En la entrada a uno de los entornos más espectaculares de los Pirineos, el Cañón de Añisclo, encontramos este otoño una ruta sencilla, que nos lleva hasta la Ermita de San Úrbez y el Molino de Aso. Un camino de entre dos o tres kilómetros de recorrido, en función del cartel indicador que decidáis creer, sin apenas desnivel, en el que apreciaremos la fuerza imparable de agua; no en vano también se la conoce como Ruta del Agua, elemento creador de los paisajes que ya asombraron al escritor parisino Lucien Briet, hasta el punto que sus trabajos dejaron clara la necesidad de crear un parque nacional para protegerlos.
Difícil de conseguir, el libro "Bellezas del Alto Aragón" sigue siendo, más de cien años después de su primera edición, una referencia para los viajeros, montañeros y amantes de la naturaleza, además de un testimonio gráfico vital para observar los cambios que, generalmente de la mano del hombre, se han producido en este espacio natural.
Difícil de conseguir, el libro "Bellezas del Alto Aragón" sigue siendo, más de cien años después de su primera edición, una referencia para los viajeros, montañeros y amantes de la naturaleza, además de un testimonio gráfico vital para observar los cambios que, generalmente de la mano del hombre, se han producido en este espacio natural.