La edad de oro del imperio otomano tiene dos protagonistas de excepción: Suleyman, para nosotros Solimán el Magnifico y el artista que dio forma a sus sueños de grandeza. Trabajando para el Sultán, Mimar Sinan, Minar significa arquitecto, sentó las bases de la mezquita otomana y "dibujó" el perfil de la ciudad, imposible de olvidar para todo el que mira hacia Estambul desde el Bósforo.
La obra prolífica del arquitecto nos lleva a pensar en la fuerza de un joven creador, y sin embargo, Sinan rozaba los 50 años cuando construye su primera mezquita. Nacido en el seno de una familia cristiana en Capadocia, fue reclutado con 14 años para formar parte de los jenízaros, el temido ejército otomano. Ingresó en el cuerpo de ingenieros que acompañaba a las tropas y la construcción derivada de los avances militares fue su escuela, fortalezas, puentes, caminos…
Fue nombrado arquitecto jefe de los arquitectos imperiales por el propio Solimán, y durante 50 años, ya que vivió hasta los 99, perfeccionó una y otra vez sus edificaciones ensayando en Hammans, caravasares, palacios, madrazas, y más de 80 grandes mezquitas.
En cualquier caso, su experiencia siguiendo a las tropas le permite conocer parte de Europa, así como muchos de sus estilos arquitectónicos, en las batallas de Belgrado, Mohacs, Rodas, Moldavia, y el arte oriental en Persia.
Es probable que sea precisamente esa mezcla de influencias la que hace que la obra de Sinan te asalte con un código y un lenguaje únicos. Cuando viajamos por primera vez por Turquía, la influencia de sus cánones para el arte otomano y la gran labor de divulgador de este artista se hace patente, en especial en las mezquitas imperiales.
Conviene detallar que "Camii" o Mezquita Imperial es en realidad solo una parte del conjunto religioso de edificios, el Külliye, que incluía escuelas (madrazas), comedores, alojamientos para los viajeros (caravasares), baños (hammans), y los mausoleos de los fundadores de la mezquita (türbe). El patio central o de acceso, con la fuente para las abluciones y el número de minaretes exteriores, que decidía el constructor, son los encargados de dotar de identidad a cada una de la mezquitas y para nosotros una buena manera de distinguirlas. La Mezquita Azul (cuyo arquitecto no es Sinán), cuenta con 6 altas torres que apuntan al cielo.
Aunque las bases de la arquitectura y las mezquitas imperiales iban dibujando el paisaje de los territorios conquistados en Bursa, Edirne… las continuas guerras en las que el Imperio Otomano está envuelto desde la toma de Constantinopla, no habian dejado mucho espacio para el desarrollo de oficios. Hay que pensar las campañas de Persia y Egipto permiten traer artesanos de Tabriz y El Cairo que van a influir de forma definitiva, a ese mestizaje de técnicas y estilos, junto con los arquitectos de origen cristiano, al reclutar hombres entre los prisioneros, en especial en la época de Süleyman. Es el quien da forma definitiva a la organización compuesta por arquitectos jefe, entre los que se encuentra el gran Sinan.
Al igual que en otras civilizaciones asiáticas, la arquitectura tiene en Estambul el objetivo de generar modelos del universo, de realzar el vinculo entre el Creador y su representante en el mundo, el Emperador. Y las obras de Sinan no pueden ser ajenas a esta tarea propagandística.
Se puede definir un itinerario solo para recorrer los edificios del arquitecto que quedan aun en la ciudad hoy día. La obra de Sinan sigue la estela de toda la familia del Sultán, no hay que olvidar que es habitual construir Külliyes también para la madre, esposa o hijos del Sultán.
Recorrer y admirar Sehzade, Rüstem Pasa y Suleymaniye en las inmediaciones del cuerno de oro, donde siguen en pie los Baños de Cemberlitas y Roxelana (el nombre con el que conocemos en occidente a Hürren, la esposa de Süleyman) cruzar a la orilla opuesta en Üsküdar y visitar Mihrimah Sultán, la mezquita dedicada a la princesa, hija de Solimán, un emplazamiento que hoy nos permite admirar hacia la bella Torre de Leandro o Torre de la Doncella en mitad de las aguas del Bósforo y un lugar privilegiado para ver atardecer.
Un recorrido de la evolución del arte del arquitecto jefe, que tendríamos que completar fuera de Estambul, en Selmiye Camii en Edirne, para el propio Sinan, su mejor obra.
Sehzade una de sus primeras obras, está dedicada al primogénito del gran Soliman, y no será, en palabras del arquitecto, más que un ensayo para Süleymaniye.
La mezquita de Sehzade, que significa príncipe imperial, tenía en inicio como destinatario al propio Solimán, aunque la muerte de su hijo precipita las cosas y será la futura Süleymaniye la que finalmente se dedique al emperador, facilitando a Sinan un tiempo para perfeccionar su estilo y su técnica constructiva.
Esta primera mezquita que para Sinan era una labor de aprendiz, nos parece hoy día un conjunto menos simétrico o inacabado, comparado con las futuras obras del arquitecto. A la vuelta de la campaña en Hungría y cuando Solimán había firmado su acuerdo con Carlos V, que le reafirma como único emperador, fallece el príncipe Mehmet y decide dedicar esta mezquita a su figura. En un intento de igualarse con la figura de Justiniano encarga a Sinan la construcción de un complejo más ambicioso, sería la futura Süleymaniye, que imitará la planta de Santa Sofia.
Aún así Sehzade es una fase de transición importante desde un estilo recargado, más orientalizante, influido por Persia, al estilo que Sinan va a imponer como estilo imperial y su sello para el futuro.
Es inevitable ver en Sehzade influjo de Santa Sofia y la arquitectura bizantina en las trompas, las exedras. Aunque Sinan hace que el peso vaya hacia los soportes externos, en lugar de esa unión entre cielo y tierra que buscan los bizantinos, con proyección hacia el suelo, al entrar en las mezquitas de Sinan tenemos sensación de amplitud, de espacio sin obstáculos, lo que refuerza la idea de unión entre los que se reúnen en su interior. Todo el sistema de cúpulas y semicupulas, así como la multitud de ventanas en las zonas rectas y curvas, ofrecen esa luz que nos sorprendió tanto en nuestra primera visita.
Resulta un reto para nosotros memorizar las diferencias y añadidos en las siguientes obras de Sinan y en sus discípulos. Para los occidentales es un choque importante encontrar estos sistemas de sustentación que tienen su reflejo en el exterior del edificio y que con sus formas redondeadas resultan tan sugerentes en comparación con los rígidos ángulos de nuestras iglesias.
Muchos piensan que Süleymaniye situada en lo alto de una colina del cuerno de oro es la mezquita mas bella de Estambul, más aún que la famosa mezquita Azul, obra esta de un discípulo de Sinan.
En Süleymaniye, tal y como había hecho en la Sehzade, Sinan no separa las naves laterales de la zona central, que forma un gran cuadradado. La simetría del conjunto es aquí muy visible, el patio, el cementerio con los mausoleos de Solimán y su esposa Hurrem, las madrasas, la tumba de Sinan, el Hamman, mantienen ahora el perfecto equilibrio de la mezquita imperial sello de Sinan.
Al traer las cuatro columnas centrales de diferentes lugares del imperio, Alejandría, Baalbek, Constantinopla, los crónistas que acudieron a su inauguración contaban que la mezquita se yergue sobre los hombros de los antiguos reyes. Lo cierto es que estas columnas apenas soportan el peso, Sinan consigue un sistema de sustentación más sencillo, un reto que mil años después de la construcción de Santa Sofia, exigía una propuesta no solo estética, puesto que Soliman quiere mostrar con Suleymaniye su cumplimiento de la ortodoxia, y la sobriedad de la decoración es muestra de ello.
Construida para el yerno del Sultán, Rüstem Pasa es una de esas joyas que pueden pasar desapercibidas si no estamos atentos en las inmediaciones del Bazar Egipcio. Como en una búsqueda del tesoro tendremos que encontrar la entrada a la mezquita, en parte oculta por las tiendas y locales que ocupan sus bajos, para acceder a las escaleras que nos llevan a su acceso.
De pequeñas dimensiones, es una mezquita que invita a la calma y al recogimiento, a pesar de encontrarse en una de las zonas más bulliciosas del Viejo Estambul. Además de su ubicación, sobre un enjambre de comercios, tiene como rasgo distintivo el recubrimiento de azulejería de sus muros interiores, revestimiento que se prolonga incluso al exterior. Cerámica vidriada, con motivos florales fundamentalmente, manufacturados en los talleres de cerámica de Iznik. Localidad que nos ha dejado algunos de las ejemplos de utilización artística de este material más bellos de la Historia. Esta fue, además, la única mezquita en la que Sinan cubrió la totalidad de las superficies, incluidos los pilares, con los delicados azulejos de Iznik. Sin duda uno de los muchos tesoros que guarda Estambul.
A Sinan se le ha llamado el Miguel Ángel de la Ciudad de la Sublime Puerta, en la que se conocía el trabajo del artista italiano ya que tanto él como Da Vinci habían sido invitados a la corte del Sultán para proponer soluciones al puente sobre el Cuerno de oro, unir ambas orillas era un sueño de la época de los sultanes que hoy se ha logrado con un ultramoderno metro que cruza el Bósforo, ¿qué pensarían Sinan y Miguel Angel de esta solución que de forma subterránea une Asia y Europa?
Fantástico, me encanta Istambul. Sobre todo la Torre de la Doncella o "Kiz Kulesi"... he comido en su restaurante y disfrute como un enano de ese paseo... ufff Thanks por recordar bellos momentos
ResponderEliminarGracias a ti, Carlos Javier Núñez Vazquez, poder traeros buenos recuerdos es a lo que aspiramos cuando escribimos. Estamos de acuerdo, Estambul es una ciudad especial, hay que visitarla.
EliminarSaludos!
Sinan es sin duda uno de los principales arquitectos de la historia (por no decir el mejor) y solo el hecho de que fuera otomano y no perteneciente a un pais cristiano le ha impedido que alcanzará un status que si hemos concedido a otros arquitectos cuyo volumen y calidad de obras es mucho menor.
ResponderEliminarDe hecho la gran olvidada de Estambul es la tumba de Sinan, el que fuera gran arquitecto se construyo un mausoleo mas que modesto en una esquina de una calle de menor importancia fuera del conjunto de Suleimaniye, fuera de todas las miradas, es dificil de encontrar aun yendo a proposito a buscarla, nadie apenas la visita y menos los turistas que si admiran sus obras. Es hasta dificil que un turco te diga donde esta. Modestia y calidad hasta en su muerte
Muy de acuerdo contigo Michisolino, en las escuelas y facultades siempre se da, al menos en nuestras latitudes, una visión "eurocéntrica" de la Historia, creyéndonos el ombligo del Mundo y los creadores de todo... aunque esa sensación creo que tiene los días contados. Es verdad que la tumba de Sinán hay que buscarla, con interés. Esperamos, al menos, haber contribuido un poco a difundir su legado.
EliminarSaludos!
Estambul es una ciudad para nosotros maravillosa ¡Tiene tanto que admirar! Un abrazo grande.
ResponderEliminarVerdad los Tiramillas eso quiere decir que nos queda mucho por contar, la pequeña Aya Sofia... por ejemplo. Para vosotros Istambul tiene un significado especial, abrazos ;-)))
EliminarMe encanta Estambul pero necesito más de Turquía, el post estupendo.
ResponderEliminarSaludos viajeros,
LoBo BoBo
Paco Piniella, recorrimos Turquía hace mucho tiempo. Nuestro regreso, únicamente ha sido a Estambul, y la verdad, con muchas ganas de repetir, y ampliar, aquel viaje por tierras turcas. Un país con una riqueza cultural magnífica. Saludos!
EliminarSólo he estado un fin de semana en Estambul y fue por trabajo, así que únicamente pude dedicar la mañana del sábado para ver un par de mezquitas. Desde entonces lo tengo pendiente. Una entrada estupenda para animar a cualquiera (incluso para los que no necesitamos que nos empujen mucho…) a verla.
ResponderEliminarJajaja, Tawaki, eres de los nuestros... :) Es verdad que no necesitamos que nos animen mucho para salir corriendo... Estambul, y Turquía en general, te lo recomendamos de corazón. Estambul, pese a lo cerca que está tiene todos los ingredientes para trasladarte a otro mundo y a otra época...
EliminarMe encantó su post, como una turca le agradezco su contribución.. un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias a ti Kubrita, es muy agradable recibir comentarios de alguien que vive en un país tan bello, y que está entre nuestros favoritos.
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