Slider

Parque Nacional Badlands, el Muro de Dakota de Sur Chicago fue la única gran ciudad que incluimos en nuestro último viaje. Al alejarnos de ella por la I90 , una de las grandes carreteras...

enero 17, 2016

Parque Nacional Badlands, el Muro de Dakota de Sur


Chicago fue la única gran ciudad que incluimos en nuestro último viaje. Al alejarnos de ella por la I90, una de las grandes carreteras de Estados Unidos, no pudimos evitar sentirnos en cierto modo como pioneros, camino del desconocido y salvaje oeste. Una sensación que aumenta al cruzar sobre las, aquí tranquilas, aguas del río Mississippi. Atravesar las grandes praderas, un mar verde, casi infinito, en movimiento continuo, agitado por el viento, otorga a la palabra libertad todo su sentido.  Una nueva parada dentro de esta ruta de 5000 kilómetros a través de 11 estados que comenzamos bajo los raíles del tren elevado más famoso del mundo, es el Parque Nacional Badlands, en Dakota del Sur.



Otro de los ríos míticos de Estados Unidos, el Missouri, nos da la bienvenida a la pequeña ciudad de Chamberlain, donde nos sumergiremos por unas horas en la cultura de una de las tribus de nativos americanos que aun hoy habitan la región, los lakota, visitando, como ya os contamos, el Akta Lakota Museum.


Todo el terreno alrededor de Badlands está repleto de referencias a la época de la expansión de los habitantes del este del pais hacia el oeste y de la defensa que los nativos americanos hicieron de las tierras de sus antepasados, como el rio Cheyenne o las Black Hills donde la expedición de Custer encontró oro provocando que Estados Unidos incumpliera el segundo tratado de Fuerte Laramie de 1868 (el primero, de 1851 terminó con la llamada Guerra de Nube Roja), y con ello se declarase la guerra contra las tribus allí asentadas. La batalla de Little Big Horn en la que los sioux dirigidos por Tasunka Witko (Caballo Loco), entraron en la historia. Las grandes praderas, la fiebre del oro...


Al adentrarnos en Badlands somos capaces de comprender por qué el arquitecto Frank Lloyd Wright expresó su asombro diciendo que no estaba en absoluto preparado para encontrarse con esa revelación llamada los Badlands de Dakota, un sobrenatural mundo sin fin, un territorio declarado Parque Nacional por acta del Congreso en 1978, que ya fue bautizado por los lakota como mako sica, malas tierras.


Badlands es inmenso, casi 10.000 hectáreas de extensión. Se divide en dos sectores principales: la North Unit, el Muro, y al sur, la pequeña Palmer Creek Unit y la Stronghold Unit, La Fortaleza, lugar sagrado para los Oglala - Lakota que en 1890, pocas semanas antes de que más de 150 Lakota fueron masacrados en Wounded Knee, celebraron aquí la última danza de los espíritus. Necesitaríamos tal vez un par de semanas para recorrer todos sus rincones, un tiempo del que, al menos en esta ocasión, no disponemos. Sin embargo, como suele ocurrir en los grandes parques nacionales de Estados Unidos, existen opciones para llevarnos una impresión magnífica de este territorio que forma parte, a su vez, de la Buffalo Gap National Grassland, una de las 20 áreas de grandes praderas y pastizales del país.


Dejamos la I90 en la salida 131 a la altura de Cactus Flat en dirección sur hacia Ben Reifel Visitor Center donde nos entregarán toda la información necesaria para realizar la visita. Existen ocho senderos señalizados, el de mayor longitud es el Castle Trail, con 16 km de recorrido. Otros temáticos, como el Fossil Exhibit Trail. Nosotros optamos, a última hora de la tarde tras la tormenta que nos dejó el increíble arco iris que habeís visto en el video, por realizar el Noch Trail, famoso por la escalera de madera que da acceso al nivel superior del sendero. Si decidís pasar varios días en el parque, éste puede recorrerse con un mapa topográfico y una brújula, con las precauciones necesarias en un lugar de climatología extrema y cambiante como Badlands.


La principal e imprescindible carretera que recorre el sector norte del parque nacional es la Badlands Loop Road. La inmensidad del paisaje, las montañas divididas por estratos de colores intensos que cambian con la luz nos hacen detenernos a cada momento para asomarnos a los numerosos overlooks marcados. También nos detenemos en medio del asfalto maravillados ante un horizonte que se eleva frente a nosotros en forma de pináculos, agujas, mesas, cumbres erosionadas de formas caprichosas, una barrera natural que parece inexpugnable y nos recuerda una ciudad con sus rascacielos en ruinas,  una visión apocalíptica y, a un tiempo, llena de belleza.


El agua ha sido el escultor principal de este dramático escenario y trabaja sin descanso desde hace medio millón de años erosionando las blandas rocas que conforman el parque. Asomados a algunos de los acantilados y barrancos que encontramos en nuestro recorrido o sentados en alguno de los picos que se elevan sobre el pasiaje tenemos una sensación de absoluta soledad. Sin vegetación, flores, agua, animales o insectos a la vista, con el único sonido del viento a nuestro alrededor bien podríamos pensar que estamos en otro Planeta. No en vano, Badlands contiene los yacimientos de fósiles del Oligoceno más ricos del mundo. 


Sin embargo, nada más lejos de la realidad. En otros lugares de Badlands, la vida es intensa. Su pradera contiene 60 especies de hierba y cientos de especies de flores, creando así un ecosistema complejo con 39 especies de mamíferos, más de 200 de aves, o 69 de mariposas por ejemplo. Algunos de los animales más representativos y que podremos ver con cierta facilidad son el bisonte, el carnero de las Rocosas, el tejón, el antílope americano, el puercoespín y el perrito de las praderas. Mucho más escurridizos, el lince, el zorro y el hurón de pies negros que se encuentra en gravísimo peligro de extinción, por citar algunos.


Continuamos nuestro camino por la Badlands Loop Road que muy cerca de Pinnacles Entrance se transforma en una pista de tierra llamada Sage Creek Rim Road y por la que continuamos parándonos cada dos por tres, hasta llegar a la Roberts Prairie Dog Town, donde vimos la mayor parte de los animales que os hemos mencionado, además de innumerables perritos de las praderas. Nuestro recorrido continúa hasta econtrarnos con la carretera 44 que nos llevará atravesando la Buffalo Gap National Grassland de vuelta a nuestro punto de inicio. Una visión totalmente diferente del parque, con una pradera inmensa regada por el White River, contraste absoluto con el norte, con ese Muro que se levanta a lo lejos.




Viajes a Estados Unidos. Entradas Relacionadas


Estados Unidos, todas las entradas

12 comentarios :

  1. Estupendo post y bonitas fotos. Verdaderamente los paisajes de Estados Unidos son únicos y espectaculares, para muestra esta entrada con ese desierto pintado. Increíble. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También vosotros, Los Tiramillas, tenéis mucha experiencia con los paisajes de Estados Unidos, ;) aunque, claro, es tan inmenso que siempre podemos encontrar lugares nuevos e increíbles, como este por tierras de Dakota del Sur.
      ¡Abrazos!

      Eliminar
  2. Qué ganas de volver a USA a seguir descubriendo sus maravillosos parques. Confieso que este del que nos habláis no lo conocía y me he quedado estupefacta, qué maravilla!! ya tengo otro sitio que visitar sí o sí…la lista no para de crecer y de los USA hay muchos sitios, estoy enamorada de sus parques, de sus paisajes y de sus ciudades, vamos, del país entero. Gracias por compartir esas preciosas fotos y hacerme tener otro antojo viajero. Un saludito y felicidades :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Que bien Caliope!, veo que no solo a nosotros nos pasa lo de enamorarnos de estos paisajes y querer repetir. Es verdad que a veces la lista abruma, y hay que seleccionar, claro. La verdad es que cuanto más revisamos el material, somos más conscientes de que este viaje han sido en realidad muchos viajes, así que seguiremos contando para aquellos que creen que el pais de los gigantes de Gulliver debía de estar por allí, jejeje. Graaacias ;-))

      Eliminar
  3. Fascinantes los paisajes, las fotografías, los colores, el relato... no sé qué tiene estos lugares pero me atraen de modo muy especial. Gracias por compartirlo.

    ¡Un abrazo!

    Víctor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un lugar mágico Victor Manuel Pizarro, estamos seguros de que disfrutarías de este paisaje como pocos, porque es excepcional. Si hemos logrado trasmitir un poco de la fascinación que nos provocó, podemos darnos por satisfechos.
      ¡Un abrazo, amigo!

      Eliminar
  4. Immmmmmm presionante !!!
    Fotos espectaculares.
    Saludos viajeros
    El LoBo BoBo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El lugar aún lo es más, Paco Piniella, espacios como este lo ponen fácil
      Saludos viajeros ;-))

      Eliminar
  5. Adoro las carreteras que parecen no tener fin, los paisajes infinitos y la fauna tan diversa. Este es un viaje que tengo pensado para cuando me jubile, ya que no creo que lo pueda hacer antes, recorrer unos cuantos estados, perderme en los parques y disfrutar de tanta belleza sin estar atado a un ordenador o una blackberry.

    Mientras, habré de conformarme con asistir a vuestros viajes, lo cual es siempre un placer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un viaje, Tawaki que puede durar semanas o meses... Paisajes icreíbles, y sobre todo, una sensación de libertad que convierte el viaje en una aventura. Sea cuando sea, que lo hagas, y lo disfrutes.
      ¡Saludos!

      Eliminar
  6. Woww!! la Badlands Loop Road tiene una pinta espectacular ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego Lugares de libro, lo que cuesta es avanzar sin pararse una y otra vez a hacer fotos...jejeje, saludos ;-)

      Eliminar

Déjanos un comentario, es gratis y sienta genial