bien que ha llamado mi curiosidad...
ResponderEliminarUn estupendo post.
Saludos ;)
Nos alegra, Helena Botella, de momento nosotros también la tenemos en la lista de lugares a visitar, :)
EliminarSaludos!
Esta todo tan lindo. Estoy enamorada de San Agustíne
EliminarUn lugar bastante desconocido que habrá que tener en cuenta para futuras visitas, gracias por enseñárnoslo.
ResponderEliminarUn saludo !!!
Efectivamente, Carfot el Peregrino, también nosotros lo ponemos en la lista! :) Unos días de playa y relax no vienen mal..
EliminarAhora me dejas con la duda sobre el sabor de la carne de caimán. Yo comí yacaré (una especie de cocodrilo) y algún que otro lagarto, pero caimán nunca, y mucho menos en forma de salchichita :P
ResponderEliminarImagino que será parecido, Arol, aunque no podemos sacarte de dudas, jejeje.
EliminarUna ciudad encantadora y llena de historia!! Y que historia!! Me ha encantado descubrirla de vuestra mano ya que la ignoraba por completo.. Y ese caimán no dudaría en probarlo ( el cocodrilo en camboya me gustó bastante...). Abrazos
ResponderEliminarPara nosotros Fran también ha sido un descubrimiento, y si, ¡habría que probar el caimán!
EliminarAbrazos!
Estos yankis qué harían con una sola de las catedrales europeas, o un palacio asiático,... no tienen historia pero la poca que conservan al menos la conservan muy bien.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Tal vez Paco Piniella habría que imitarles un poco, que siempre parece que tiramos piedras a nuestro tejado.
EliminarSaludos!!
Durante muchos años tuve prejuicios sobre EE.UU. Pero hace ya unos años, que tengo ganas de conocer algunos rincones que ofrece. Para nada conocía San Agustín, salvo por las películas...
ResponderEliminarUnas fotos preciosas...espero algún día visitarlo.
Un beso grande!!
María, es algo frecuente, a muchos viajeros les condiciona su política exterior. Sin embargo, en cuanto te des una vuelta verás que es un país inmenso, con muchas cosas buenas, otras no tanto, como en todo el mundo, y desde luego merece la pena conocerlo.
EliminarUn abrazo!
Buenas chicos
ResponderEliminarque tal todo?? veo que lanzados y mostrandonos grandes entradas como siempre
queria comunicarte que hemos cambiado la pagina a www.volandovoyviajes.es. mucho mas moderna y funcional
espero pases a ver que te parece y te rogariamos cambies el enlace que tienes por el nuevo
gracias
abrazos
Muy buenas Bleid, gracias, enseguida cambiamos ese link!
EliminarUn abrazo!
Desde luego que sí sabían donde establecerse. San Agustín lo tiene todo. Un pedazo de historia española en los Estados Unidos. Saludos.
ResponderEliminarEfectivamente, El viajero impresionista, un lugar sacado de otra época y otro continente.
EliminarSaludos!
... tanta historia olvidada aquí en España ... es lo que me desespera de éste país que sólo mira su ombligo ... ...
ResponderEliminarSomos un país rico en historia pero somos unos cracks en olvidar.
Lo mejor de todo es que en USA no sólo no olvidan su origen en cada lugar sino que se sienten orgullosos de ellos ...
Les envídio y mucho!!
Un saludo.
El dedo en la llaga, Alfonso, (The world thru my eyes), es así.
EliminarSaludos!
Yo estoy ahora mismo aqui y es una ciudad preciosa.Merece la pena la visita.
ResponderEliminarQué suerte deviaje, veo en tu blog que hablas de la Costa Oeste, espero que pronto nos cuentes también tu experiencia en San Agustin, un saludo y si aún sigues por allí disfruta y cuéntalo ;-))
EliminarInteresante historia mi hijo de 9 años quedo encantado dice q sera nuestra proxima escapada saludos
ResponderEliminarNos alegra que os haya gustado, y ojalá podáis disfrutar pronto de un recorrido por allí, Melba
EliminarHola, estuve en la ciudad con mi familia y fué como transportarse a esa epoca. Mis hijos no solo se divirtieron sino que se culturizaron. La carcel mas antigua y el faro de la ciudad con sus fantasmas incluidos, la factoria de chocolate, el castillo con su cambio de guardia con soldados de la epoca y cañones, la fuente de la juventud y la destilería de vinos son lugares que todos deben visitar. Saludos desde Miami.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita, Gonzalo, la ciudad transmite muy buenas sensaciones y a juzgar por la cantidad de visitas que tiene esta entrada, recibe mucho turismo. A ver si algún dia podemos plantarnos allí, y comprobamos de primera mano lo que nos han contado aquí Álvaro y Mónika.
EliminarLlegaré este sábado 10 a conocer San Agustín espero conocer y pasear tengo mucha curiosidad llevo a mi sobrino que viene de Perú y nos vamos desde Miami espero volver contenta con el paseo.
ResponderEliminarEsperamos que el viaje fuera genial, Rosario De la Cruz y disfrutaran del recorrido. ¡Un saludo!
EliminarHola buscando recuerdos de un viaje con mi familia a San Agustín, encontré este blog y definitivamente la ciudad me fascinó, tiene un encanto único y si vale la pena llegar ahí... Saludos
ResponderEliminarNos alegra mucho que te gustara San Agustín, y que lo disfrutaras junto a tu familia. ¡Un saludo!
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