"La noche envuelve el palacio de Beylerbé. Una fría humedad sube del Bósforo y las sombras invaden el salón de la Sultana Valida.
Instintivamente las mujeres se han puesto a susurrar.
De puntillas, las esclavas se abren paso para encender las velas de los candelabros de cristal verde que, colocados en los cuatro rincones de la habitación, hacen pensar en grandes árboles frondosos."
Kenizé Mourad, "De parte de la princesa muerta"
La época dorada de la civilización otomana se encuentra retenida entre los muros del Palacio de Topkapi, donde aun parece oírse el bullicio de la corte, de los sultanes y sultanas, los miniaturistas afanados en iluminar sus obras, el roce de la seda sobre los cuerpos; los olores..., adheridos a la madera, a los suelos; ungüentos, aceites, perfumes de las esclavas y damas del palacio; el refinamiento e incluso la crueldad están vivos en sus pasillos y corredores.