Así vivimos el Evento Nomaders Madrid

Aun no se ha cumplido un año desde que conocimos a Alfredo, de Nomaders, en un acto organizado por la Oficina de Turismo de Holanda, y nos comentó el proyecto, que ya era una realidad, en el que estaba trabajando, con un entusiasmo que nos enganchó desde el primer momento.

Más allá de las Redes Sociales, de la Web 2.0, la Nube...., y de su uso por parte de las empresas, nos llamó la atención la importancia que para el tenían las personas. El componente humano de las relaciones "virtuales", la necesidad de compartir conocimiento, de flexibilizar las estructuras, y creemos que ese factor humano es el que hace que desde Nomaders cuenten con nosotros, un modesto blog de viajes.

Este es nuestro segundo Evento Nomaders, y el video que Haritz ha creado resume perfectamente el espíritu de esta iniciativa.

Nos reencontramos con amigos surgidos en este mundo que algunos se empeñan en seguir llamando virtual. Ahí estuvieron, además de Alfredo, los Nomaders,Laura, Mario, Egoitz, y Javier; también Miguel (A Salto de Mata, Laura RS (Viaje al Atardecer y Javi Monsalupe.

Ampliamos horizontes con personas con las que tenemos mucho en común, y de modo especial, el deseo de compartir. Ideas, viajes, fotos, videos, literatura, conocimiento en definitiva, todo ello fue posible en ese espacio que es el Evento Nomaders.

Ellos son, David (Un Español en Japón), Antonio Cambronero, Mari Carmen (El Arriero Va), Jesús (Fotonazos, Haritz (Tokitan TV), Kailos (TremendoViaje, Diego (Viajar con Diego, Joan (enGeneral, Natalia, Bárbara (Bárbara Yuste). Y, por momentos, se nos unieron Elisa (Corazóndividido), y Charo.

Y, ahora, el recorrido.

Después de una azarosa llegada, nos registramos en el Hotel Only You Atocha, donde nos aguardaba una habitación con salón!, y, a la mañana siguiente, un gran desayuno. Todo un refugio para reponer fuerzas después de unas horas intensas, aunque fue poco el descanso que tuvimos estos días.

Nos reunimos en el Gift del Hotel Room Mate Oscar, en Chueca, donde nos atendió Yeyo Ballesteros, y al ritmo de buena música, en un acto insólito, cortesía de Flapy, nos presentamos los unos a los otros en una suerte de ruleta rusa... De allí nos fuimos al Truman Sound Club a bailar con la música de Sebas Muriel, aunque la semana pasaba factura.

¿Cuantas veces tendremos la oportunidad de visitar un gran museo antes de su apertura al público? El Museo Thyssen Bornemisza nos abrió sus puertas a las nueve.

Ya sabéis de nuestra pasión por el arte. Elisa, nuestra guía, contagia entusiasmo, simpatía, amor por su trabajo. Nos lleva de viaje a través de las obras que más le gustan, la selección es compleja y de vez en cuando se detiene ante alguna no prevista.... nosotros encantados, claro.

Le da tiempo de ofrecernos explicaciones sobre el artista, la técnica, el contexto,la historia detrás del cuadro, y con tal fuerza que nos deja con ganas de mucho más. Responde y enriquece todos nuestros comentarios, una visita que nos dejó sin aliento, y esto sólo era el comienzo.

Cuando el público comenzó a entrar a las salas nosotros abandonamos el museo, y nos dirigimos al encuentro de Arma Kleinepier de Mad Way, que nos llevó a recorrer algunos de los lugares más desconocidos de Madrid. El Jardín del Príncipe de Anglona, la Tabacalera de Lavapiés, el Mercado de San Miguel o las nuevas zonas verdes a orillas del Manzanares. Un buen paseo, la ciudad nos regaló su mejor azul.

Nuestro próximo destino es el estado Vicente Calderón, y en su restaurante nos sentamos alrededor de una mesa para compartir comida e impresiones sobre lo vivido hasta el momento. A continuación, nos adentramos en la Historia del football, gracias al recorrido por el Museo del Atlético de Madrid, que incluyó las instalaciones del estadio, con alguna que otra sorpresa integrada en la visita. Allí, sobre el cesped, y contemplando las gradas vacías nos sentimos una especie de gladiadores modernos esperando el comienzo del espectáculo.

Y espectáculo es lo que nos esperaba, salimos a toda prisa hacia el Teatro Haagen Dazs Calderón, para compartir con la compañía del musical 'Es Por Tí', los momentos previos a la función. Nos colamos, casi furtivamente, en los camerinos y allí vimos el ir y venir, los ajustes de última hora, también los nervios que, a pesar de la experiencia, asoman de vez en cuando. Ya sentados en el patio de butacas, los actores y el director musical nos introdujeron en los entresijos de la obra. Asistimos a la función, cantando y dejándonos llevar por un reparto joven que contagia su entusiasmo, al que intentamos corresponder levantando el patio con la canción final.

El día acababa, pero aun faltaba algo. La cita fue en la Mar del Alabardero, en el marco incomparable de la Plaza de Oriente. Fue una cena excelente, y en ello tuvo mucho que ver la cantidad y calidad de los platos que nos ofrecieron. Desde la crema de calabaza con langostinos, al arroz negro del final, un lujo.