Viajamos al corazón de Holanda, la ciudad de Utrecht, una ciudad recorrida por canales, donde la bicicleta es la protagonista. Seguiremos el llamado hilo de oro, que es como conocen los holandeses al rio Vecht porque en sus orillas se levantan fortalezas, castillos, como el Kasteel De Haar, mansiones y puentes de postal. Todo ello en un tramo de unos 30 km, tan verde, que nos hace olvidar que muy próxima discurre una moderna autovía de seis carriles.
La importancia de la bicicleta se hace visible nada más llegar a la Estación Central de Utrecht donde nos encontramos un gigantesco parking para bicis. Es toda una hazaña que cada propietario pueda identificar la suya entre varios niveles de bicis encadenadas. Nos hace sentir extraños recorrer sus calles caminando y desde luego hay que ir atentos, sus habitantes están tan acostumbrados a sus caballos de hierro que nos parecen centauros modernos.