Son muchas las ocasiones en las que, por diversos motivos, viajamos a Madrid, y lo cierto es que siempre nos topamos con algún descubrimiento interesante. Le toca el turno al Museo Lázaro Galdiano, que visitamos hace algún tiempo, y no nos extraña que proclamen que se trata de un museo para el coleccionismo. Al igual que en la Colección Frick de Nueva York, la reunión de este increíble conjunto de piezas artísticas es fruto de un empeño personal.En este caso, de la frenética actividad de coleccionista que el navarro José Lázaro Galdiano realiza durante buena parte de su vida.
Nacido en 1862 en una familia acomodada, concilió sus conocimientos del mundo financiero con su gran pasión por el arte y los libros. Acuñó una fortuna, que le llevó a ser el hombre más rico de España, algo que solo se hizo público tras su muerte, aunque tal vez el reconocimiento que el buscaba era pertenecer a la élite artística.