¡Esto si que es Halloween! Cientos de calabazas tiñen los campos de color naranja, las casas con sus porches decorados, las telarañas que impiden a la entrada a las casas, pueblos que compiten en impactar al visitante y, de pronto, en mitad de la nada, junto a la carretera, muñecos de trapo vestidos para la ocasión...
Recorriendo los estados de Vermont y Nueva York, teníamos que pararnos una y otra vez, asombrados, a observar las infinitas variantes de la imaginación popular para celebrar Halloween, alejadas de la máquina comercial vendida en los grandes almacenes.