Slider

Harino Panadera en Bilbao. Metidos en Harina El antiguo edificio de Harino Panadera es un recuerdo vivo de la historia de Bilbao. Cuando Juan José Irala entra en el negocio de la ...

abril 11, 2013

Harino Panadera en Bilbao. Metidos en Harina

Molino laminador SECK

El antiguo edificio de Harino Panadera es un recuerdo vivo de la historia de Bilbao. Cuando Juan José Irala entra en el negocio de la panadería, recién cumplidos los 16 años, al servicio de los Alonso-Fuldain, tíos suyos, pocos podían imaginar que llegaría a ser uno de los empresarios más influyentes y recordados de su tiempo.

En menos de una década se independizó comprando la panadería del señor Hoyos. A partir de ese momento, el negocio no dejó de prosperar y pronto se hizo patente la necesidad de ampliar horizontes.

Multitubulares para la clasificación del grano en Harino Panadera

El proyecto inició su camino con el descubrimiento de un solar próximo a Vista Alegre, que tenía una excelente posición respecto al ferrocarril de mercancías –lo que hizo posible que Irala se empeñara y consiguiera que un ramal llegara directamente a la futura fábrica–, donde edificar una fábrica panadera y de harinas que realizara un trabajo, hasta aquel momento artesanal y diseminado, de forma industrial y moderna.

Mediante la fusión de diversos negocios, nació La Compañía de Molinería y Panificación Harino Panadera. El edificio se construyó en 1902, en hormigón armado, toda una innovación para la época y tras años de abandono ha sido recuperado por el Ayuntamiento de Bilbao, como sede de las dependencias de Salud y Consumo.  Se le ha añadido un nuevo edificio que envuelve y respeta el anterior. Ambos lucen en color blanco tal vez como recuerdo a lo que un día se elaboró entre sus muros.

Maquinaria para el aspirado Harino Panadera

El edificio está íntimamente unido al barrio que lo acoge, Irala o Iralabarri, en recuerdo del empresario que también edificó las casas, de estilo inglés, para los trabajadores de la fábrica y que hoy son seña de identidad del distrito.

La antigua fábrica ha sido restaurada hasta en los mínimos detalles, incluyendo su cubierta inundada, típica de los edificios industriales de la época, o las piezas cerámicas coloreadas de las fachadas.

Su interior, tras una compleja y costosa restauración, asombra por su luminosidad, la escalera decorativa de hierro fundido, y por la sensación de estar reviviendo un momento importante ocurrido hace algo más de un siglo atrás. Gran parte de la maquinaria original, pintada en vivos colores, tiene el aspecto de estar esperando la inauguración oficial para comenzar a funcionar tal y como lo hizo en otros tiempos.

Planchsiters EMSA en Harino Panadera

A lo largo de las distintas plantas podemos recorrer el proceso completo de la transformación de las harinas: recepción, almacenaje y prelimpia, limpia y acondicionado del trigo. Molienda. Almacenamiento de la harina, los subproductos, el envasado y la expedición.



El edificio, pese a la restauración, no ha sido dotado de paneles explicativos,  y aun no se contempla organizar visitas guiadas de modo regular, si bien pudo visitarse por tiempo limitado, gracias al programa Bilbao Izan. Esperamos que disfrutéis de este post, "for your eyes only".

Editando, 8 11 2013, la visita a este edificio se ha incluído en las Jornadas de Patrimonio 2013 como nos cuenta Libe en su post: Harino Panadera Bilbao, Jornadas de Patrimonio Intervenido

28 comentarios :

  1. Interesante historia.
    Harino Panadera ha estado en mi vida desde pequeña.
    Debajo de mi casa, al lado del portal había una panadería de Harino Panadera donde comprábamos el pan, también me acuerdo de la panadería en la que quedábamos antes de ir al cole y donde comprábamos un bollo de azúcar para el recreo.
    Qué recuerdos!
    No conozco el edificio, así que Roberto a intentar organizar una visita...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que todos, MertxeGL hemos conocido la panadera; al menos las panaderías, porque la historia de la fábrica y el edificio no hasta hace un tiempo. El bollo de azúcar... todavía me acuerdo del olor, jejeje.
      Saludos!

      Eliminar
  2. Muy buenas. :)

    La verdad es que la historia de estas industrias tan cercanas (especialmente cuando se trata de las alimentarias, del obrador del pueblo, de la fábrica de dulces tradicional de la ciudad, del chocolate que bebíamos cuando niños...) es realmente apasionante. Incluso para quienes no hayan conocido la misma, el "sabor a antaño@ de esas maquinarias y edificios los vuelve universales.

    Me ha encantado la entrada y, aunque me quede un poco lejos, ha avivado en mí el deseo de conocer Harino Panadera. :)

    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muy buenas sean, Homo Libris! Es verdad que esos recuerdos están ahí grabados, aunque las generaciones más jóvenes lo tienen cada vez más difícil porque quedan cada vez menos lugares donde ver, oler y sentir.
      Un abrazo!

      Eliminar
  3. ¡Que bonito lo han dejado! solo le falta el olor a pan,¿o lo tiene también?:) Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, Tiramillas, el olor a pan... no se, no se. Lo que si es cierto es que la restauración ha sido laboriosa y el resultado muy bueno. Una pena que no pueda visitarse.
      Abrazotes!

      Eliminar
  4. La verdad es que está restaurado hasta el más mínimo detalle porque parece nuevo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Arol, mucho esfuerzo y trabajo porque el edificio estaba en estado de ruina. El resultado, es para estar orgulloso.
      Saludos!

      Eliminar
  5. Me ha gustado mucho la historia de como un hombre que entra en el negocio con 16 años acaba triunfando.

    Bonitas fotos, restaurado hasta el mínimo detalle.

    Jesús y vero
    Vero4travel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejeje, Vero4travel, esas cosas también pasaban aquí, no solo en EEUU; eso, si, ellos lo vendieron mejor.
      Saludos!

      Eliminar
  6. Me encanta cómo sabéis cuidar vuestro patrimonio en Euskadi y cómo presumís de ello. ¡A ver si aprenden los demás! Un abrazo, pareja :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre no es así, Marta, fíjate el caso de Chillida Leku, sin ir más lejos... En cualquier caso, es verdad que recuperar la memoria, el pasado (y el nuestro es industrial), es riqueza, intangible tal vez, pero riqueza al fin y cabo.
      Un abrazo!

      Eliminar
  7. Si que le han pegado una buena restauración. Está como nuevo...
    Pero entonces, ¿ya no se puede visitar?
    ¡Un saludo chicos! ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, Helena Botella, se abrió para visitas guiadas como parte de una acción concreta, y terminado el programa, se terminaron las visitas. Veremos como evoluciona. Muchísima gente se quedó con las ganas.
      Saludos!

      Eliminar
  8. Buena idea esto de salvaguardar donde se hacía el "bendito pan". me ha encantado y me parece tan bonitas todas esas maquinarias que su finalidad era hacer un rico pan.
    Yo me hago el pan casero casi todas las semanas y no sabes que emoción da eso de hornear pan, así que enhorabuena a los que puedan ver esas joyas.
    Un abrazo
    Teresa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teresa, tienes toda la razón. Alguna vez también hemos horneado pan, y ¡que bueno sabe! También nosotros aplaudimos la restauración, y que se de uso al edificio.
      Un abrazo!

      Eliminar
  9. Creo que los pueblos cultos son aquellos que cuidan de su arqueología industrial, enhorabuena por esa restauración y conservación.

    Saludos viajeros
    El LoBo BoBo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo absolutamente, Paco Piniella, demasiado a menudo olvidamos el pasado, y el resultado es el mundo que hoy tenemos.
      Saludos!

      Eliminar
  10. Desde luego está precioso! Igualito que ahora que el pan que comemos es de malísima calidad. Una pena que un alimento tan importante sea de producción "low cost". Un abrazo pareja!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que cierto es Fran, alimentos básicos, pan y leche son le low cost para los productores... y luego hay alimentar a una maraña de intermediarios, con lo que nuestra comida degenera y el coste es cada vez mayor. En fin.
      Un abrazo!

      Eliminar
  11. Muy buena idea la de publicar este artículo en vuestro blog!.
    Un saludo.
    Sería buena idea organizar nuevas visitas al edificio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Reanudar las visitas, Amaia Garzón es algo que depende del Ayuntamiento de Bilbao, seguro que tendrían éxito, aunque por el momento al menos, no parece una opción.

      Saludos!

      Eliminar
  12. Que bonita esta entrada... es genial haber recuperado esta parte de la historia. Es una idea fantástica. Yo adoro el pan tradicional y por supuesto me siento fascinada por estas gentes que tienen tan claro a que dedicarse y que lo hacen tan convencidos y con el corazón que prosperan de un modo increíble.
    Lo dicho una historia para no olvidar.
    Un saludo,

    Trini
    http://yoadoroviajar.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Trini, un auténtico emprendedor, y un visionario. Creo que se merecía que este icono de la industria se recuperase.
      Saludos!

      Eliminar
  13. Una entrada e historia realmente bonita, muy bien redactada y con unas fotos estupendas, cuidando hasta el último detalle. No me hubiese importando acercarme hasta allí en mi viaje vasco.

    Cuidaros mucho y un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, gracias Antonio Ruiz, a ver si la próxima hay suerte y se ha reabierto. Sería un placer acompañarte.
      Saludos!

      Eliminar
  14. Sí que era luminoso, llama la atención.

    Ah, qué tiempos aquellos en que se construían viviendas para los trabajadores.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, Loquemeahorro, eran otros tiempos, no se si mejores, diferentes.
      Abrazo!

      Eliminar

Déjanos un comentario, es gratis y sienta genial